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Las pegatinas y papeles de seda que envuelven las frutas también son obras de arte
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DESDE HACE MÁS DE UN SIGLO

Las pegatinas y papeles de seda que envuelven las frutas también son obras de arte

La exposición 'Frutas de Diseño', en CentroCentro hasta el 15 de mayo, hace un breve repaso por la gráfica e imagen de los cítricos españoles. Estos elementos distintivos sólo se trabajan aquí

Foto: Exposición Frutas de Diseño. (Cedida)
Exposición Frutas de Diseño. (Cedida)

Al primer vistazo atrapan. Y ya no hay vuelta atrás. La exuberancia y riqueza gráfica de las marcas de fruta en España no tiene comparación. Así ha sido desde hace más de un siglo. Ahora una muestra recoge el trabajo visual de estas compañías, impulsoras del diseño más fresco y aventurado, desde la década de los cincuenta hasta nuestros días.

“Es algo que no ocurre en otros países. Quizás en el sur de Italia y algo en California”, confiesa Florencia Grassi, madre del proyecto junto a Leandro Lattes, dinamizadores del estudio de diseño y creación El Vivero. Los dos han erigido en la segunda planta de CentroCentro, en el palacio de Cibeles, un trabajo de amor y dedicación a un campo de la imagen tipográfica que hasta el momento no había sido reconocido como se merecía.

placeholder Envoltorios de cítricos expuestos en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)
Envoltorios de cítricos expuestos en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)

Una labor de archivo, documentación y exposición que incluye más de 250 papeles de seda, 120 cajas y 360 etiquetas. “Esta selección no pretende ser completa o definitiva, sino un archivo abierto que reúne muestras recogidas durante años en fruterías de barrio a los que se han sumado ejemplares provenientes de coleccionistas, visitas a mercados centrales, imprentas, fábricas de cajas y comercializadoras de frutas”, indican los comisarios.

Frutas de diseño

Para Florencia, que comenzó a idear esta exposición al comienzo de la pandemia, hay mucho de espontáneo en el trabajo de la mayoría de marcas. “Percibimos frescura y libertad en la creación de estos diseños variopintos. La mayor parte de las veces surgidos en entornos familiares cercanos a la producción, con espontaneidad y libertad a la hora de nombrar y diseñar las marcas”, apunta la comisaria, nacida en Argentina, pero con un fuerte vínculo con Madrid desde hace más de dos décadas.

Grassi continúa diseccionando las diferentes posibilidades para que este arte se haya desarrollado con total libertad. “Posiblemente esta independencia tenga algo que ver con el anonimato. En las marcas presentadas vemos una creatividad un tanto delirante”, apunta de unos diseños casi familiares, que “llevan años a nuestro alrededor y se van actualizando casi inadvertidamente”.

placeholder Una caja de naranjas expuesta en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)
Una caja de naranjas expuesta en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)

Tras coleccionar durante estos últimos veinte años muchos de esos papeles de seda que envuelven las frutas, Grassi dio el siguiente paso, abordando su realización. Un trabajo nada sencillo, que requiere de una estructura y una capacidad de innovación muy difícil de ver en otras disciplinas. “Hace tiempo nos preguntamos cómo y dónde se imprimen los papeles de seda, con tal densidad de colores intensos y metalizados, a veces sumando hasta cinco tintas sobre papeles muy finos. Papeles que resisten al manipulado sobre las frutas y llegan intactos hasta nuestras casas”, comenta.

En la muestra puede verse como visitan uno de estos talleres de imprimación, situado en Burriana. “Visitamos el Timbrado Burrianense, imprenta dedicada a la impresión de papel de seda con una historia de 100 años. Contactamos con la Federación española de envases de madera y sus componentes FEDEMCO, y con ellos nos desplazamos hasta Envases Fenollosa, fábrica de envases de madera para frutas con una historia familiar de tres generaciones”, recuerda de un viaje fascinante, en el que la industria frutera se da la mano con el diseño y el coleccionismo. La exposición no hubiera podido realizarse si no hubieran contado con la ayuda de Alfredo Masip, Carles Iranzo, Miguel Sánchez y Tomás Viana, los encargados de donar y prestar mucho del material.

