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"Telemadrid es incontrolable". El regalo envenenado de Cifuentes a Ayuso
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Debate electoral

"Telemadrid es incontrolable". El regalo envenenado de Cifuentes a Ayuso

La presidenta de la CAM acepta debatir en Telemadrid tras muchas dudas. La relación de la tele con Ayuso no pasa por un buen momento. Son 30 años de lucha por el control del ente público

Foto: Imagen: Laura Martín.
Imagen: Laura Martín.

Y a Ayuso se le paró el reloj.

¿Qué pasó el 19 de mayo de 2019 en el debate electoral de la CAM en Telemadrid? Todos los candidatos tenían un iPad en el atril para consultar su tiempo disponible, pero el cronómetro de Isabel Díaz Ayuso se paró, confundiendo a la candidata del PP. Fruto del calentón, el PP acusó en los pasillos a Telemadrid de sabotaje; la cadena habló de error. A Ayuso no le salió bien el debate.

El reloj de las relaciones entre Ayuso y Telemadrid se paró ese día.

Isabel Díaz Ayuso se convirtió en presidenta de la CAM. El presidente electo daba siempre su primera entrevista a Telemadrid, pero Ayuso no solo no lo hizo, sino que no volvió a pisar la sede de la tele autonómica los siguientes dos años. Dio alguna entrevista más a Telemadrid, pero siempre en otros lugares, como la sede de la CAM en Sol. Ayuso volvió a pisar Telemadrid el pasado miércoles, para participar en el programa ‘120 minutos’. Al día siguiente, y tras recular en un principio, Ayuso aceptó celebrar un debate electoral en Telemadrid la próxima semana.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

El malestar entre Ayuso y Telemadrid no surgió por un cronómetro parado, ese episodio solo muestra una relación marcada por la suspicacia y la desconfianza desde el principio, porque el problema de fondo es otro: la dificultad para conciliar intereses políticos e independencia del ente público televisivo, psicodrama habitual en democracia, con TVE y las teles autonómicas bajo permanente presión política más o menos grosera.

El despecho de Dragó

Como el PP lleva 30 años al frente de la CAM, las relaciones con Telemadrid han pasado por todos los estados posibles: buen rollo, mal rollo, dejar hacer, control férreo… Incluso todo ello al mismo tiempo. Alberto Ruiz-Gallardón tuvo más mano izquierda que Esperanza Aguirre, durante cuyo mandato se tomaron decisiones chocantes en la tele autonómica, como poner a Hermann Tertsch y a Fernando Sánchez Dragó a presentar los telediarios.

Espe y Dragó protagonizaron un suceso que resume involuntariamente esos años. Cuando Rajoy perdió sus segundas elecciones ante Zapatero, el primero en pedir su cabeza fue Dragó en su telediario nocturno de Telemadrid. A la mañana siguiente, la hermana de Rajoy (Mercedes) llamó a Esperanza Aguirre llorando: la acusó de lanzar a Dragó contra su hermano. Esa tarde, en un tensó comité ejecutivo nacional del PP, se acusó a Aguirre de conspirar contra Rajoy y utilizar Telemadrid para hacer más campaña por UPyD que por el PP de Rajoy. La versión de Aguirre era otra: nunca dio orden alguna a Dragó, sino que el presentador (según le confirmó personalmente) cargó contra Rajoy por despecho: le había anulado una entrevista días antes. Si damos por buena la versión de Dragó y Aguirre, esta historia sería la excepción que confirma la regla: hasta sus compañeros de partido estaban convencidos de que nada sucedía en Telemadrid sin que Aguirre diera el visto bueno.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Si la Telemadrid de Aguirre rozó la desaparición por falta de audiencia y financiación, a Cristina Cifuentes le debemos (con el apoyo imprescindible de Ciudadanos) la ley que otorgó a Telemadrid una independencia inédita los años anteriores. La ley blindó a los directores del ente con seis años de mandato para sobrevivir a los cambios de legislatura; solo podrían tumbarles con el apoyo de dos tercios de la Asamblea. Los políticos perdían control sobre los directores de Telemadrid.

"Almeida no está en guerra contra Telemadrid"

Los equilibrios entre el PP y la tele autonómica, en definitiva, son ambiguos de toda la vida, y hasta simultáneamente contradictorios: Ayuso se lleva mal con Telemadrid y el alcalde Almeida se lleva bien. “Almeida no está en guerra contra Telemadrid”, resume un trabajador de la casa.

