Las dos niñas heridas en el atropello de Madrid están estables dentro de la gravedad

La salida del colegio femenino del Opus Dei “Fomento Montealto”, en el número 76 de la calle La Masó de Mirasierra, terminó este jueves en tragedia. Pasadas las cinco de la tarde, las niñas esperaban en la puerta del centro a que sus padres las recogieran. En ese momento, un vehículo automático que quería dar marcha atrás se ha desplazado hacia adelante y arrolló a un grupo de alumnas. El incidente causó la muerte casi en el acto de la pequeña M.R.C.de seis años.

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I. S. C.

Los bomberos y los servicios de Emergencias se desplazaron hasta el lugar, pero tras intentar reanimarla no pudieron hacer nada por la niña, que cursaba tercero de infantil. Las otras pequeñas implicadas en el atropello accidental, B.P.L.I e I.A, de diez y doce años, fueron trasladadas al Hospital Niño Jesús y al Hospital La Paz, ambas con pronóstico reservado a causa de los traumatismos graves que sufrieron, según Emergencias Madrid.

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Europa Press

Las niñas de 10 y 12 años ingresaron en el hospital en estado grave, según informaron a Europa Press fuentes hospitalarias. La niña de 10 años, que sufrió policontusiones y traumatismo abdominal, se encontraba a las 23 horas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Niño Jesús. La otra chica, que sufrió un fuerte golpe y traumatismo craneoencefálico severo, está en el Hospital 12 de Octubre con un estado más moderado y estable. Todas las pruebas que les han ido haciendo parece que permiten descartar consecuencias graves y, dentro de la prudencia, una de las niñas parecen estar ya fuera de peligro.

Los testigos relataron a El Confidencial el trágico incidente. “El Volvo XC90 gris se subió a la acera y aceleró en lugar de dar marcha atrás”. Los padres estaban consternados, ya que conocían a la madre causante del atropello y también a las víctimas. Algunos apuntaban a que llevaban tiempo denunciando que algo así podía llegar a pasar.

“Es una calle estrecha y pegada a una rotonda. Los atascos a esa hora de la tarde son frecuentes. Todos los padres quieren recoger a los niños en la puerta, en lugar de aparcar unas calles más arriba. Y se forma un embudo tremendo donde nadie ve a nadie”, explicaba una de las fuentes a este periódico.

Pese a estas quejas, lo que primaba era el sentimiento común de dolor. “Estoy segura de que la conductora preferiría haber muerto ella”, declaraba otra de las fuentes, ya que al igual que la fallecida y su familia, la conductora es una madre conocida por todos. La madre de la pequeña fallecida M.R.C trabaja en la administración del colegio y se enteró allí mismo de la fatal noticia.

La comunidad educativa y los padres y madres del colegio continúan en estado de shock y algunos tuvieron que ser atendidos en la carpa que los servicios médicos montaron a la puerta del centro. A lo largo de este viernes se espera hablar con los niños para explicarles la tragedia, ya que muchos de ellos presenciaron el atropello. La víctima, además, tenía varios hermanos alumnos tanto del mismo centro como del próximo Fomento-El Prado en los que el jueves también se vivió una tarde de luto. El Alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha manifestado el pésame en su cuenta de Twitter.

El día siguiente

"Todo el colegio está arropando a la madre que conducía el coche porque somos conscientes de que podría haber sido cualquiera", declaran testigos del suceso a El Confidencial. La calle la Masó está repleta de colegios y los 'embudos' son constantes. Hoy el panorama ha sido diferente: muchos se han acercado caminando o dejando los vehículos más alejados de la puerta del centro. "Hemos preferido venir andando, estamos todavía asimilando la noticia" -confiesa una madre del colegio- "tenemos que mentalizarnos de hacer zonas libres de tráfico en las zonas escolares". La comunidad educativa, profesores y familias piden respeto por la situación y se ha convocado un rosario y velatorio por las víctimas.