El acelerón de Ayuso desata el miedo al choque en el PP de Madrid: "Tiene que parar"
Fuentes del ámbito municipal, parlamentario y del propio Gobierno regional coinciden en señalar que nadie se puede permitir la confrontación y que es mejor dejar las "prisas" a un lado
El intento de Isabel Díaz Ayuso de forzar la maquinaria para adelantar los plazos del congreso del PP de Madrid ha tensado sobremanera su estructura. En la formación, todos daban por hecho que se presentaría y la mayoría coincide en que su liderazgo es incontestable, pero la decisión de acelerar el proceso y de abrir la disputa con Génova no ha caído bien entre los populares madrileños. Fuentes del ámbito municipal, de la Asamblea regional y del propio Ejecutivo de la Puerta del Sol coinciden en señalar que la vorágine iniciada en los últimos días "no le conviene a nadie" y que hay que frenarla cuanto antes.
"Esto tiene que parar", señalan fuentes cercanas a un alcalde del PP en la región, con el que coinciden los compañeros de filas consultados para este artículo. En un momento en que todos los caminos parecen conducir a la ruptura, el consenso gira, precisamente, en torno a la necesidad de rebajar la tensión y de hacerlo ya. Nadie se decanta por declarar la guerra al máximo responsable de la organización en que militan. "Ella va a arrasar, va a ser la presidenta, está claro. ¿Qué necesidad hay de hacerlo así?", se pregunta una fuente de su Gobierno, que no entiende cómo están moviendo el foco cuando el PSOE se encontraba en un momento crítico con frentes tan relevantes como la escalada en el precio de la luz.
La tormenta se ha ido intensificando en los últimos días después de que desde el entorno de Díaz Ayuso se confirmara su voluntad de presidir el PP de Madrid. Génova optó por volver a situar en la contienda a un José Luis Martínez-Almeida que no ha descartado que vaya a concurrir. La presidenta de la comunidad apostó entonces por acelerar los plazos de un congreso que está programado para el primer semestre de 2022, previsiblemente para finales de este. La dirección nacional ha cerrado la puerta a alterarlo y se centra en la convención nacional, que se celebrará el primer fin de semana de octubre.
La popular ha insistido en el anticipo del proceso regional, en el que dice contar "con los apoyos" suficientes para salir elegida, argumentando la necesidad de mover también en el calendario los congresos locales para alejarlos lo máximo posible de las elecciones de 2023 y dejar que se consoliden las candidaturas. Aunque fuentes del PP en grandes municipios de la región admiten que en algunos casos puede tener sentido y que les permitiría evitar broncas internas en la configuración de las listas, la opinión generalizada aboga por dejar esto en segundo plano y evitar ante todo el choque con Génova. "En algunos sitios puede venir bien, pero es mejor dejarlo como está. Además, hay tiempo", concluye un portavoz en un gran ayuntamiento de la región.
"No hay un clamor pidiendo que se acelere", replican fuentes de una gran agrupación. "Al final, Génova es Génova. Tendrán que buscar una solución, pero así no pueden seguir y más cuando todo estaba funcionando bien", incide un alcalde. "Quien maneja los tiempos es Génova. Génova siempre gana", alertan desde el entorno de otro regidor. Lo que está claro es que "aquí nadie quiere meterse en un choque", según incide el portavoz en una gran ciudad madrileña. "Esto no beneficia a nadie", señalan fuentes del Ayuntamiento de Madrid, que dirige Martínez-Almeida. Dos ediles con peso en la comunidad reclaman respetar las fechas: “La mayoría de alcaldes diremos que hay que seguir el calendario fijado si nos preguntan. Y eso no es incompatible con decir claramente que Ayuso ha revitalizado el partido”.
