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Las colas del hambre siguen en niveles covid, pero sin voluntarios: "O pagas la luz o comes"
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Se necesitan 8.500 participantes

Las colas del hambre siguen en niveles covid, pero sin voluntarios: "O pagas la luz o comes"

Con el estallido del virus, en pocos días, los demandantes de ayuda a Banco de Alimentos de Madrid pasaron de 130.000 a casi 190.000, cifra que un año y medio después se mantiene

Foto: Colas del hambre en pandemia. (EFE/David Fernández)
Colas del hambre en pandemia. (EFE/David Fernández)

Marzo 2020. Estalla la pandemia de coronavirus en España, cierran negocios, colegios y las calles se convierten en un desierto de asfalto durante meses. Los únicos que aún (mal)viven la ciudad son los trabajadores esenciales que sostienen la actividad económica y sanitaria sobre sus hombros en la primera ola de covid-19, pero también aquellos que forman colas ataviados con mascarillas, guantes y demás complementos de protección ante la incertidumbre de no saber cómo se transmite el virus para pedir alimentos en los distintos puntos de ayuda que ya había en Madrid o que se han creado expresamente para la crisis. En cuestión de días, los demandantes de esta ayuda en Banco de Alimentos de Madrid pasaron de 130.000 a casi 190.000, cifra que un año y medio después se mantiene sin cambios. No obstante, mientras que en aquel momento se cumplieron con creces las necesidades de voluntarios para gestionar este altísimo nivel de peticiones, este año apenas se han presentado 'solo' 2.000 personas de las casi 9.000 que reclaman.

"Necesitamos al menos la participación de 8.500 voluntarios para la gran recogida de alimentos en 2021, que se realizará del 19 al 25 de noviembre en 27 cadenas y 1.468 establecimientos de Madrid y otros municipios de la Comunidad y, de momento, tenemos más de 6.000 vacantes", lamenta Elena Doria, portavoz de la organización en Madrid

Foto: Colas ante un comedor social de Barcelona. (EFE)

De esta iniciativa que se celebra cada noviembre, se llenan las despensas casi para todo el año de la fundación en la capital, de ahí la preocupación de Doria. "La gente está mirando a otro lado. En esta ciudad hay mucha solidaridad, pero este año se está viendo que hay fatiga pandémica y ahora interesan más otras noticias", sostiene. Hace referencia a la erupción del volcán, a la crisis energética e incluso a los vaivenes políticos. "La gente no puede afrontar todo y ya se plantea: 'o pagas la luz o comes".

Así, recalca que la "aunque parezca que la economía está mejorando" y que ya está superada la crisis del coronavirus, solo en la Comunidad hay 1,4 millones de personas que siguen en el umbral de la pobreza y que, en su gran mayoría, dependen de Banco de Alimentos para hacer, al menos, una comida al día.

Hasta la fecha en la que comienza el periodo de donaciones en las tiendas, se ha iniciado la primera fase de la campaña en la que se necesitan captar voluntarios para colaborar en los establecimientos haciendo labores informativas los días 19, 20 y 21 de noviembre con la misma mecánica de donación que tuvo que cambiar el año pasado por la pandemia, añadiendo la cantidad que se desee donar al ticket de compra al pasar por caja.

"En esta ciudad hay mucha solidaridad, pero este año se está viendo que hay fatiga pandémica y ahora interesan más otras noticias"

La labor del voluntariado será informativa, como en 2020, cuando todo cambió por el covid-19, pero es "más necesaria que nunca". Aún faltan aproximadamente un 50% de los voluntarios de los que se necesitan, por ello, se hace un "llamamiento urgente" para que los ciudadanos de Madrid colaboren y se registren para ayudar como voluntarios. Desde la organización, se ha demostrado que la presencia del voluntario en las tiendas los días de donación es "esencial". Según un estudio interno, se observó estadísticamente que en la gran recogida del año pasado se recogió "un 50% más de donaciones en tiendas con presencia de personas voluntarias".

"Llevamos dos años sin recogida física y eso, a veces, es complicado. Cuando hay dinero de por medio, la gente desconfía si no compran ellos mismos los productos, sino que dan el importe que desean de manera más abstracta", señala Gonzalo Granados, un voluntario continúo desde hace cinco años, además de coordinador de varios centros. De ahí, la importancia de la presencia de voluntarios en la entrada de las tiendas, en un lugar reconocible, en turnos de cuatro horas, con sus chalecos blancos, sus panfletos explicativos y su membrete identificativo de Banco de Alimentos.

Granados ve "algo positivo" en la entrega del donativo directamente a la tienda porque se pueden comprar, sobre todo, productos infantiles que son los que "más se necesitan", en vez de recibir directamente el paquete de alubias, arroz o pasta que solían darle. No obstante, admite que hay un punto impersonal que hace que la gente piense "qué van a hacer con mi dinero".

Foto: Reparto de alimentos y artículos de primer necesidad en Fundación Madrina. (EFE)

Desde la organización, subrayan que esta es la campaña más importante del año y el objetivo de 2021 es conseguir 3.500.000 kilos de alimentos básicos para que la fundación pueda seguir suministrando alimentos a las casi 190.000 personas, entre los que hay 23.500 son niños y adolescentes menores de 18 años y 7.600 lactantes.

"Parece que ya se ha acabado, que la angustia ha pasado y se han relajado. El año pasado la concienciación fue brutal, la implicación de la sociedad fue increíble y eso que casi lo único que se podía hacer en esos momentos era ir a los supermercados y encima con el miedo que eso implicaba", admite y confirma que es el año que "peor cifras de voluntarios están obteniendo".

Según sus datos, a septiembre de 2021, la Privación Material Severa aumentó un 53%, rompiéndose la tendencia a la baja de los 6 años anteriores, y 466.000 personas no tienen acceso a cuatro de los nueve indicadores de consumo básico como comer proteínas dos veces a la semana o mantener el hogar a temperatura adecuadas. Además, el 42% de las familias tienen dificultades para llegar a final de mes.

"Aun así confío en que al final lo lograremos. Siempre lo logramos", concluye.

Marzo 2020. Estalla la pandemia de coronavirus en España, cierran negocios, colegios y las calles se convierten en un desierto de asfalto durante meses. Los únicos que aún (mal)viven la ciudad son los trabajadores esenciales que sostienen la actividad económica y sanitaria sobre sus hombros en la primera ola de covid-19, pero también aquellos que forman colas ataviados con mascarillas, guantes y demás complementos de protección ante la incertidumbre de no saber cómo se transmite el virus para pedir alimentos en los distintos puntos de ayuda que ya había en Madrid o que se han creado expresamente para la crisis. En cuestión de días, los demandantes de esta ayuda en Banco de Alimentos de Madrid pasaron de 130.000 a casi 190.000, cifra que un año y medio después se mantiene sin cambios. No obstante, mientras que en aquel momento se cumplieron con creces las necesidades de voluntarios para gestionar este altísimo nivel de peticiones, este año apenas se han presentado 'solo' 2.000 personas de las casi 9.000 que reclaman.

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