El nuevo grupo de los díscolos de Más Madrid diluye la influencia de Vox en Cibeles

A José Luis Martínez-Almeida se le ha abierto una nueva puerta. En Cibeles les han dado el permiso pertinente a los cuatro concejales de Más Madrid que rompieron con los de Rita Maestre y se integrarán en el Grupo Mixto. Esto implica que el Gobierno municipal podrá aprobar con ellos la nueva ordenanza de movilidad y no quedan atados a las exigencias de Vox, pero también es una alternativa que se les plantea de cara a los dos años que quedan de legislatura: "Con Vox podemos entendernos en materia económica y con ellos cuatro en políticas más sociales", reconocen fuentes del Ejecutivo.

Pese a esto, en Cibeles confían en poder sacar adelante con los de Ortega Smith, con quienes afirman mantener la sintonía, tanto los próximos Presupuestos como la futura reforma fiscal, aunque apostillan que ya hay unas cuentas municipales aprobadas del último año que podrían prorrogarse sin problema. Insisten en el que el pacto de investidura sigue vigente, y mantienen el compromiso de cumplir con él. "Eso habrá que verlo", piensan en Vox, decepcionados porque el alcalde no está cumpliendo, según ellos, con la palabra dada. "Que nos defraude a nosotros es una cosa, y otra a miles de madrileños. Él verá cómo lo explica", y advierten: "Los votantes del PP no deberían olvidar esto".

El pacto con los exediles de Más Madrid les preocupa, porque creen que "nadie regala nada, y mañana los carmenistas pedirán algo. No es solo que no gobierne la izquierda, sino que no gobiernen tampoco sus ideas". Siguen abiertos a continuar entendiéndose con Almeida y dar cumplimiento al acuerdo de 2019, pero tienen claras sus líneas rojas: "Bajada de impuestos, acabar con Madrid Central y no mantener las políticas ideológicas" de la izquierda. Lo segundo, de momento, parece que no se efectuará.

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La formación de los díscolos de Más Madrid —bautizados como Recupera Madrid— como Grupo Mixto, lo que les da derecho de voto en el pleno, llega en un momento crucial de la legislatura, en la que el Gobierno necesita aprobar con urgencia la nueva ordenanza de movilidad, porque la actual decae el 1 de septiembre. Eso sí, fuentes de Alcaldía desligan la coincidencia cronológica entre una cosa y la otra, aunque la realidad es que les beneficia. Recupera les ofrece sus cuatro votos (los mismos de los que dispone Vox), pero con condiciones, que irán presentando en forma de enmiendas a lo largo de los próximos días, ya que están pendientes de que esta semana se haga oficial su constitución como grupo.

"No somos un socio progresivizador de Almeida", defienden. "Cada caso habrá que verlo, no hay un planteamiento general. De momento no va más allá". Lo que pretenden hacer es "una actuación creíble para promocionar una alternativa a Almeida en 2023", pero sin presentarse ellos a los comicios. Es decir, demostrar que se pueden superar los bloques estancos en los que los progresistas siempre voten en contra de lo que propongan los grupos municipales de la derecha. En el Gobierno creen que, "después de los Acuerdos de la Villa, la izquierda volvió a la oposición tradicional", y estos nuevos votos ofrecen una oportunidad.

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En Cibeles no cierran la puerta a seguir entendiéndose con ellos: "No sabemos cómo se va a desarrollar la legislatura, cada cuestión la valoraremos en su momento", afirman, pero creen que "son un grupo al que habrá que tener en cuenta", al igual que al resto de oposición. "No serán aliados de Almeida, pero pueden dar juego", cuentan fuentes de alcaldía, como alternativa a la posición algo más intransigente de los de Vox.

La oposición, tanto Más Madrid como el PSOE, lamenta por distintas razones estas últimas noticias. Los de Rita Maestre creen que es "un hecho muy grave", y algo "incidente y de muy poca altura política", porque a sus ojos "el PP compra tránsfugas a cambio de votos". Piensan, además, que aceptar a los ediles de Recupera Madrid en el Grupo Mixto "es un atropello político y constituye una vulneración flagrante del ordenamiento jurídico", y anuncian que lo llevarán a los tribunales. Los socialistas, por su parte, creen que con esto "solamente gana Almeida", que "no puede dejar de dar las gracias por la oposición que le ha tocado". Asimismo, les preocupa cómo reaccionará el votante de izquierdas, que tiende a ser crítico con los enfrentamientos internos en los partidos progresistas. La diputada Mar Espinar afirma que "es un fin de ciclo que deja al descubierto muchísima inmadurez política" por parte de Más Madrid, así como "una falta de compromiso", y critica que "el alcalde ha comprado las almas de los díscolos".