Colmenarejo, el Ohio madrileño: el pueblo que siempre clava los resultados electorales

Puedo notar cómo la mirada del teniente de alcalde, Luis Gómez, se llena de extrañeza mientras le comento que su pueblo, Colmenarejo, es una especie de oráculo demoscópico que, elección tras elección a la Comunidad de Madrid, ha logrado calcar casi al milímetro los porcentajes de voto de los distintos partidos. Las menciones al 'Ohio madrileño' no contribuyen a hacer más clara la conversación, pero finalmente Gómez hace una breve reflexión y dice "es verdad que esta última vez ganó el PSOE, pero de toda la vida el que ha ganado aquí ha sido el PP".

A pie de calle es imposible saber por qué, de los 179 municipios de la Comunidad, este es el que contiene una miniatura electoral más perfecta de la sociedad madrileña. Hacia finales de esta semana, la plaza de la Constitución de esta localidad de 9.000 habitantes ubicada al noroeste de la Comunidad está frecuentada por muchos jóvenes, que ya disfrutan de sus vacaciones de Semana Santa. En efecto no es el típico pueblo con una media de edad altísima donde todos los menores de 40 han huido. Puede que eso dé alguna pista, al igual que el hecho de que el pueblo sea bastante extenso, con buena parte del terreno ocupado por urbanizaciones o casas de campo.

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"Colmenarejo es prácticamente una ciudad dormitorio", explica Carlos, onubense que lleva años en la sierra de Guadarrama y regenta el bar Castilla, en el centro del pueblo. "Entre semana esto está muerto, pero los fines de semana no se puede hacer una idea de toda la gente que hay". En su mayoría trabajan en Madrid, a media hora en coche.

Se trata de un clásico electoral, que pudimos refrescar en las elecciones estadounidenses del pasado mes de noviembre: quien gana Ohio se lleva la presidencia. En España no funciona de la misma forma —no se vota a candidatos sino a partidos y además existen los acuerdos postelectorales— pero tradicionalmente se ha tildado a Aragón, y más concretamente a la provincia de Huesca, como el Ohio patrio, ya que suelen coincidir con el partido ganador de las elecciones, el segundo y el tercer clasificados. En la Comunidad de Madrid, el efecto es mucho más espectacular.

2019. El PSOE gana las elecciones a la Comunidad (un 27,3% de votos) gracias al batacazo de un PP —bajó de 48 escaños a 30— lastrado por las sentencias a la trama Gürtel y la salida de Cristina Cifuentes y un resultado histórico de Ciudadanos, que llegó al 19% por primera vez en su breve historia. En Colmenarejo ganó el PSOE (25,6%), cayó el PP y Cs obtuvo un 19,94% de los votos. Muy parecido aunque en este caso levemente sobreestimado, quizá por la cercanía del pueblo a los grandes bastiones de voto del partido naranja: toda esa franja pudiente al noroeste de la capital que va desde Aravaca a Villanueva del Pardillo pasando por Las Rozas.

Con multitud de partidos es más difícil acertar, pero los resultados de las urnas en Colmenarejo siempre suelen estar bastante próximos al escrutinio final, al igual que pasa con otros municipios como Loeches, Colmenar Viejo, Alcobendas o la propia ciudad de Madrid, aunque evidentemente a mayor censo menos valor tiene ese 'efecto Ohio'.

El mojo de esta localidad con los resultados electorales no es flor de un día. Desde 1999 su capacidad de representar casi al dedillo los resultados finales está contrastada. En el 99 clavó los del PSOE, en 2003 los de IU, en 2007 los del PP... La única convocatoria en la que se desplazó un poco su capacidad de replicación fue la de 2015, con la irrupción de Ciudadanos y Podemos, un fenómeno mucho más urbano que en Colmenarejo no tuvo el mismo respaldo. Sin embargo, en 2019 los vecinos clavaron el 19,4% del partido de Ignacio Aguado y el 14,6% del de Íñigo Errejón.

Una cosa está clara: Colmenarejo pueblo no es feudo de un solo partido. En el propio ayuntamiento, PP y PSOE empatan a escaños y, como en la CAM, han tenido que recurrir al apoyo de terceros para lograr una estabilidad y dar la alcaldía a la socialista Miriam Polo. "Esto es un ping pong", sentencia Carlos.