El triple crimen en un bufete de Usera llega a los tribunales en Venezuela

A las 14:00 de la tarde del 22 de junio de 2016, y según las investigaciones, Dahud Haniz-Ortiz entró en el bufete de abogados de la calle Marcelo Usera, número 40. Al parecer, el exmilitar americano residente en Alemania tenía un plan premeditado: acabar con la vida del que creía el amante de la que era su pareja. El objetivo en cuestión era el abogado Víctor Joel Salas. No consiguió asesinarle a él, pero sí a las tres personas que estaban en el bufete. Después roció el despacho con gasolina y calcinó los cuerpos. Poco después huyó a Venezuela, su país de origen, donde fue detenido en octubre de 2018. Casi seis años después de los crímenes, un tribunal de Caracas ha iniciado el juicio al presunto culpable, que se enfrenta a todos los delitos por los que se le investigaba en España.

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Este veterano de Irak supuestamente viajó en coche desde Alemania a Madrid para ejecutar los hechos. Las principales hipótesis apuntan que Dahud llegó al despacho pensando que encontraría a Salas, el abogado peruano afincado en Madrid que mantenía una estrecha relación con su ahora expareja, Irina T. En su lugar se topó con la secretaria del despacho y una exjueza -Maritza Osorio y Elisa Consuegra, ambas de nacionalidad cubana- y, tres horas más tarde, con el cliente Pepe Castillo. El supuesto asesino acabó con la vida de las tres personas. Primero se encerró en el baño, se puso los guantes y, con un cuchillo de guerra, acabó con la vida de los presentes en el despacho. Según las investigaciones, asesinó a Castillo porque le confundió con el abogado Víctor Salas.

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El abogado confirmó a El Confidencial en 2020 que contrató detectives para colaborar con la investigación, además de que el venezolano intentó “hackear” el ordenador de su exnovia. Tras su detención en Venezuela -el 3 de octubre de 2018 por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB)- la justicia del país decidió que no entregaría a España a Dahud, como solicitó el juez que investigaba el caso en Madrid. Sería juzgado allí por tres delitos de homicidio y uno de incendio, ya que tiene nacionalidad venezolana: nació en Caracas y aunque también tiene nacionalidad estadounidense, no renunció a la primera, según confirma Efe.

"La justicia tarda pero llega"

El juicio oral arrancó finalmente el pasado 28 de febrero y la jueza ya ha escuchado al acusado, que ha negado todos los hechos, y también al que supuestamente era su objetivo, el letrado y exfiscal Víctor Joel Salas, quien confirmó lo denunciado a la Policía española y al juzgado madrileño, y quien confía en que ahora el Ministerio de Justicia acelere los trámites para que puedan declarar en el juicio policías y forenses españoles y la mujer que era la pareja de Dahud, según explica el letrado a Efe.

"Hace unos días me llevé la desagradable sorpresa de que el juicio ya se había iniciado, gracias a que contactó conmigo un fiscal que estaba interesado en que declarase allí el 7 de marzo, y así hice las gestiones para ir en persona y tuve el apoyo del gobierno venezolano", relata.

No fue hasta el último momento cuando el fiscal jefe desveló que Salas estaba allí para declarar, con la intención de que los letrados de Dahud no dejasen de acudir ni hubiese nada en contra, y entonces se redobló la seguridad y Víctor Salas pudo mirarle a los ojos y decirle: "La justicia tarda pero llega".

"Él se puso alterado con mi presencia. Y no es fácil mirar a la cara a tu asesino; fue muy duro. Pero a pesar del miedo lo hicimos con el apoyo de las autoridades, que me blindaron para poder declarar libre y espontáneamente, dejando claro que ese hombre dejó huérfanos a hijos, a padres sin sus hijas, y había destrozado hogares", relata Víctor Joel Salas a Efe.

Confía el letrado en que el juicio siga con la declaración de la que era pareja de Dahud, y sobre todo con la de los policías que investigaron el caso y los forenses, como solicita el juzgado de Caracas, si es necesario por videoconferencia.