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Barajas: los datos que apuntan a que es un 'coladero' de positivos
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¿Quién controla a los viajeros?

Barajas: los datos que apuntan a que es un 'coladero' de positivos

Llega el verano y aumenta el tráfico de vuelos, pero el control sanitario en el aeropuerto es limitado. Solo al 7% de los viajeros se le hace el test. En tres meses, se han detectado más de 100 contagios llegados desde Colombia

Foto: Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. (Reuters)
Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. (Reuters)

Jueves, 10 de junio. Los relojes peninsulares están a punto de marcar las 12 del mediodía mientras varias familias se agolpan en la entrada de Barajas, esperando a que aterricen los aviones que traen a sus hijos, hermanos o parejas. Casi todos son latinos, dado que a esa hora llegan vuelos con procedencia de Cuba y República Dominicana. Refugiados tras unos abanicos que les resguardan del bochornoso calor de Madrid, los que esperan no pueden acceder a las clásicas puertas tras las cuales se aguardaba antes la llegada de los viajeros, porque así lo impiden los guardias de seguridad por motivo del protocolo covid del aeropuerto. A la media hora comienzan a llegar los pasajeros, que portan consigo maletas, mochilas y documentos que justifican su viaje: PCR o prueba de antígenos y también un documento que exige ahora el Ministerio de Sanidad de Carolina Darias para explicar el motivo del desplazamiento.

Un trabajador encargado de los controles a los viajeros que llegan a Barajas confirma que "las pruebas son muy aleatorias en casi todos los vuelos excepto en los de código rojo”, es decir, los de zonas de riesgo. La aleatoriedad la establece un sistema informático programado para elegir a qué pasajeros se les pide pruebas negativas y a quiénes no. Sin embargo, este empleado ha observado ciertas anomalías: “A algunos países parece que no se les pida prácticamente ninguna PCR, como India o Reino Unido”, pese a que las variantes Delta y Alfa, provenientes de estos dos países, son las más propagadas ahora mismo. Desde AENA aseguran que se les solicita PCR a todos los pasajeros de esos vuelos. Mientras tanto, el Gobierno madrileño advierte del aumento de casos de la cepa india, habiendo detectado casi tres decenas de positivos desde mediados de mayo, incluyendo 18 solo en la primera semana de junio. De Colombia, otra zona 'caliente', han llegado más de un centenar de contagiados a Barajas en los últimos tres meses.

El descontrol, contado desde dentro

Respecto a los formularios con los datos personales y de vuelo (destino, motivo, etc.) que deben completar los viajeros antes o durante el vuelo, este trabajador confirma lo que nos cuentan los viajeros, es decir, que “no hay ningún control de que sea cierta” la información con la que los rellenan. Los pasajeros pueden “comprarse un billete de avión a otro destino desde España que luego puedan cancelar y fingir que solo va a hacer escala en Barajas, porque así no se les pide PCR, ya que en teoría su destino no sería este país”.

Foto: Control de pasajeros en el aeropuerto de Madrid. (EFE)

Aun así, las cosas han mejorado relativamente desde el comienzo de la pandemia. “Al principio se fueron modificando constantemente los controles, no tenía nada que ver”, porque “no había tantas restricciones, era mucho más simple”. Es decir, durante los primeros meses, en los que se registraron más contagios y muertes, “la PCR era mucho más aleatoria todavía”.

Algunos pasajeros incluso intentan escaquearse de los controles, aprovechando que “a veces hay mucha acumulación de gente y es una locura” intentar controlar a todos, explica este trabajador. El problema aumenta cuando coinciden varios aterrizajes seguidos.

Fuentes de AENA han confirmado a este periódico que durante la pandemia están dando apoyo con personal y medios materiales al Ministerio de Sanidad. El verano pasado la empresa reforzó los controles con dos contratos con Quirón e Interserve (Acciona); esta última compañía se ha visto envuelta en la polémica por las condiciones de sus empleados, que trabajan con condiciones precarias y con una formación muy limitada, según adelantó El Confidencial en julio de 2020.

