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La cuarta ola del coronavirus polariza al máximo la campaña en Madrid
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EL 4-M Y LA GESTIÓN SANITARIA

La cuarta ola del coronavirus polariza al máximo la campaña en Madrid

El empeoramiento de la crisis sanitaria copará las próximas semanas en la capital. Ayuso da por hecho que el Gobierno "retorcerá" la pandemia y la izquierda espera "darle la puntilla"

Foto: Varios turistas en la plaza Mayor de Madrid. (EFE)
Varios turistas en la plaza Mayor de Madrid. (EFE)
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Cuando todavía están por verse los efectos derivados del puente de San José y en plena Semana Santa (las consecuencias llegarán más adelante), Madrid se encuentra inmersa en un repunte de contagios por coronavirus —supera ya los 250 casos a 14 días por cada 100.000 habitantes— en lo que ya hay expertos que califican como la cuarta ola. El propio Fernando Simón aseguró que la gravedad que reflejen los datos de los próximos días determinará si finalmente es solo “una olita” o, por el contrario, la situación vuelve a cotas muy preocupantes. En este momento el riesgo ya es “muy alto”.

No hay un solo partido político que no asuma la cuarta ola como el tema nuclear de la campaña electoral. Mientras el PP asegura que Moncloa “utilizará” el nivel de incidencia para “atacar” a la presidenta regional y sus políticas, en el PSOE insisten en contraponer los modelos de gestión para hacer frente el avance del virus. Vox es con diferencia el partido que más laxitud exige a pesar de los datos actuales, siendo partidario de eliminar los toques de queda y los confinamientos perimetrales que, a su juicio, son, además, “arbitrarios”. En Unidas Podemos creen que el empeoramiento de la crisis sanitaria puede ser muy perjudicial para Ayuso, y Más Madrid exhibe la alternativa con su propia candidata, anestesista en el Hospital 12 de Octubre y partidaria de restricciones mucho más severas.

En realidad, las cifras en Madrid han mejorado mucho en los últimos dos meses, pero siempre se han mantenido por encima de los umbrales de riesgo muy alto. En enero el pico marcó su máximo al superar los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes y en febrero bajaron de forma drástica, incluso registrando 222 casos. Ahora han vuelto a subir y la curva se mantiene en ascenso. La ocupación de las UCI es la otra cara de la moneda y, aunque el sistema puede estresarse todavía más, la ocupación de las camas de cuidados intensivos siempre ha estado por encima del 25%.

El mes de abril estará marcado, con toda seguridad, por un repunte de casos a la espera de la respuesta que vaya dando el Ejecutivo de Ayuso y que, según confirman fuentes de su entorno, pasará por mantener su hoja de ruta manteniendo abierta la actividad económica en la región y limitando las restricciones a las zonas básicas de salud.

En la Puerta del Sol dan por hecho que los partidos de la izquierda “retorcerán” el avance de la pandemia, “como se está viendo con el turismo francés”. Insisten en que “la campaña es tan burda y descarada que no encontrarán respaldo en la sociedad” y siguen confiando en que Ayuso registrará un éxito electoral rotundo. Las imágenes de fiestas en apartamentos y en las calles del centro de Madrid, muchas de ellas con turistas de origen francés, han acaparado el debate público sobre si la capital se ha convertido en un refugio para jóvenes europeos que viven en ciudades con restricciones mucho más severas.

El Gobierno madrileño ha evitado condenar las imágenes e incluso la presidenta ha acusado de “tintes xenófobos” las acusaciones vertidas por la oposición. “Vergüenza”, “disparate”, dicen los candidatos del bloque de la izquierda exigiendo el fin de estos episodios. En la comunidad aseguran que la entrada de los turistas es competencia estatal y piden a Sánchez “hacer más controles” en las fronteras en vez de criticar el consumo en la capital. Enrique López, consejero de Interior, considera que el objetivo del Gobierno es “atemorizar” a la población y “justificar” nuevas medidas “sin soporte epidemiológico”.

Foto: Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. (David Mudarra)

Por su parte, los partidos del bloque de izquierda preparan ya no solo argumentarios, sino medidas programáticas para poner en evidencia la gestión de Ayuso contra la que quieren arremeter. “Una cuarta ola sería una pésima noticia para todos”, indican fuentes socialistas, asegurando que su preferencia es “impedir que se produzca, más que estudiar su efecto electoral”. En esta línea, Ángel Gabilondo presentó ayer junto a varios alcaldes socialistas un plan de choque sanitario y económico urgente para hacer frente a la pandemia en la comunidad. El candidato socialista subió el tono este martes en toda una declaración de intenciones: “O nos tomamos en serio la cuarta ola del covid y la frenamos, o dejamos que el negacionismo del Gobierno de la Plaza de Colón ponga en riesgo más vidas”.

En la dirección de Unidas Podemos tienen claro que la cuarta ola ocupará un lugar central en su campaña y, especialmente, enmendar por completo las políticas de la presidenta regional que para el partido morado encarna el “trumpismo” en España. Ese será uno de los ejes básicos y entienden que el empeoramiento de los datos podría contribuir a dar la puntilla a Ayuso el 4-M.

En Más Madrid ya comenzaron el lunes a analizar la irrupción de la cuarta ola por la posibilidad de que monopolice el debate electoral, como todo apunta finalmente que ocurrirá. Entienden que de continuar la actual evolución “sería terrible, humana y socialmente”, pero confían en el papel de su candidata, Monica García, para hacer una propuesta constructiva. “Mónica ha sido claramente la oposición a Ayuso durante la pésima gestión de la pandemia en Madrid”, concluyen, para poner en valor el perfil no solo de jefa simbólica de la oposición en la Asamblea desde el estallido de la pandemia, sino también de profesional sanitaria y con conocimiento sobre el terreno de la crisis del coronavirus.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, y la candidata en Madrid, Rocío Monasterio. (EFE)

Desde el Gobierno central se mantienen firmes en la defensa de las restricciones, sobre todo a las puertas de los días festivos de la Semana Santa. Ya la ministra portavoz, María Jesús Montero, volvió a repetir este martes que "el control de la pandemia depende de la actitud individual” para dejar claro que "todavía no hemos llegado a la fase de relajación” ni es posible asumir “ningún descuido". Confían en que el ritmo de la campaña de vacunación vaya aumentando hasta alcanzar el objetivo del 70% de la población inmunizada a finales de verano, aunque el ritmo actual está muy por debajo de las expectativas generadas.

Cuando todavía están por verse los efectos derivados del puente de San José y en plena Semana Santa (las consecuencias llegarán más adelante), Madrid se encuentra inmersa en un repunte de contagios por coronavirus —supera ya los 250 casos a 14 días por cada 100.000 habitantes— en lo que ya hay expertos que califican como la cuarta ola. El propio Fernando Simón aseguró que la gravedad que reflejen los datos de los próximos días determinará si finalmente es solo “una olita” o, por el contrario, la situación vuelve a cotas muy preocupantes. En este momento el riesgo ya es “muy alto”.

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