Los papeles, diseccionan los curadores, son de una singularidad extrema. “El papel de seda es ultrafino. Su fabricación con fibras vírgenes, largas y altamente refinadas hace que posea una resistencia muy elevada en gramajes inferiores a 20 g/m2”, destacan. Estos se imprimen en máquinas rotativas, que emplean bobinas que llegan a pesar más de 500 kilos cada una.

Historia cítrica

Nombres señeros y de divertida y surrealista grafía se entremezclan con otros mucho más minimalistas y austeros: Pirulí, Sherlock, Emporíum, Teta, Salud, La Deseada, Juanito, Diadema, Museo, Cherokee, Rosita, Blamuca, Bonita, La Mexicana, Marimón, Monada… “En una de las vitrinas vemos ejemplos de etiquetas (“testeros”) originales de la época de oro de las etiquetas naranjeras (entre 1920 y 1950), realizadas por artistas ilustradores”, describe Grassi. Esa época es la que ha sido más estudiada, se puede ver en libros como ‘La fruita daurada. 750 anys amb taronges’, publicado en 1989, o ‘Las etiquetas naranjeras en la Comunidad Valenciana’, un catálogo editado diez años más tarde.

Los papeles de seda surgen hace más de un siglo en Castellón. “Al inicio fueron papeles lisos con la función de proteger y conservar las frutas, evitando que una pieza estropeada dañase a las demás”, indican. Posteriormente, ya entrado el siglo XX, aparecerá la impresión y personalización de estos, destacando “que se envolvían individualmente y eran un producto de lujo”.

placeholder Uno de los envoltorios expuestos en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)
Uno de los envoltorios expuestos en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)

Sin embargo, para Grassi y Lattes, el interés de estas pioneras piezas no era lo más importante. “Hasta ahora se ha considerado que la imagen de las frutas en las primeras décadas del siglo pasado era de una calidad superior a las creaciones surgidas a partir de los años 60. Frutas de diseño reúne ejemplos de esta segunda época identificando el diseño de excelencia en productos que nos rodean, destacando el valor del trabajo de creadores y diseñadores locales, muchas veces desconocidos”.

Los también diseñadores y editores recuerdan que las marcas también nacen ante la necesidad de envasar e identificar las cajas de naranjas para el mercado internacional, propiciando una nueva percepción al consumidor. “Las frutas resultaban más apetitosas con marca, envueltas en papeles decorados y presentadas en cajas de madera. El envoltorio identificaba la empresa exportadora con un distintivo de origen y calidad, aumentando la confianza en el producto”, comentan en uno de los textos introductorios.

placeholder Tablilla expuesta en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)
Tablilla expuesta en 'Frutas de Diseño'. (Cedida)

“Las frutas aparecían representadas como golosinas, muchas veces asociadas al sol, al buen clima y a los beneficios para la salud: es un dulce sano y delicioso. En los años 40 y 50, varios autores se inspiraron en figuras del cine y la publicidad norteamericanas, que encontramos junto a exotismos, primitivismos, avances en los transportes y retratos de familia”, analizan de forma profunda, vinculando estos diseños a la cultura más popular que puede haber, aquella que se obtiene acercándose al mercado y a las tiendas de abastos.

Grassi también pone en valor la pervivencia de estas pequeñas empresas familiares. “Son marcas que permanecen en el imaginario y, a pesar de la crisis, continúan funcionando”, comenta. De momento, la exposición también tendrá su continuación, pasando el verano en tierras valencianas, uno de los lugares donde nació y donde mejor conocen este tipo de grafismos y diseños. De momento, hasta el 15 de mayo aún hay tiempo para disfrutarla en Madrid. Sino, solo tenemos que bajar a la frutería de nuestro barrio y abrir bien los ojos.

Al primer vistazo atrapan. Y ya no hay vuelta atrás. La exuberancia y riqueza gráfica de las marcas de fruta en España no tiene comparación. Así ha sido desde hace más de un siglo. Ahora una muestra recoge el trabajo visual de estas compañías, impulsoras del diseño más fresco y aventurado, desde la década de los cincuenta hasta nuestros días.

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