Fue aprobar Cifuentes la ley que daba más autonomía a Telemadrid... y retransmitir la cadena una comisión de investigación parlamentaria sobre un posible caso de corrupción en el PP regional (la concesión de la cafetería de la Asamblea). Cifuentes, en definitiva, se arrepintió pronto de su propia ley, aunque apechugara con ella sin grandes escándalos. La época en que las mayorías absolutas facilitaban el control político de una tele se había acabado.

Una noticia positiva

En definitiva, con Cifuentes, las cosas también fueron complicadas, pero la relación con Ayuso tiene muchos más decibelios, cuentan en la tele. Y por ruido entendemos: a) los agresivos tuits contra la cadena de Miguel Ángel Rodríguez (MAR): "¡Cojona! ¡Telemadrid da una noticia positiva de Díaz Ayuso! ¿Es que su director general y su jefe de Informativos están de vacaciones?" (MAR lo dijo cuando aún era solo un asesor de Ayuso y no el fontanero mayor del reino), b) las declaraciones de Ayuso asegurando ser “la única presidenta que tiene una televisión que le es crítica”, c) las de Esperanza Aguirre diciendo que “Telemadrid es podemita a muerte” o d) que el PP sea el partido más beligerante contra ‘su’ tele en la comisión de control del ente público, con la oposición defendiendo ahora la ley Cifuentes para Telemadrid (¿el mundo al revés?).

Foto: Sede de Telemadrid en Madrid. EFE

No hay que ser un genio del 'marketing' político para entender que, al margen de los quebraderos internos que genera la hostilidad del PP hacia la cadena, estos choques han dado a Telemadrid pedigrí como tele independiente. Cuentan trabajadores de la casa que el director del ente, José Pablo López Sánchez, practica más el control interno y menos la independencia de lo que parece, pero los ataques del PP pueden acabar convirtiendo a López Sánchez en mito de la resistencia a los tejemanejes políticos.

"Las llamadas del PP para quejarse de una cobertura o pedir la cabeza de un presentador son constantes. Antes y ahora"

En lo que coincide todo el mundo es en que Telemadrid está en su mejor momento en una década, con cuatro años de subidas de audiencia (la cobertura de Filomena le dio su mejor dato en 10 años), cuentas tirando a saneadas (pese a la precariedad y la falta de acuerdo sobre la siguiente ronda de financiación pública) y un modelo periodístico centrado en los directos y la información pura y dura.

“Las llamadas del PP para quejarse de una cobertura o pedir la cabeza de un presentador son constantes. Antes y ahora”, cuenta un trabajador de la cadena, que dispara más allá. “El PSOE también llama para quejarse, eh, también es un partido con mucha ramificación en las instituciones. Podemos y Ciudadanos son los menos pesados”. ¿Y Vox? “Bueno, Vox al menos va de cara”.

“Ciudadanos ha sido clave para que el PP no volviera a entrar a caballo en Telemadrid”, añade. Las relaciones entre el director de Telemadrid y la CAM se resumen así: Aguado le cogía el teléfono y Ayuso no. Pero claro: quizá Ciudadanos no esté en el próximo Gobierno... “Hay temor en Telemadrid a lo que pueda pasar después de las elecciones”, zanja. No obstante, el futuro del director de Telemadrid (con mandato hasta 2023) parece garantizado por la ley Cifuentes.

Dice el PP que siempre que Ayuso sale en Telemadrid hay lío, y algo de razón tienen. Es historia de la televisión autonómica: la periodista Silvia Intxaurrondo le preguntó a Ayuso por las contrataciones del nuevo hospital Zendal, y la presidenta se metió en un jardín de confusión. "Esas preguntas no se le hacen a una presidenta autonómica", espetó Ayuso a Intxaurrondo en directo. ¿Hostilidad o periodismo?

“No es ni remotamente una cadena podemita. Ahora bien: si los que critican que Telemadrid ya no es lo que era se refieren a la Telemadrid de Sánchez Dragó y Cuca Vinuesa, pues sí, ya no es lo que era: ahora es una cadena con más pluralidad social, como demuestran las continuas subidas de audiencia”, cuenta otro empleado que prefiere no dar su nombre.

En 2015, cuando se aprobó la ley para Telemadrid, la portavoz del PP en la comisión de control de la cadena, Isabel Díaz Ayuso, dijo en la Asamblea que la nueva Telemadrid daba “miedo” a la oposición “porque no la pueden controlar, pero tienen que estar tranquilos, porque nosotros tampoco”.

Y en esas estamos.

Y a Ayuso se le paró el reloj.

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