Cancelado en el último minuto: el mercado que dejó tirados a decenas de artistas en San Isidro

A Pau Mondelo le llegó el mensaje el viernes pasado a las siete menos diez de la tarde, justo a punto de coger el tren que le llevaría de su Barcelona natal a Madrid: La Verbena 2022 de Mercado de Diseño se cancelaba. El festival de creadores emergentes, con comida y música, se iba a celebrar al día siguiente en el Paseo Camoens (Parque del Oeste), durante las fiestas de San Isidro. “En un correo nos dijeron que entendían el enfado, pero que el motivo era ajeno a ellos”, cuenta el afectado. El Ayuntamiento, tras consultar a la junta municipal de Moncloa-Aravaca, lo desmiente en un correo: “No se pudo concluir para la fecha en que estaba previsto porque la empresa organizadora no presentó toda la documentación requerida en tiempo. La junta de distrito estuvo esperando a recibirla hasta última hora de ese mismo día”.

Más de 120 personas se han visto afectadas, entre artistas y foodtracks (camiones de comida), y 28 de ellas están dentro de un grupo de WhatsApp para denunciar de alguna manera la situación. En un comunicado de prensa explican que la compañía ha cancelado hasta tres actos este año y que hay gente que venía de fuera del país que ha perdido “hasta 8.000 euros”. “Es mucho dinero y no han dicho nada de devolverlo”, añade el creador de joyas.

Tras no haber conseguido el permiso necesario, Mercado de Diseño ha aplazado el evento, se compromete a pagar las carpas (unos 120 euros) y asegura que los que se quejan son unos pocos que hacen mucho ruido. El fundador y consejero delegado de la iniciativa, José Felix Garcia Alcázar, cuenta en una llamada telefónica que la mayoría de los afectados está de acuerdo con la decisión y lo corrobora con tres capturas de conversaciones de WhatsApp. Y emplaza a diferenciar entre lo que supuestamente podría ser una estafa, según denuncian los creadores que se sienten engañados, y un “no me viene bien” por parte de los expositores.

“Nosotros contestamos a todos los requerimientos, presenté la documentación el 22 de febrero, pero no lo leyeron a tiempo. El último mensaje lo recibimos el viernes a las 12.30 de la mañana, cuando el evento ya se estaba montado”, aclara. Incide en que no hubo mala intención, que se hará cargo y que estuvieron contestando en esas jornadas. En cambio, niega el reembolso porque hay un contrato firmado que “explica las características”. En resumen, insiste en que este tipo de ferias tiene una tramitación que pende de un hilo que se les escapa, y que ese hilo se hace más fino en fechas tan señaladas.

La larga espera y la intervención policial

El artista de 26 años había pagado 380 euros —sin contar con el IVA— de espacio expositivo, 120 más por el mobiliario, 116 en el alojamiento y 98 en ese AVE. A eso se le suma los 200 aproximados que ha invertido en producción (en el taller y en el material, latón). En total son unos 914 euros perdidos. “Para muchos era nuestra primera feria y se ha sacado rédito de la inexperiencia. Yo decidí aplicar porque me salió un anuncio en Instagram y me parecía muy buena publicidad porque el perfil tiene más de 50.000 seguidores”, describe.

Además del mensaje, algunos han recibido llamadas por parte de Mercado de Diseño, aunque no es el caso de Mondelo. La solución que les han propuesto es insuficiente para quienes ya no confían, como el artista o José López, encargado de logística de la empresa Alquiler Muebles Eventos: “No tenemos disponibilidad para las fechas que proponen y no queremos volver a trabajar con ellos”.

De hecho, tuvieron que puntualizar que ellos también habían salido perjudicados. El malentendido surgió a raíz de que en abril a los expositores les comunicaron por correo que era obligatorio contratar las carpas de esta empresa de alquiler, y acabaron por confundirla con Mercado de Diseño. “Nosotros aclaramos que quien tenía carpas las podía llevar. Solo pedimos poner todas las nuestras juntas por logística, e hicimos un precio especial para los que quisieran, daba igual si eran cinco o 90”, apunta.

La compañía Alquiler Muebles Eventos vivió tres jornadas duras y confusas. La primera fue el mismo viernes. Se presentaron a las 10.00 para tenerlo todo preparado a las 16.00, cuando venían los expositores. “Nos encontramos que había coches aparcados, solo una calle cortada y el tráfico funcionando”, añade López.

Estuvieron esperando todo el día y les anunciaron que tendrían que hacerlo en menos tiempo; que podrían comenzar sobre las dos de la tarde el montaje. Contrataron un servicio externo para llegar, y ellos mismos fueron los que al final les ayudaron a recoger. A la 13.45 la Policía Municipal les hizo desalojar y les aseguraron que habían avisado a los organizadores a las 9.00 de la mañana.

“Gastamos unos 2.000 euros y un material que no se pudo aprovechar en otras actividades”, apunta el encargado. A pesar de que los expositores ya les habían pagado, ese coste extra se generó porque tuvieron que contratar servicios externos para cubrir otro acto que tenían programado a mediodía y para hacer los traslados lo antes posible.

Su fin de semana consistió en atender llamadas para dar unas explicaciones que no les correspondían: el viernes colgaron a medianoche y el sábado la primera fue a las ocho de la mañana. También devolvieron las fianzas para que los expositores recuperaran parte de su inversión.