El problema reside también en el desequilibrio de personal: De AENA, la empresa pública —dependiente del Ministerio de Transportes— que gestiona Barajas, "apenas hay personal, solo están por ahí haciendo fotos”, afirma. “En sus puntos de información hay muy pocas personas, no hay nadie por ahí para informar, estamos otros haciendo ese papel”. Por otro lado, critica que los empleados de control reciben una formación “ridícula”: Se limita a “un par de vídeos” y unos “exámenes con preguntas muy básicas”. Los trabajadores no han tenido a nadie que les explique cómo hacer bien su trabajo, sino que han tenido que ir aprendiendo sobre la marcha.

placeholder Una de las trabajadoras de Barajas toma la temperatura a una pasajera. (Reuters)
Una de las trabajadoras de Barajas toma la temperatura a una pasajera. (Reuters)

En referencia a los trabajadores de las subcontratas, encargadas de revisar las PCR, este otro empleado es muy crítico con la realidad dentro de Barajas: “Es un cachondeo, sinceramente”, porque “están de juerga, con el teléfono todo el día”. Y no parezca que tengan o les encomienden funciones que cubrir: “Hay un personal excesivo, sobran muchas personas porque la mayoría no hacen nada”. El contrato firmado es de 8,9 millones de euros, pero son prescindibles “la mitad de los que están”. Y no es el precio más alto que ha pagado AENA: por los controladores de Interserve, encargados de la toma de temperatura y el control documental, se han gastado 10,8 millones.

Foto: Los científicos creen que las vacunas existentes ayudan a prevenir la enfermedad grave contra la variante india. (Reuters)

Directos al hotel medicalizado, o al hospital

Durante los primeros cuatro meses de este año ha habido 2,1 millones de pasajeros en los aeropuertos españoles, y el 37% de los vuelos tenían como destino Barajas, donde, entre enero y abril, se realizaron 43.750 test; es decir, solo se le hicieron test de antígenos al 7,4% de los viajeros. Sobre este dato, AENA asegura que "le falta el contexto, ya que todos los pasajeros tienen que mostrar en origen el resultado de un test, que es comprobado por las aerolíneas antes del embarque", y que "los test de antígenos realizados en Barajas se realizan en casos sospechosos. Es en realidad una forma de reforzar el control, pese a que en origen antes de embarcar los pasajeros hayan tenido ya que presentar el resultado de su test para poder subirse al avión".

Fuentes de la Comunidad de Madrid califican el dato del 7,4% como “una cifra ridícula” que según ellos “evidencia la falta de control real”. Además, dicen no tener constancia de que Sanidad Exterior (dependiente del ministerio de Carolina Darias) “haya aplicado medidas excepcionales a los viajeros de aquellos vuelos en los que se hayan detectado casos positivos una vez hayan tomado tierra, ni como destino ni como tránsito”. Mientras tanto, desde Sanidad afirman que “los test en los aeropuertos se realizan a las personas con código rojo en el proceso de control sanitario por sospecha de covid, así como a los viajeros que proceden de destinos con un seguimiento especial”.

En la Comunidad de Madrid apuntan al fin de semana del 14 al 16 de mayo, en el que se dio traslado de 21 personas contagiadas con coronavirus desde Barajas al hotel sanitarizado Ayre Gran Hotel Colón. De estos, diez ciudadanos procedían de Colombia, cinco de República Dominicana y el resto voló en otros seis vuelos distintos con origen en Europa, Sudamérica y África. Tres de ellos vinieron con PCR positiva, uno trajo unos resultados con datos incompletos y otro se presentó con una prueba caducada, lo que según el Gobierno regional "evidencia la falta de control". Además, el trabajador del aeropuerto con el que ha hablado El Confidencial afirma que "ha habido gente con PCR falsa", o que ni siquiera la traían porque al ser aleatorio "igual no se las pedíamos". Desde AENA afirman que estos positivos detectados y sus traslados demuestran que los controles "sí funcionan".

placeholder La ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE)
La ministra de Sanidad, Carolina Darias. (EFE)

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado en los últimos días nuevas medidas, como que los pasajeros deberán rellenar antes de salir del país de origen del vuelo un formulario de control sanitario y que se les someterá a una “toma de temperatura, un control documental y un control visual sobre el estado del pasajero” a la llegada a España. Esta actualización del protocolo ha sido criticada desde la Comunidad de Madrid por ser “muy limitada”. Señalan además que “están llegando pasajeros con ciclos de transmisión por debajo de 20-18, que es cuando más infectivo eres”, lo que lleva a la conclusión de que esas personas embarcaron estando ya enfermas y con síntomas evidentes.

