Cs sigue con sus líos internos y puede perder su gran alcaldía en Madrid

Ciudadanos llegó en 2019 a las elecciones autonómicas y municipales de la Comunidad de Madrid con viento a favor. Sus buenos resultados en las generales previas les catapultaron a la Vicepresidencia del Gobierno regional y les permitió aumentar su representación local a 256 concejales. De aquella ola de optimismo naranja poco queda hoy, pero el pacto alcanzado en Alcobendas hace dos años para que el PSOE le cediera la alcaldía ahora suponía un brote verde entre las cenizas. El problema es que la situación interna de Cs se ha complicado en los últimos días y amaga con chafar sus planes: quien fuera su cabeza de lista ha sido relegado, pero pretende ser el próximo regidor. Los integrantes de este 'thriller' alcobendense evitan destapar sus cartas para no dar un paso en falso que pueda trastocar las previsiones.

Socialistas y naranjas han gobernado la localidad, de casi 120.000 habitantes, sin grandes sobresaltos tras haber descabalgado al PP del ayuntamiento después de 12 años. Entre ambos sumaban los 14 ediles en los que está fijada la mayoría absoluta y acordaron unos términos por los que Rafael Sánchez Acera (PSOE) sería el primer edil hasta el ecuador del mandato, que se cumplió el pasado 15 de junio, momento a partir del cual Ciudadanos tomaría el bastón de mando, manteniéndose una coalición los cuatro años. Este último paso no ha llegado hasta ahora y no hay fecha para que se produzca.

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Alcanzada la mitad de la legislatura, la formación que ahora coordina a nivel regional Begoña Villacís ha optado por un movimiento drástico y que supone un terremoto entre sus filas. Miguel Ángel Arranz, que fue su cabeza de lista y que ha sido vicealcalde hasta la fecha, ha sido relegado a un cargo de menor rango dentro del Ejecutivo y ha sido apartado de la portavocía, siendo sustituido por Aitor Retolaza. Fuentes cercanas a Arranz señalan que este se enteró por la comunicación oficial del alcalde, a quien achacan su cese, mientras que fuentes de Cs Alcobendas aseguran que el movimiento se acordó en el partido y que se comunicó al socialista para que moviera ficha.

Fuentes municipales ajenas a los naranjas explican que era un movimiento que se veía venir desde hace meses y que la única incógnita es por qué han esperado hasta el último momento para hacerlo. Retolaza, relatan, ha sido el líder 'de facto' de Ciudadanos y no tenía sentido que hubiesen apostado por Arranz como regidor pese a que fuera su candidato en 2019. "Es normal, pero no sé por qué han tardado tanto", insisten estas fuentes.

Tras el golpe de timón, las fuentes cercanas a Arranz consideran que, pese a haber sido desplazado, le corresponde a él ser el alcalde hasta 2023 por haber sido cabeza de cartel hace dos años. Él mismo lo expresó en su perfil de Twitter. Cualquier otro cargo no sería aceptable, apostillan, y el partido tendrá que decidir. "Que no vengan con chantajes. No los va a tolerar. O alcalde o nada", avanzan estas fuentes, en referencia a cualquier intento de buscarle un acomodo lejos del bastón de mando. Desde su entorno deslizan que, si Cs no cumple con esta línea, no tendría problemas en pasar a ser concejal no adscrito, y tampoco garantizan que su voto fuera afirmativo para otro candidato.

"Que no vengan con chantajes"

El escaño que ocupa Arranz es esencial para la mayoría de gobierno y, si su voto 'baila', también lo hace el futuro de la coalición. La lista más votada fue la del PP y, de no alcanzarse una mayoría absoluta, se harían con el sillón. Fuentes municipales auguran que, si Arranz no apoyara al nuevo alcaldable, el equipo de Gobierno conseguiría el voto necesario en Podemos, que cuenta con un concejal, Eduardo Andradas. En conversación con este medio, este expone que llegado el caso serán los militantes los que decidan, con pacto programático mediante, y que no se plantea un apoyo gratuito. Andradas afirma que no ha sido contactado oficialmente por nadie.

Ciudadanos no ha verbalizado por el momento el nombramiento de su nuevo alcaldable, aunque distintas fuentes municipales consideran que, si se ha apartado a Arranz para aupar a Retolaza, el movimiento no deja dudas y el segundo será el candidato. Desde la dirección regional evitan hacer valoraciones sobre la situación y se remiten a lo que tenga que decir su nuevo portavoz.

Las fuentes cercanas a Retolaza consultadas por este medio apuntan a que no hay nada que les esté retrasando y que simplemente están esperando a la designación oficial para comunicarlo al PSOE y poner en marcha la maquinaria, algo que podría suceder en 10 días o en septiembre. "La coalición funciona bien y no tenemos ninguna prisa. Cuando sea mejor, se hará". Fijado el candidato, indican, llegará la fecha para el cambio de alcalde. Estas fuentes apuntan también que una edil socialista se encuentra de baja de maternidad y que se trata de un factor más a tener en cuenta, aunque desde el PSOE niegan que esto esté siendo un elemento definitorio.

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Los dos socios del Gobierno local se muestran convencidos de que la alternancia se terminará dando, a pesar de las turbulencias, y fuentes socialistas ya apuntaban a principios de junio que estaban aguardando a que Cs moviera ficha.

En Cs Alcobendas dan por hecho que, llegado el caso de una investidura, cuentan con el voto afirmativo de sus cinco ediles, a pesar de que desde el entorno de Arranz evitan asegurarlo. No conciben un escenario en el que no dispongan de todos esos votos. Si sucediera, explican, no tendría sentido ir a una investidura si esta no se fuera a ganar. Fuentes municipales ajenas a los naranjas creen que, si no han dado ya el paso, es precisamente por no tener todos los flecos cerrados.

La localidad es vista en la formación como un escaparate importante de cara a 2023. Es uno de los municipios más poblados de la región y, más allá del papel de Villacís como vicealcaldesa de la ciudad de Madrid, sería un salto en sus intentos de reflotar la marca de Ciudadanos en la comunidad tras el descalabro experimentado en las elecciones del pasado 4 de mayo, en las que se quedaron fuera de la Asamblea tras la ruptura de Isabel Díaz Ayuso.