"Es hacernos elegir entre papá y mamá"
El escenario en el que quedan todos a nivel local no es sencillo. Entre los dirigentes consultados por este medio, no se percibe una militancia inquebrantable hacia una de las dos posiciones. “Es hacernos elegir entre papá y mamá”, se quejan algunos diputados en la Asamblea y alcaldes de municipios grandes. Entienden que levantar las espadas contra Casado es algo que "entraña demasiados riesgos". Algunos recuerdan las fricciones pasadas a nivel orgánico (las de Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón), que dejaron muchas heridas abiertas. También lamentan que “en el mejor momento del PP" se están "pegando un tiro en el pie”. Alcaldes de la zona norte y también del noroeste (bastiones fundamentales de los populares) tratan de buscar un equilibrio a la hora de dar sus apoyos, pero rechazan las "prisas". La mayoría de estas fuentes municipales coincide en que Díaz Ayuso es la gran favorita, pero un primer edil llama a la prudencia: "Cuando se abren las primarias, nunca se sabe. ¿Arrasará Ayuso? Pues, oye, igual no".
Las consignas de la presidenta para revolucionar los tiempos orgánicos tampoco terminan de calar en su grupo parlamentario. "Se ha precipitado", asume una fuente de la Asamblea que se muestra convencida de que arrasará en el congreso regional. "No toca hasta 2022. Los plazos son los que son y ni ella ni nadie tienen nada que decir. ¿O vamos a estar nueve meses hablando de esto?", cuestiona otra fuente parlamentaria, especialmente dolida con la entrevista de Esperanza Aguirre en 'El Mundo' en la que tachaba de "niñatos" y "chiquilicuatres" a algunos cargos de Génova antes de respaldar a Díaz Ayuso. "Me cuesta mucho pensar que vayamos a una batalla", reflexiona otra fuente de la Cámara madrileña: "Si se adelanta, que se adelante; y si no, pues no. Da igual", asegura, rebajando la importancia de la fecha escogida.
Dudas en Sol
En el Gobierno regional, no tienen clara la vía escogida por el momento y no todos parecen seguros de que la confrontación con la dirección de Pablo Casado merezca la pena. Una fuente del Ejecutivo autonómico entiende que se está tensionando en exceso. "No sé qué necesidad hay de forzarlo tanto. Se está generando un debate innecesario", considera, y cree que "no tiene mucho sentido" la tendencia de los últimos días. "El calendario ya está aprobado", se limita a asegurar otra fuente del Ejecutivo. Quien sí se ha posicionado públicamente este martes a favor de la presidenta es el portavoz y consejero de Educación, Enrique Ossorio, que negó discrepancias internas en el Consejo de Gobierno: "Yo creo que es el momento de hablar de ello. Cuanto antes estén los cargos del partido designados, se podrá trabajar mejor para las elecciones. Es de perogrullo". Otro integrante del Gabinete, a preguntas de este medio, desliza su apoyo a la línea de la precandidata.
El malestar por el ruido generado alrededor del PP de Madrid se ha intensificado en los últimos días después de que se hiciera público que la presidenta no ha confirmado su asistencia a la convención preparada por Casado para consolidar su proyecto. La madrileña se encontrará en esos momentos de gira por Estados Unidos y su presencia está en el aire, pero la formación ha organizado para el 2 de octubre una mesa de presidentes autonómicos. "Todos estarán presencialmente", aventuró el secretario general, Teodoro García Egea, este lunes. La tensión no se rebaja y fuentes del PP regional y de la Puerta del Sol aseguran que no hay prevista ninguna reunión o contacto en esta línea. Excepto algunos cargos que expresan con más nitidez algunas críticas a la presidenta, la mayoría se divide entre el respeto a las decisiones del número dos de Casado y la convicción de que “hay que mimar a Ayuso”, que es el gran reclamo electoral del momento en la formación.
El intento de Isabel Díaz Ayuso de forzar la maquinaria para adelantar los plazos del congreso del PP de Madrid ha tensado sobremanera su estructura. En la formación, todos daban por hecho que se presentaría y la mayoría coincide en que su liderazgo es incontestable, pero la decisión de acelerar el proceso y de abrir la disputa con Génova no ha caído bien entre los populares madrileños. Fuentes del ámbito municipal, de la Asamblea regional y del propio Ejecutivo de la Puerta del Sol coinciden en señalar que la vorágine iniciada en los últimos días "no le conviene a nadie" y que hay que frenarla cuanto antes.