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Terror en Carabanchel: "Me reventaron el coche para robarme un calientaculos"
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"A LOS 'KINKIS' DE ANTES LES CONOCÍAMOS"

Terror en Carabanchel: "Me reventaron el coche para robarme un calientaculos"

Los vecinos del barrio llevan semanas amaneciendo con las lunas de los coches rotas. Recuerdan el ambiente de hace décadas: "Antes por lo menos reconocíamos a los autores"

Foto: Coche de Sandra el viernes pasado.
Coche de Sandra el viernes pasado.

Sandra se dirigía al trabajo el pasado viernes cuando, acercándose a su vehículo, empezó a ver cientos de cristales en el suelo de la calle Joaquín Turina, en frente del polideportivo del Colegio Amorós, en Carabanchel Alto. Cuando llegó al suyo, un matrimonio mayor miraba la escena y decía en alto, “madre mía, pues pobre del dueño”. Era precisamente el de Sandra, al que le habían roto la ventanilla y robado un ‘calientaculos’.

Vecinos del barrio aseguran que fueron hasta 20 vehículos con desperfectos en la misma calle. A escasos metros del lugar, un taller de lunas de la Avenida de Carabanchel Alto confirma que ese mismo viernes recibió entre 8 y 9 coches con los cristales reventados. Paco abrió el negocio en 2006 y explica que anteriormente había dos batidas de actos de este tipo al año. “Ahora, solo desde el mes de noviembre, yo he notado cinco batidas de coches en estas condiciones”.

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Diferentes habitantes de la zona coinciden en lo ocurrido: lleva pasando desde hace tres meses y cada vez va a más. Julián lleva viviendo en el barrio 17 años y asegura que no había visto nunca algo así: “La semana pasada estaba toda la fila de coches de detrás de la escuela de música sin cristales”. Un trabajador de ese centro explica que ya no aparca allí porque no se fía; cualquier día le toca al suyo. Marisa vive en la calle de Los Morales y cuando fue el miércoles pasado a hacer la compra, se encontró tres coches con las lunas rotas. Una barrendera le explicó que llevaba toda la mañana recogiendo cristales.

Desde la asociación vecinal desconocen los datos oficiales de todos los perjudicados, pero saben que algo está pasando. Esperan reunir más testimonios y ver qué ocurre en las próximas semanas para denunciar este fenómeno a la Policía como asociación.

placeholder Rompe cristales escondido en unos matorrales. (E.C.)
Rompe cristales escondido en unos matorrales. (E.C.)

Pero no solo son las lunas; hace un mes incendiaron un coche en los Morales -todavía se aprecia la marca en el suelo- y apuñalaron a un adolescente en la pierna en la misma zona. Esto último aconteció en el parque de la Tirolina, en la calle Atapuerca. Cuatro menores fueron detenidos.

Desde la Jefatura de la Policía Nacional explican que son actos de vandalismo sin intención de ejecutar robos

Un matrimonio asegura que en su edificio han tenido que cambiar los códigos de los garajes una vez al mes porque los autores acceden dentro. Todos los vecinos coinciden en que ha aumentado mucho la frecuencia policial. A la altura de la calle Alfredo Aleix, la dueña de uno de los negocios próximos a la polémica calle analiza el fenómeno. Tiene 53 años y lleva viviendo en el barrio más de 40, cuando la heroína hacía estragos. “A los ‘kinkis’ de antes por lo menos les conocíamos. Te los cruzabas y si eras su amigo, no te hacían nada. Esto es peor porque no los tenemos fichados”.

"Se ha aumentado la presencia policial en la zona para mantener la situación controlada", añaden desde Jefatura

¿Qué está pasando en el Pau de Carabanchel? Un grupo de amigas a la altura del Auditorio Violeta Parra de la Avenida de La Peseta -pegada a la calle de Los Morales- analiza la situación: “Hay un grupo de chavales jóvenes que andan por la zona y la Policía siempre está por aquí, mucho más que antes. Además, les hemos visto escondiendo cosas dentro de los matorrales y yo hace poco me llevé un puño americano”. El Confidencial pudo constatar el pasado martes cómo alguien había ocultado un rompe cristales bajo la tierra. Mientras, dos vehículos de policía patrullaban alrededor del parque y dos agentes bajaron del vehículo para inspeccionar la zona.

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Vegetación en el Auditorio Victoria Parra donde alguien esconde las armas. (E.C.)

Por el momento, todo apunta a que la rotura de las lunas -y, hace tres meses, de retrovisores-, es fruto del gamberrismo puro y duro. Una portavoz de la Jefatura de la Policía Nacional explica que "son actos de vandalismo sin intención de ejecutar robos" y que, efectivamente, se ha aumentado la presencia policial en la zona para mantener la situación controlada e intentar esclarecer lo que está ocurriendo.

Las vecinas, por su parte, indican que los 'secretas' aparecen cada vez con más frecuencia por el barrio y en más de una ocasión les han interrogado para preguntarles por el polémico grupo. “Siempre les decimos lo que vemos. Son un grupito de unos 15 chavales pequeños, calculo que no tendrán más de 20 años, y el lunes se llevaron a un chico esposado”. Desde la escuela de música advierten que la semana pasada vieron que uno de los jóvenes llevaba un machete y agarraron a una mujer a modo de escudo. Mientras tanto, los vecinos de Manolito Gafotas solo esperan despertarse con sus coches sin desperfectos.

Sandra se dirigía al trabajo el pasado viernes cuando, acercándose a su vehículo, empezó a ver cientos de cristales en el suelo de la calle Joaquín Turina, en frente del polideportivo del Colegio Amorós, en Carabanchel Alto. Cuando llegó al suyo, un matrimonio mayor miraba la escena y decía en alto, “madre mía, pues pobre del dueño”. Era precisamente el de Sandra, al que le habían roto la ventanilla y robado un ‘calientaculos’.

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