El río de Arroyomolinos que se come las casas de sus vecinos

Las crecidas inesperadas del arroyo del Arroyal de Arroyomolinos, un trabalenguas que a las familias cada vez les cuesta menos pronunciar debido a las veces que lo han tenido que repetir, causa grandes estragos en más de una decena de viviendas. Todo empezó con los temporales de diciembre de 2019, pero no sería hasta noviembre de 2021 cuando se desprendieron parte de sus fincas, colindantes con el río. Se cayó el suelo, y con él diversos enseres, casetas de jardín y hasta gallinas; los daños llegaron hasta algunas depuradoras de piscinas. La lucha se libra entre el Ayuntamiento de la localidad madrileña, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y el Canal de Isabel II. En medio, los vecinos de las calles Álamo y Alameda que ven cómo poco a poco sus casas se hunden a la espera de una solución.

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A. Farnós

Gloria Cristino fue una de las impulsoras del movimiento vecinal que lucha por la subsanación de unos desperfectos que no dejan de crecer. Su camino comenzó en febrero de 2020 con una recogida de firmas. Después comunicaron lo sucedido a las tres administraciones competentes. Impaciente, pues parte de la finca trasera de su casa ya se había empezado a caer, vio cómo las entidades no admitían sus competencias. “La CHT nos dijo que teníamos que hablar con el Ayuntamiento, porque esta zona es casco urbano”, relata.

Diferentes episodios de lluvias fuertes en el verano de 2020 no les dieron tregua. “Así llegó noviembre del año pasado, cuando se produjeron los derrumbes. Hay unas 18 viviendas afectadas y gravemente dañadas unas cinco. Algún vecino ha perdido hasta 70 metros cuadrados de terreno”, continúa la afectada. El problema surge a consecuencia del caudal del río, ya que la erosión del agua hace que el suelo cada vez sea más inestable hasta el punto de desaparecer.

No actuaron con urgencia

“El Ayuntamiento nunca ha pensado que esto es de su competencia, porque si no nos habría apoyado frente a la CHT, y eso que en noviembre podían haber actuado de manera urgente. Dicen que no lo han hecho porque son obras que cuestan mucho dinero y que si no se hubieran realizado de forma correcta la Confederación las podría haber mandado tirar”, agrega la portavoz del movimiento vecinal que, a su vez, forma parte de la ejecutiva del PSOE en la localidad.

"No están todavía muy concretas las competencias de quién debe arreglar esto”, dice Quiroga

Luis Quiroga es el concejal de Medio Ambiente y Mantenimiento de Arroyomolinos (PP) y fecha el inicio de los sucesos en noviembre de 2021: “Unas lluvias torrenciales hicieron que subiera un poco el río y causó desprendimientos en casas que colindan. En principio no están todavía muy concretas las competencias de quién debe arreglar esto, porque los daños proceden del dominio público hidráulico”, dice refiriéndose a la autoridad de la CHT en la materia.

Ya han encontrado una solución: la colocación de escolleras y un reforzamiento de los taludes de la parte de debajo de ese tramo de cauce podrían evitar que los destrozos fueran a más. A pesar de que saben a dónde se dirigen, el camino es demasiado tortuoso para lo que le gustaría al Consistorio. “Una empresa nos hizo una memoria de los trabajos a realizar y la Confederación nos respondió que debíamos hacer otros estudios, con predicciones de crecidas a 500 años y proyección de cómo quedarían las avenidas del cauce. Son trabajos de gran complejidad y estamos en ello”, afirma el concejal.

A la espera del proyecto definitivo

Se trata de aspectos “muy técnicos”, según Quiroga, que ya han presentado en una segunda memoria, aunque desde la CHT les siguen pidiendo más detalles del proyecto. En cuanto a tiempos, el edil “espera” que el proyecto definitivo esté presentado a lo largo de esta semana. “Es que desde el Ayuntamiento no podemos hacer ninguna actuación sin el permiso de la Confederación porque nos exponemos a denuncias o que lo terminen derribando”, explica el propio Quiroga.

