El cómic resiste en Madrid: el 'boom' del manga mantiene las tiendas a flote

El cierre de Madrid Cómics a principios de año, uno de los templos del género, provocó un pequeño terremoto para los aficionados. ¿Será el principio del fin de las tiendas de tebeos más señeras de Madrid? No lo parece. El sector afirma estar saliendo del bache en el que cayeron casi todos los actores económicos durante el confinamiento severo de hace dos años. No ha sido fácil. Todavía no se ha llegado al nivel de 2019, pero van por buen camino.

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El manga es en buena medida responsable de esta recuperación de las ventas. El consumo de anime en plataformas durante los dos últimos años marcados por la pandemia ha creado una nueva hornada de aficionados al género que ahora necesita de los cómics para continuar con las historias que ha empezado en formato audiovisual. Entre los más jóvenes, han ganado la partida a los superhéroes de Marvel o DC, apunta Luis Manuel, propietario de Arcadia, un establecimiento que es una referencia en Móstoles (calle Cartaya 11) desde 1995. “Más de la mitad de las ventas diarias son de manga”. Es algo que Adrián Carmena, de Elektra (calle San Bernardo 20), no podía haber sospechado hace cosa de sólo tres años. Incide en que está suponiendo una puerta de entrada a la lectura para nuevos públicos hasta ahora ajenos al dibujo impreso.

Fran, encargado de la tienda que la cadena Generación X –fundada en 1994- tiene en la calle Puebla 15, habla de una “segunda vida”. Desde Viñetas (calle de la Luna 16), Javier Ramos cuenta que no era un género que trabajaran más allá de los grandes clásicos, pero, a la vuelta del pasado verano tuvieron que “ponerse las pilas” y tener listas las novedades ante la gran demanda del público. Además de la subida de ventas, el manga ha recuperado para las tiendas al sector más adolescente (12-16 años), que había empezado a dejar de verse por los mostradores.

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El confinamiento obligó a actualizar webs e incluso abrirlas para ofrecer venta por Internet. A Luis Manuel, que tiene un servicio de distribución especial dentro de Móstoles, le parecen “los malos hábitos”. Nada que ver, desde luego, con esas noches de casi tres décadas atrás en coche volviendo de los salones del cómic para que las novedades estuvieran al día siguiente en las estanterías. En Generación X no notaron bajón en la venta física más allá del cerrojazo absoluto de 2020. La queja del escaso margen que deja un cómic es recurrente. Javier Ramos subraya que todavía se estrecha más cuando tienen que asumir los costes de preparar el envío del material adquirido en la red.

Los clientes saben lo que buscan

Viñetas tiene una gran actividad para ser un miércoles por la tarde. Los clientes saben lo que buscan. Vienen a recoger pedidos, se llevan un buen puñado de volúmenes muy específicos, preguntan por otros. Abonan importes cercanos a los 50 euros. Javier y su socio les atienden en todas sus dudas e incluso lamentan no poder entregar un ejemplar pedido por las malas condiciones en las que ha llegado. Es un espectáculo verles trabajar.

El de los cómics es un mercado que se presta a la visita física a la tienda. “Vivimos de ganarnos al comprador, de la lealtad de nuestros clientes”, explican en otro establecimiento. A Adrián Carmena sí le ha sorprendido dejar de ver el pelo a algunos clientes que ahora solo adquieren online. No son muchos, pero sí más de los que se esperaba. Ramos cree que la venta digital funciona sobre todo en aquellas localidades sin acceso a tiendas físicas. Pero el papel o el dibujo solo se pueden apreciar 'in situ'. Coincide en ello Dani Mateo, especialista en videojuegos, cine y series, que sigue acercándose a estos espacios, ya sea para comprar “grapa” o “tomo”, por lo “tangible” del producto y para comprobar materiales y calidad. Como resume el periodista Fabio Rodríguez, “siempre va a ser mejor ojear novedades o grapas interesantes por tu propia mano que a través de una pantalla”.

Mateo coincide en señalar la importancia que tiene un encargado especializado en orientar a los jóvenes

El rol que juegan aquí los vendedores es crucial. Como los libros, los cómics tienen protegido el precio. De modo que, como comenta Javier Ramos, lo que se puede aportar es una labor de prescripción. Servir de guía, dar consejos… algo que dice no suelen ofrecer los grandes almacenes. Mateo coincide en señalar la importancia que tiene un buen encargado especializado orientando los pasos de un joven que acaba de entrar en el mundo de la lectura de tebeos. La experiencia de Rodríguez mezcla a profesionales “muy agradables” con otros “ególatras y pedantes que se creen mejor que tú por saber que el mejor John Constantine es el de Garth Ennis”.

Cada negocio vive la diversificación a su modo. Hay tiendas que dicen que sin añadir 'merchandising', juegos de mesa o coleccionables habrían tenido que cerrar. En Elektra se han abierto perfiles en YouTube o Twitch y mantienen agenda de eventos para su clientela. Actos como las firmas en diferido les han permitido vender treinta ejemplares de obras que, de otro modo, habrían despachado solamente un par. Viñetas se mantiene firme en vender casi únicamente cómics.

Las tiendas que ofrece Madrid al curioso y al experto superan la imagen tópica que se pueda tener de ellas

Las tiendas que ofrece Madrid al curioso y al experto superan la imagen tópica que se pueda tener de ellas, como el estereotipo del vendedor de Los Simpson. “Son estigmas muy antiguos”, afirma Dani Mateo. “A lo que se parecen es a librerías especializadas. Venden lo mismo que en las grandes superficies, pero en un ambiente en el que sabes que te vas a encontrar gente que busca lo mismo que tú”. “El mundo del cómic ya no es tan nicho como antes”, apunta Fabio Rodríguez. “Disney y el Marvel han puesto a disposición de un público más amplio las historias y los personajes y eso hace que se llenen las tiendas de un amplio catálogo de gente”. “Ahora hay cómics en todos sitios”, señalan en Arcadia, “antes era para los raritos”. En ese local de Móstoles rememoran cómo ha cambiado el negocio. “Antes la gente venía a la tienda y lo que había lo compraba y ahora la variedad es tal que es una locura. Las novedades te duran una semana”.

¿Y el futuro? “Siempre parece que hay una desesperanza, un abismo, pero al final no llega”, apunta Adrián Carmena. Generación X viene de abrir una tienda nueva en diciembre. La inflación ya se va notando en el aumento de precios. En Viñetas prefieren ganar 50 euros vendiendo cinco tebeos a diez que un sólo tomo por esa misma cantidad. Recuerdan que un cómic más caro no tiene por qué hacerles ganar más si sus clientes disponen del mismo dinero para gastar. “Comprarán menos ejemplares a más precio”. Por un lado, Luis Manuel lamenta que en las últimas dos semanas se ha retrocedido respecto a lo ganado en las anteriores. Por otro, enumera todas las crisis que ha visto superadas en estos casi 30 años en el sector. Toca invocar a Abraracúrcix al jefe de la aldea de Astérix. “Algún día, el cielo caerá sobre nuestras cabezas. Pero eso no va a pasar mañana”.