En Iberia confirman que ellos se ocupan de los controles de documentación en las puertas de embarque —dependiendo de lo que se exija a los viajeros de cada país de origen—, aunque no hacen tomas de temperatura. Su función es comprobar, de forma previa al inicio del vuelo, que los pasajeros lleven las pruebas PCR o los papeles que sea necesarios en cada ocasión. Sin embargo, no son ellos quienes se ocupan de estas cuestiones al llegar a Barajas, sino que esto depende del Ministerio de Sanidad. Esto mismo aseguran desde la compañía Air Europa, cuyo personal comprueba que los pasajeros tengan la documentación en regla, pero “al llegar al destino son las autoridades sanitarias quienes se hacen responsables”. Por otro lado, en el departamento de Asuntos Exteriores sostienen que no tienen ninguna competencia a este respecto. Sin embargo, las embajadas en los países de origen pueden orientar a los nacionales que quieran volver a España.

Además, los trabajadores aéreos piden mayor protección. Desde el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) piden que se incluya a las tripulaciones en el plan de vacunación, debido a los "desplazamientos constantes" a distintos países y "las condiciones de trabajo en entornos con alta densidad de personas de diferentes procedencias". Quieren evitar que los pilotos y azafatos puedan ser "vectores de contacto que transmitan el virus". Por eso mismo se han puesto en contacto con el Consejo Interterritorial y los ministerios de Transportes y Sanidad para pedri ser incluidos en el plan nacional de vacunación, pero no han recibido respuesta. "Ni siquiera está en el orden del día, y no entendemos por qué", dicen.

Ayuso insiste en que faltan controles

El aeropuerto de Barajas, el primero en número de pasajeros en España, ha estado en el punto de mira desde que entraron por él los primeros casos de covid en la Península en febrero de 2020. En un caso similar al del Hospital Isabel Zendal, Barajas ha servido como arma arrojadiza entre unos y otros, sobre todo para los gobiernos estatal y madrileño. Desde el gabinete de Isabel Díaz Ayuso critican que se haya convertido en “un coladero” en el que no se llevan a cabo los controles y protocolos necesarios.

placeholder La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Tanto es así, que el grupo parlamentario del Partido Popular de Madrid ha registrado una petición para crear una comisión de investigación sobre Barajas. Pedro Muñoz Abrines, portavoz adjunto del PP en la Asamblea, defiende que el objetivo de la comisión “no es controlar al Gobierno, sino analizar la incidencia que han podido tener en la Comunidad de Madrid la expansión del covid por las entradas por Barajas”, ya que "desde el momento que un viajero cruza la puerta del aeropuerto pasa a ser responsabilidad de la comunidad autónoma".

Afirma que quieren saber “cuál era el nivel de eficacia de las medidas propuestas por el Gobierno” de Díaz Ayuso. Pone el ejemplo del caso de la variante británica, que desde que comenzó a detectarse la administración madrileña pidió un aumento de los controles, y ahora “es mayoritaria en Madrid y en casi toda España, y ha entrado en nuestro país fundamentalmente por vía aérea”.

El diputado asegura que los populares están “convencidos de que Barajas ha sido un elemento muy importante a la hora de extender el virus en la Comunidad de Madrid”. Además, recuerda que el Gobierno autonómico propuso diferentes ideas que podrían haber sido eficaces para frenar la expansión del virus: Haber hecho restricciones puntuales de ciertos vuelos (por ejemplo, lo que llegaban desde Italia al principio de la pandemia), más pruebas de antígenos a los pasajeros y pedir certificados a todos los que llegaban al aeropuerto y no “de forma aleatoria a un porcentaje ínfimo” de los viajeros.

Jueves, 10 de junio. Los relojes peninsulares están a punto de marcar las 12 del mediodía mientras varias familias se agolpan en la entrada de Barajas, esperando a que aterricen los aviones que traen a sus hijos, hermanos o parejas. Casi todos son latinos, dado que a esa hora llegan vuelos con procedencia de Cuba y República Dominicana. Refugiados tras unos abanicos que les resguardan del bochornoso calor de Madrid, los que esperan no pueden acceder a las clásicas puertas tras las cuales se aguardaba antes la llegada de los viajeros, porque así lo impiden los guardias de seguridad por motivo del protocolo covid del aeropuerto. A la media hora comienzan a llegar los pasajeros, que portan consigo maletas, mochilas y documentos que justifican su viaje: PCR o prueba de antígenos y también un documento que exige ahora el Ministerio de Sanidad de Carolina Darias para explicar el motivo del desplazamiento.

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