"Bal cumplió con creces": Cs confía en que el debate les devuelva 10.000 votantes clave

Ciudadanos tenía muchas expectativas puestas en el debate de Telemadrid (decisivo, porque es el único en el que estará Isabel Díaz Ayuso) por dos motivos fundamentales: dar a conocer a su candidato, Edmundo Bal, que junto a la de Más Madrid es el menos reconocible entre los electores, y, al mismo tiempo, explotar la que consideran su mayor virtud frente a los rivales: solvencia y conocimiento sin bajar al barro. “Habló para los que queríamos que escucharan. Ha cumplido con creces”, aseguran en su equipo de campaña.

Mientras la mayoría de encuestas señalan que Ciudadanos se puede quedar a las puertas de entrar en la Asamblea (necesitan alcanzar el 5% del voto), el partido naranja planteó a su candidato acudir al debate hablando “a un nicho más reducido y exigente” con el objetivo de sumar los 10.000 votos de los que depende obtener representación. Con una participación en torno al 70%, según los cálculos del partido, necesitarían unos 165.000 votos para obtener escaños en el Parlamento autonómico. Al ser circunscripción única, si llegan al corte del 5%, podrían entrar directamente con siete escaños.

“Las salidas de tono de los demás les dieron más protagonismo al resto, pero Bal se ganó un espacio con propuestas y evitando entrar en los ataques”, explican en su entorno más cercano, insistiendo en que hay partido en esta recta final. Además, consideran positivo que Ángel Gabilondo diera el paso de “abrazar” a Iglesias, porque les permite dirigirse a un electorado de centro que rechaza un pacto con el candidato de Unidas Podemos. “Pablo, tenemos 12 días para ganar”, dijo el socialista.

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Si el objetivo que buscaban para el debate se traduce en votos, solo se sabrá el 4 de mayo por la noche o en días previos con los últimos sondeos. En Ciudadanos, aseguran que los datos de aceptación tras el cara a cara con sus rivales les favorecen. “No gritó y no entró a las peleas del resto, pero demostró una posición moderada y no frentista de la política, además de solvencia en sus propuestas y cintura a la hora de responder a unos y otros”.

“Fue el mejor candidato a la presidencia en un plató más propio de 'Sálvame”, aseguran dirigentes de la formación, resaltando su capacidad de haber dejado a un lado las broncas del resto. Entre los principales ataques, destacaron los mantenidos entre Ayuso y Pablo Iglesias, aunque Bal también confrontó con la candidata de Vox, Rocío Monasterio, que le llamó traidor en dos ocasiones: “No va a volver a engañar a sus votantes”, dijo la líder del partido ultra en Madrid, hasta que Bal decidió interrumpir para recordarle “sus casi 30 años de servicio a España como abogado del Estado”. Monasterio no encontró otra respuesta más que “esperaba que se volviera a la Abogacía” tras el 4-M, y volvió a echarle en cara los “engaños a sus votantes”.

Bal también tuvo algún rifirrafe con el socialista, aunque fue Gabilondo quien trató de hacer ironía con la posición de los naranjas, desvelando que aún persigue a sus votantes a pesar de que en la campaña no parece estar teniendo éxito con la captación. Cuando el candidato de Ciudadanos presumió de los logros económicos de la comunidad madrileña, incluso durante la pandemia, recordando que esa área recaía en un consejero de su partido, Gabilondo le espetó: “Pues felicítele. Habrá que ponerle una calle en Madrid si ha conseguido todo eso”. No fue la única vez que respondió con sorna.

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Al insistir Bal en que volvería a reeditar el pacto de gobierno con Ayuso, dejando claro como hizo en una reciente entrevista con este diario que “lo que hay que decidir es si su socio sigue siendo Ciudadanos o lo cambia por Vox”, Gabilondo criticó defender “la ideología del PP” en todo momento. Bal respondió entonces que su única ideología es “el centro”, y el socialista ironizó una vez más: “Conozco ese sitio”.

En el partido, tampoco ven mal que Bal no aparezca como ganador en las encuestas 'flash' tras el debate, como la de Sigma Dos, porque entienden que los candidatos mejor valorados solo lo son por aquellas personas que ya les iban a votar. Se quedan, de hecho, con otro de los parámetros: también el candidato de centro aparece en último lugar a la pregunta de quién lo hizo peor. “No genera ningún rechazo y eso, para el votante que buscamos, es bueno”.

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El partido naranja considera que su entrada en la Asamblea depende realmente de un puñado de votos, aunque todas las fuentes consultadas consideran “difícil” que alcance representación, por mucho que las encuestas señalen que hay muchas opciones de que sea así. Niegan la mayor y auguran que habrá sorpresa. Además, aunque ninguno de los debates que faltan por celebrarse contará con Ayuso, consideran que servirán para apuntalar el perfil de Bal, “que no tiene competencia”.

En el PP, reconocen que Bal no jugó mal sus cartas en el debate. Fuentes del entorno de Ayuso aseguran que cumplió con su función y destacó dejando clara su trayectoria como abogado del Estado, aunque dan por hecho que no conseguirá el objetivo que perseguía: convencer a votantes que se decantan por la popular para volver a la bolsa de votantes de Ciudadanos. “No lo van a conseguir”, auguran, convencidos además de que se quedarán lejos del 5% necesario.