La cuantía de la intervención asciende a más de 600.000 euros que el Ayuntamiento está dispuesto a desembolsar, pero Quiroga advierte: “Nos reservamos el derecho de acudir a quien tengamos que acudir para ver quién tiene la competencia de efectuar estos arreglos”. Es decir, el Consistorio lo solucionará de manera “subsidiaria”, pero siempre con la autorización de la CHT.

Precisamente, esa autorización fue lo que frenó al Ayuntamiento a actuar con carácter de urgencia el pasado noviembre. “Limpiamos el cauce, pero no podíamos hacer mucho más porque tendríamos que asegurar taludes de arena sobre un río, donde hay que inyectar hormigón. Es algo muy complicado que hay que hacer como Dios manda”, en palabras del concejal. En aquel momento, la intervención hubiera costado unos 400.000 euros: “No se trataba de un asunto de dinero, pero necesitábamos la autorización de la Confederación porque si no podíamos perder la obra y crear un perjuicio mucho mayor a los vecinos en caso de que hubiera que demolerla”.

La CHT ya colocó escolleras

De hecho, Quiroga se retrotrae a 2012 para hablar sobre el arroyo del Arroyal, que nunca había tenido tanta agua hasta la apertura de una depuradora en Móstoles, localidad muy próxima a Arroyomolinos. “Imagino que la propia CHT, que es su dominio, estudiaría la cantidad de agua que se vertería a ese río, aunque sorprendentemente no debe ser así”, apunta en referencia a los desprendimientos que se han producido. “Más o menos en esa misma época, la Confederación colocó parte de escollera en una zona muy próxima a donde han pasado los incidentes. Les llegaría el presupuesto hasta donde les llegaría y ahí se quedaron con las escollera”, añade.

El informe que presentarán a la CHT pasa por inyectar hormigón en la zona de un río

Por otra parte, los informes técnicos que el propio Consistorio está elaborando con su gabinete jurídico les indican que la competencia en materia hidrológica es de las confederaciones, no de los municipios. “Lo pelearemos en los tribunales, que estamos viendo que las sentencias de este tipo de casos suelen ser favorables a los municipios, según los servicios jurídicos”, continúa Quiroga.

El informe que presentarán a la CHT pasa por inyectar hormigón en la zona de un río, “lo que va en contra de todos sus principios”, agrega el concejal, por lo que espera que no pongan demasiadas “pegas”. Cuando tengamos la autorización, el concurso para licitar las obras sí lo publicarán con carácter de urgencia. “Desde que empiecen, las obras tardarán unos tres meses en finalizar”, remacha el edil. “Esto no va a ser rápido”, vaticina Cristino como principal afectada. Sus deseos señalan al verano: “Siendo muy optimistas, yo creo que todos los informes y autorizaciones podrían estar para después del verano, pero no lo creo”.

La CHT, por su parte, se defiende al alegar que “el procedimiento ha estado paralizado por causas imputables al solicitante la mayor parte del tiempo desde su inicio”. Según sus registros, la primera solicitud registrada por parte del Consistorio está fechada el 20 de diciembre del año pasado. Dos días después, la Confederación les requirió cierta documentación complementaria, cuya respuesta por parte de Arroyomolinos llegó el 21 de marzo de este año. Hasta el 8 de abril, el expediente estuvo en la CHT, quien lo devolvió al Ayuntamiento.

La responsabilidad de los vecinos

Por su parte, Pilar Sánchez, portavoz del PSOE en Arroyomolinos, alude a otra batalla contra el Ayuntamiento, gobernado por PP, Ciudadanos y Vecinos por Arroyomolinos. “Cuando ocurrió lo de noviembre del 2021, el Ayuntamiento mandó una orden de ejecución a los vecinos en la que les informaba que esas parcelas eran de su propiedad y que tendrían que ser ellos quienes tomaran cartas en el asunto en caso de que sus bienes materiales y personales se pusieran en peligro”, sostiene.

Los vecinos, de esta forma, tuvieron que contratar un abogado para impugnar la ya mencionada orden de ejecución. “Así están las cosas, ruinosas, una situación que no deja de avanzar. Ya han perdido muchos metros de parcela, tienen grietas en las casas y las piscinas están a punto de caerse porque falta la tierra del suelo que se lleva el arroyo”, concluye Sánchez.