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Llop se estrena como ariete y catapulta sus opciones para liderar el PSOE en Madrid
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EN LAS QUINIELAS PARA CANDIDATA

Llop se estrena como ariete y catapulta sus opciones para liderar el PSOE en Madrid

La nueva ministra de Justicia, que ha sido diputada regional hasta ahora, ya estaba en la terna de posibles candidatos para hacer frente a Díaz Ayuso

Foto: La nueva ministra de Justicia, Pilar Llop. (EFE)
La nueva ministra de Justicia, Pilar Llop. (EFE)

El salto de Pilar Llop para dirigir el Ministerio de Justicia en sustitución de Juan Carlos Campo supone su entrada en la primerísima línea de la batalla política. Apunta a convertirse en un nuevo ariete que es visto con esperanza en el PSOE madrileño, una federación necesitada de liderazgos tras 26 años de naufragios en la región y con el golpe sufrido en las elecciones del pasado 4 de mayo. Están muy tocados y cualquier figura que pueda hacer ademán de reflotarlos es vista con ilusión. Llop era percibida ya antes de las últimas elecciones como un nombre con amplio recorrido, incluso como potencial candidata en la comunidad. Su llegada al Gobierno central multiplica sus opciones, brindándole un escaparate único, aunque sus primeras intervenciones y movimientos no han estado exentos de polémica.

"Necesitamos reforzar activos, tener relevos y un abanico de primeros espadas entre los que elegir. Pilar ya tenía fuerza antes y ahora tendrá más", aseguran fuentes del socialismo madrileño. La hasta ahora presidenta del Senado tenía su escaño por designación autonómica y era también diputada en la Asamblea. En la Cámara Alta, había sufrido el corsé de un cargo marcado por la neutralidad institucional, y con su nuevo puesto dará un paso adelante en la proyección mediática a nivel nacional. Ya en sus primeros días, ha sido la encargada de fijar la posición del Ejecutivo contra la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló parte del decreto con el que se aprobó el primer estado de alarma, aumentando exponencialmente su protagonismo.

Sin embargo, esa intervención —defendió que el proceder del Gobierno se ajustó a la legalidad y que gracias a la declaración del primer estado de alarma se salvaron 450.000 vidas— no fue bien vista por la judicatura, que consideró que esas palabras no eran más que un cuestionamiento de la acción de los jueces. La ministra además soliviantó a las asociaciones que representan a los magistrados cuando trascendió que había cerrado una reunión con Juezas y Jueces para la Democracia (JJpD) y no con el resto.

Foto: La ministra de Justicia, Pilar Llop. (EFE)

La que fuera número tres en la candidatura de Ángel Gabilondo pasará a estar presente en la toma de decisiones clave del Consejo de Ministros e incluso en la búsqueda de pactos de Estado con el PP. Aunque está por ver qué papel jugará en una cuestión clave, las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Su antecesor en Justicia, el ministro Campo, lideró las conversaciones con los populares por la estrecha relación que mantenía con el responsable de Justicia de los conservadores, Enrique López. Pero tras la salida del Gobierno del primero, ha sido el nuevo titular de Presidencia, Félix Bolaños, y no Llop, el que ha retomado el diálogo.

Más allá de quién sea el rostro visible en los contactos con la oposición, lo cierto es que el nuevo rol de Llop disparará su proyección y pondrá a prueba las dotes políticas de un activo muy respetado en Madrid. Cuando a finales de febrero se mascaba la marcha de Gabilondo para ser defensor del pueblo, muchos de sus compañeros la observaban a ella como una candidata consistente de cara a 2023. "Ella ya estaba en la terna de antes y esto ahora la dispara", señalan otras fuentes de la federación, que auguran a la ministra de Justicia un papel destacado en las quinielas para liderar la lista dentro de dos años. "Sale reforzada, sin duda", apuntan otras fuentes.

"El tema es tener varias figuras y ver cómo funcionan para luego elegir, pero es que Madrid hasta ahora era un desierto", entienden fuentes del PSOE-M, que se encuentra ahora bajo la dirección de la gestora que se nombró tras la dimisión de Jose Manuel Franco y la salida definitiva del exministro de Educación.

