La crispación política y social por el 4-M se recrudece tras el acto de Vox en Vallecas

El partido de Santiago Abascal llevaba semanas encontrando dificultades para captar el foco en la precampaña de las elecciones madrileñas. Con una Isabel Díaz Ayuso en auge y sin terminar de encontrar su lugar en el tablero, Vox dio un giro en los últimos días tratando de calcar las tácticas que le funcionaron en Cataluña, donde visitaron barrios obreros y con alta presión migratoria para poner el foco en un discurso contra la inseguridad. En la Comunidad de Madrid, eligieron como primera parada Vallecas, y el acto, como había sucedido en la contienda catalana, fue respondido con una contramanifestación violenta de grupos de antifascistas y los hechos se saldaron con más de una docena de heridos y al menos dos detenidos.

[Álbum | Las imágenes de las protestas]

Tras las primeras semanas en que la candidata popular se mantenía en el centro del debate, el mitin de Vox de este miércoles y los disturbios que se produjeron a su alrededor volvieron las miras hacia el partido. Con acusaciones de provocación entre los dirigentes de Unidas Podemos y el apoyo de PP y Ciudadanos frente a los violentos, la candidatura de Rocío Monasterio recuperó este miércoles visibilidad en un contexto marcado por la expectación generada por acudir a un barrio de tradición de izquierdas como el vallecano y, posteriormente, por la contestación de grupos radicales que lanzaron todo tipo de objetos y patearon a los agentes de la Unidad de Intervención Policial.

Los acontecimientos fueron rápidamente condenados por la presidenta madrileña, que trasladó su "apoyo" a Vox "ante los ataques intolerables sufridos". "Madrid es de todos. También en un momento en que la extrema izquierda se derrumba en los barrios que se creían 'suyos", argumentó la cabeza de lista popular minutos después de que finalizara el acto, en el que fue herido en una mano el diputado por Guadalajara Ángel López. "Los radicales no toleran la libertad", comentó su compañero de filas Teodoro García Egea.

También desde la bancada socialista se produjo una condena contra "las actitudes violentas". El presidenciable del PSOE, Ángel Gabilondo, que ha centrado su campaña en el rechazo a las posiciones más radicales y a la confrontación, rechazó lo ocurrido. "Lo sucedido en Vallecas es muy serio. El extremismo se alimenta de extremismos. Las actitudes violentas son siempre rechazables", aseveró en su cuenta de Twitter. "Tenemos que parar esta espiral y hacerlo democráticamente votando masivamente con nuestras convicciones. Y parando el camino del miedo y del odio", apostó.

Quien se opuso a lo ocurrido fue el secretario general de Podemos y candidato de la formación, Pablo Iglesias, que acusó a Vox de "ir a provocar violencia a Vallecas". "Las imágenes son inequívocas: se ve a un ultra lanzar objetos contra los vecinos y a Abascal romper el cordón policial junto a sus matones para provocar una carga", señaló el ya exvicepresidente segundo del Gobierno, que fue uno de los más mencionados durante el acto que tenía lugar en su antiguo barrio.

Monasterio cargó en sus intervenciones contra Iglesias, al que calificó de "izquierda caviar". "¿Dónde está ahora? En Galapagar. Os han traicionado", afirmó la líder regional del partido, que afronta los comicios en una tendencia descendente y perdiendo apoyos en favor de Díaz Ayuso. Los dirigentes expusieron en la tarde de este miércoles sus consignas contra la inmigración irregular, que vinculan con la inseguridad de los barrios de rentas bajas, como hicieron en la campaña catalana. "Los barrios también son nuestros y Vallecas es nuestra", apostilló Abascal.

En las imágenes, podía verse a radicales de distinto signo lanzarse objetos y antifascistas tirando piedras a los simpatizantes de Vox y agrediendo a policías. Los hechos se produjeron después de que grupúsculos de izquierda realizaran convocatorias en redes sociales reclamando a los vecinos y a sus seguidores que acudieran al mitin de Vox. Las formaciones de izquierda madrileña (PSOE, UP y Más Madrid) habían firmado en las horas previas un comunicado pidiendo que se evitara "cualquier conflicto que pueda instrumentar Vox en su beneficio".

Desde Ciudadanos, que durante la jornada había cuestionado la asistencia de Vox al sugerir que no iban a "hacer política" y que ellos están todos los días en Vallecas, condenaron lo sucedido. "Es de vergüenza que tengamos que ver estas imágenes en el Madrid de 2021. Mi rotunda condena a la violencia ejercida por los radicales hoy en Vallecas, mi apoyo a los agredidos y mi agradecimiento infinito a la policía por su labor. Frenemos ya esta deriva", pronunció en su perfil de Twitter Inés Arrimadas. "No hay derecho a acosar a nadie por sus ideas", añadió el candidato naranja, Edmundo Bal.

En Más Madrid, su candidata, Mónica García, evitó rechazar lo acontecido y cargó contra Vox: "Vive únicamente de la provocación, el odio y la intolerancia". Poco antes se había pronunciado el fundador de la formación, Íñigo Errejón. "Vox puede quedarse fuera de la Asamblea de Madrid y por eso ha ido hoy a Vallecas a insultar a sus vecinos", criticó en una publicación en redes sociales, en la que también puso en duda la actuación policial contra los manifestantes contrarios a Vox. "¿Notaríamos la diferencia si la Delegación del Gobierno de Madrid estuviese en manos del PP?".