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¿Madrid sin Rastro? La ordenanza que limita a los comerciantes montar sus puestos
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¿Madrid sin Rastro? La ordenanza que limita a los comerciantes montar sus puestos

La Asociación Rastro Punto Es denuncia que casi 1.000 vendedores, la práctica totalidad, se arriesgan cada domingo a ser multados por no tener las etiquetas medioambientales pertinentes para descargar

Foto: Vista del Rastro de Madrid. (EFE)
Vista del Rastro de Madrid. (EFE)
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Pedro Santos, de 62 años, lleva 40 como comerciante del Rastro de Madrid. Desde hace más domingos de los que ahora puede recordar su rutina siempre ha sido la misma. Se levanta a las seis de la mañana para meter toda su mercancía en su camión, conduce hasta el centro de la ciudad desde el barrio de Prosperidad y descarga su estructura sobre la calle Ribera de Curtidores, donde monta su puesto de venta de cinturones, sombreros y maletas de gran volumen. A eso de las 09.00 tiene todo listo para abrir y atender a los visitantes del mítico mercado de Madrid.

Antes de la hora de comer, termina de vender, recoge la mercancía que sobró y la estructura de su puesto, recoge su vehículo del parking y coloca todo en el interior. Así todos los domingos desde hace décadas.

Ahora, esta rutina, y con ella el propio Rastro, se ve amenazada por la nueva ordenanza de movilidad, según denuncian los vendedores. Lo que Santos hace, según la normativa que entró en vigor hace un mes, es ilegal. Desde hace semanas, se está arriesgando a que le lleguen una o varias sanciones por 200 euros a casa por hacer lo que siempre ha hecho en su puesto de trabajo. ¿Por qué? Su vehículo no cuenta con la etiqueta medioambiental pertinente.

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Santos no tiene alternativa, como tampoco la tienen otros 996 comerciantes de los 1.000 trabajadores con los que cuenta el Rastro, según denuncian. Cuando existía Madrid Central, la zona de bajas emisiones impulsada por el Gobierno de Manuela Carmena, los comerciantes tenían un permiso especial de 24 horas los domingos. Con este podían acceder al centro y descargar la mercancía de sus puestos.

Ahora, con Madrid 360, la nueva ordenanza de movilidad, al Ayuntamiento “se le olvidó pensar en las necesidades de los comerciantes del Rastro”, afirma la portavoz de la Plataforma El Rastro Punto Es, Mayka Torralbo Novella. Los vehículos de los comerciantes solo pueden acceder a la zona de bajas emisiones entre las 07.00 y las 13.00 por estar catalogados como repartidores. Y es totalmente incompatible con su horario de trabajo. “A la una es cuando hay más gente en el Rastro, sería impensable tener que salir corriendo y cargar todo en las furgonetas”, asegura Torralbo.

Foto: Madrileños y turistas recorren los puestos del Rastro, en Madrid. (EFE/Víctor Lerena)

Lo que piden estos comerciantes es que sus vehículos industriales puedan transitar por la Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección Distrito Centro como lo han hecho toda la vida. Pero para ello, el Ayuntamiento debe introducir una excepción en la ordenanza y catalogarlos con una figura equiparable a la de los residentes, aunque solo sea durante los días festivos.

Los vendedores necesitan que este permiso tenga una franja lo suficientemente amplia para que respete el horario de su actividad (de 07.00 a 17.00 en el caso de algunos puestos) u obtener el permiso de 24 horas que tenían con Madrid Central. En este momento, tienen el horario restringido para los vehículos industriales con etiqueta A que no pueden transitar (es el caso de Santos), los B, que solo lo pueden hacer de 07.00 a 13.00, y los C, de 07.00 a 15.00.

placeholder Una mujer compra en el Rastro. (Reuters)
Una mujer compra en el Rastro. (Reuters)

Una de las soluciones que les da el Ayuntamiento es que busquen un parking en la zona, pero la propuesta no satisface a los comerciantes. Por un lado, explican, que no hay plazas suficientes para los 900 vehículos de los vendedores, y, por otro, muchos de los aparcamientos no tienen las medidas suficientes para que puedan acceder sus furgonetas y camiones. “Esto nos obligaría a competir por una plaza. Perderíamos mucho tiempo y dinero”, explica Torralbo.

A la búsqueda de una solución

Frente a las cifras facilitadas por los comerciantes, que apuntan a más de 900 trabajadores y a 700 las furgonetas que han visto impedido su acceso, el delegado de Movilidad del consistorio, Borja Carabante, defendió este lunes que trabaja en encontrar una solución. No obstante, remarcó que no serían tantos los vendedores afectados: "No todos los vehículos de los comerciantes son A y no todos residen fuera de la ciudad, que es a quienes afectan las restricciones de la ordenanza".

Foto: Foto: Ángeles Caballero. Opinión
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“Por parte del Gobierno existe la máxima voluntad para arreglar este problema, como lo demuestra la reunión que tuvo el área con una representación de los afectados el pasado viernes y la que mantendrá esta misma semana”, apuntó el concejal. Sin embargo, la Asociación de Comerciantes del Rastro, que representa al 70% de los trabajadores, asegura que ellos de momento no han mantenido ningún encuentro y que el consistorio no ha respondido a ninguna de sus cartas.

Al quebradero de cabeza que supone para los comerciantes la entrada en vigor de la nueva ordenanza se suma que muchos no se han recuperado todavía de los ocho meses que estuvieron sin trabajar a causa de la pandemia. "No pueden darse el lujo de pagar una sanción de 200 euros", insisten desde la asociación. Una cantidad que representa mucho más de lo que pueden llegar a ganar en un día de trabajo. Sin embargo, por ahora, cada domingo, Santos, igual que los demás comerciantes, se seguirá arriesgando a ser sancionado para poder trabajar como lo lleva haciendo toda la vida: “Madrid sin Rastro no es Madrid”, zanja.

Pedro Santos, de 62 años, lleva 40 como comerciante del Rastro de Madrid. Desde hace más domingos de los que ahora puede recordar su rutina siempre ha sido la misma. Se levanta a las seis de la mañana para meter toda su mercancía en su camión, conduce hasta el centro de la ciudad desde el barrio de Prosperidad y descarga su estructura sobre la calle Ribera de Curtidores, donde monta su puesto de venta de cinturones, sombreros y maletas de gran volumen. A eso de las 09.00 tiene todo listo para abrir y atender a los visitantes del mítico mercado de Madrid.

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