Foto: La nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, tras recibir la cartera ministerial de manos de su antecesor en el cargo, Juan Carlos Campo. (EFE)

Los socialistas madrileños deben resolver primero la incógnita de quién será su secretario general, su liderazgo interno, una cita que llegará a final de año. Llop, que no es militante, podría ser candidata, pero se descarta cualquier opción a nivel orgánico. Para esa renovación, solo se maneja la propuesta oficiosa de Juan Lobato, aupado ahora a portavoz adjunto en el grupo. Aunque todavía no ha dado el paso de presentarse, ya está celebrando encuentros con militantes. Además, entre los alcaldes del sur de la región, el regidor de Fuenlabrada, Javier Ayala, ha despertado las sospechas de distintas fuentes de la federación al estar movilizándose y visitando agrupaciones, si bien no ha manifestado que vaya a postularse.

Una vez que los socialistas escojan a su líder orgánico, deberán abordar entonces la decisión de la candidatura electoral de 2023, y es aquí donde entraría la opción de Llop. Antes del 4-M, diversas fuentes del partido en Madrid apuntaban a que Ferraz buscaría un desembarco similar al realizado con Salvador Illa en Cataluña. La nueva ministra de Justicia está llamada a ganar relevancia pública en los próximos meses en un Gobierno central en el que ya reside Reyes Maroto, que también sonó como posible sucesora de Gabilondo, pero cuyo papel, precisamente, en la última campaña le podría restar puntos. Sin embargo, algunas fuentes destacan que a diferencia de lo que ha pasado con ministros de la talla de José Luis Ábalos, uno de los cesados, la titular de Industria sigue al frente de su cartera.

Foto: Pilar Llop. (EFE)

Estos nombres, junto con los que sobresalgan en la Asamblea en los dos próximos años, serán los que copen las quinielas llegado el momento. Está por ver, asimismo, cómo se desenvuelve Hana Jalloul, la flamante nueva portavoz en la Cámara madrileña, que fue fichaje estrella de Ferraz y que ahora tendrá la oportunidad de fajarse en las labores de oposición a Isabel Díaz Ayuso.

El salto de Llop genera optimismo en la federación madrileña, porque les permite ampliar el abanico de cara a 2023, pero también tendrá una derivada directa en el día a día de forma inmediata. Su salida del Senado implica también su renuncia como diputada regional y esto permitirá al partido poder disponer de alguien más en la Asamblea. El grupo socialista, que perdió 13 escaños en los últimos comicios, está necesitado de músculo para su actividad parlamentaria y la dedicación de Llop como presidenta de la Cámara Alta le impedía centrarse en esas labores.

"Necesitamos manos, solo somos 24", aseguran fuentes socialistas. El golpe sufrido el pasado 4 de mayo, en el que perdieron 13 representantes y el cetro de fuerza hegemónica de la izquierda, dejó el partido en Madrid en una situación muy comprometida. En aquel momento, se asumía que solo podrían contar con 23 diputados dedicados por completo a la causa, debido a la situación de Llop. Otra fuente socialista de relevancia regional reconoce, asimismo, que el adiós de la ahora ministra es, paradójicamente, una buena noticia para el grupo por estas razones. El PSOE ya exigió a sus representantes dedicación exclusiva, razón por la que tres de ellos no recogieron su acta.

El salto de Pilar Llop para dirigir el Ministerio de Justicia en sustitución de Juan Carlos Campo supone su entrada en la primerísima línea de la batalla política. Apunta a convertirse en un nuevo ariete que es visto con esperanza en el PSOE madrileño, una federación necesitada de liderazgos tras 26 años de naufragios en la región y con el golpe sufrido en las elecciones del pasado 4 de mayo. Están muy tocados y cualquier figura que pueda hacer ademán de reflotarlos es vista con ilusión. Llop era percibida ya antes de las últimas elecciones como un nombre con amplio recorrido, incluso como potencial candidata en la comunidad. Su llegada al Gobierno central multiplica sus opciones, brindándole un escaparate único, aunque sus primeras intervenciones y movimientos no han estado exentos de polémica.

Pilar Llop Juan Carlos Campo
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