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El tirón de Mónica García y el ejemplo valenciano: las razones del "no" de Errejón a Iglesias
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Más Madrid y UP, por separado

El tirón de Mónica García y el ejemplo valenciano: las razones del "no" de Errejón a Iglesias

En las filas de Más Madrid están convencidos de que haber ido con Iglesias habría sido negativo a la hora de movilizar electores y aspiran a que las dos siglas tengan representación

Foto: La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García. (EFE)
La portavoz de Más Madrid en la Asamblea, Mónica García. (EFE)

Más Madrid tenía que decidirse: arrugarse ante la entrada de un peso pesado como Pablo Iglesias para ponerse detrás de su candidatura o seguir con lo previsto y reafirmarse pese a un acontecimiento que trastocaba los planes por su trascendencia. Eligieron la segunda tras horas de reuniones internas durante la tarde del lunes y la mañana del martes en las que pesaron más los argumentos a favor de caminar solos. La posición es clara. Defienden que ir separados podría maximizar la participación y ponen como ejemplo el Acord del Botànic, el pacto con el que PSOE, Compromís y Podemos sellaron el Gobierno de coalición valenciano tras ir por separado a los comicios.

En las filas del partido que impulsó Íñigo Errejón en 2019 no llegaron a tomarse en serio la propuesta que puso sobre la mesa el líder de Unidas Podemos de forma sorpresiva este lunes. Primero pesó la forma en la que el secretario general morado trasladó su decisión y la consecuente petición a Más Madrid. Se enteraron por los medios de comunicación y no hubo contacto previo avisando de un desembarco semejante. En el partido que encabeza Mónica García la noticia cayó más como una envolvente que como una oferta sincera. Más allá de sus reticencias de fondo, se presentaban muchas dudas inmediatas. ¿Una lista unitaria? ¿Primarias exprés entre dos formaciones? ¿Hiperliderazgo? ¿Negociar en cinco días?

Foto: El portavoz parlamentario de Más País, Íñigo Errejón (d), y la diputada autonómica y líder de Más Madrid, Mónica García (i). (EFE)

El contexto no ayudó, pese a que la candidata de MM optó por no cerrar ninguna puerta ni pillarse los dedos en un primer momento. "Hablar", "dialogar", "entendimiento". Estas fueron las palabras que más repitió en sus primeras apariciones, antes de encerrarse con la plana mayor de la formación: el portavoz adjunto Pablo Gómez Perpinyà, Íñigo Errejón y la portavoz municipal en la capital, Rita Maestre. Durante horas, pusieron sobre la mesa todas las posibles aristas que pudieran derivar de cada movimiento, pero rápidamente coincidieron en que debían seguir adelante: venían de una posición de superioridad en la Asamblea y García se había ganado ser la presidenciable tras su labor de oposición durante la pandemia.

La mayor parte de la conversación, que tuvo lugar en la sede orgánica en el barrio de Arganzuela, transcurrió evaluando los posibles escollos que pudieran encontrarse a nivel comunicativo y sabiendo que desde el flanco morado se trataría de poner el foco en el voto útil y en los defectos de la dispersión del voto. Trataron de perfilar la mejor forma de defender su posición durante la tarde del lunes y este martes llegó el cónclave orgánico formal a primera hora de la mañana con la ejecutiva regional de Más Madrid, compuesta por otros ocho dirigentes además de García y Perpinyà. En el encuentro no se expresaron posiciones especialmente alejadas en lo esencial, según las fuentes consultadas, y en poco más de una hora y media compartían el vídeo con el que comunicaron la decisión.

El rechazo público a ir bajo el mismo paraguas vino acompañado de una acusación de machismo por parte de la candidata sin citar directamente a Iglesias. "Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos 'históricos' nos pidan que nos apartemos. Las mujeres hemos demostrado que sabemos frenar a la ultraderecha sin necesidad de que nadie nos tutele". La impresión en MM es que el movimiento de UP buscaba imponerse sobre el trabajo de los dos últimos años y con unos métodos plagados de "testosterona".

La consigna que querían poner en valor era que solo se plantearon lanzar una oferta a UP cuando los morados estaban en riesgo de desaparecer y de que esos votos quedaran sin representación. Con la entrada de Iglesias esto parece garantizado y unir los caminos, a su parecer, no tendría sentido. Creen que está garantizado que ambos superarán el umbral del 5% como en 2019 y que en ese escenario pueden movilizar más por separado que juntos. Es aquí donde apuntan al caso valenciano como muestra de que una oferta más variada puede llevar a que menos gente se quede en casa.

Tienen claro que el hiperliderazgo de Iglesias arrastra un desgaste importante que puede verse ya en las encuestas, especialmente tras su entrada en el Gobierno. Esto, sumado a las disputadas pasadas tras la ruptura de Errejón, creen que podría hacer que parte de sus votantes se quedaran en casa o se decantaran por el PSOE. En esta línea, fuentes de Más Madrid destacaban que el barómetro del CIS del mes de marzo dejaba una conclusión clara: los electores de Más País, la plataforma nacional del espacio, preferirían antes a otros liderazgos como Pedro Sánchez, al que puntúan con un 4,9 que al del secretario general de Podemos (4,1).

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Fuentes de Más Madrid inciden en que la irrupción del fundador de Podemos sin duda acaparará y activará parte del electorado de izquierdas, pero que eso no implicará su desplome. Fuentes moradas, por su parte, se muestran convencidas de que Iglesias es el mejor candidato por la proyección y relevancia que ha tenido desde 2014 y que su figura arrastrará a buena parte de los votantes para hacer frente a Isabel Díaz Ayuso.

Las fuentes de Más Madrid aseguran que era un momento clave, tras el anuncio de Iglesias, para dar un paso al frente y consolidar el proyecto —si los electores respaldan sus tesis—. Insisten en que sirve para afianzar su independencia como plataforma propia, algo que ganará importancia en los próximos tiempos si la formación consigue expandirse a otros territorios más allá de Madrid, Valencia y Aragón. Andalucía, con la figura de Teresa Rodríguez, apunta a ser uno de los próximos pasos a dar. Allí ya han constituido una dirección regional.

"Somos diferentes. Mucha gente no votaría a Pablo porque no es lo que quiere"

"Somos diferentes. Somos un partido verde, de naturaleza regional. Mucha gente no votaría a Pablo porque no es lo que quiere", explican estas fuentes, que se muestran convencidas de que el paso de Iglesias solo busca garantizar representación morada en la Asamblea de Madrid y que luego, salvo sorpresa, no llegará a sentarse en la cámara. Si se hubiese avanzado en la línea contraria hacia la unidad, y con Iglesias en escena, habría supuesto un golpe al futuro autónomo de estas corrientes en otras regiones y a nivel nacional, en un escenario en el que el propio UP está abocado a la renovación interna tras el paso al lado de Iglesias y el lanzamiento de Yolanda Díaz.

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El movimiento cayó bien en las filas de MM que parecen no tener fisuras en el paso dado, pero también lanza un aviso a quienes apuestan por una candidatura unitaria en el Ayuntamiento de Madrid para 2023. Unidas Podemos se encuentra fuera del pleno municipal y estudia fórmulas para volver a tejer una lista con la que volver a tener concejales tras no concurrir con Manuela Carmena. Uno de los actores con los que ha entablado relaciones es con el sector de ediles díscolos de Más Madrid, cuatro de 19, en el consistorio, los denominados como afines a la exalcaldesa y que este martes salieron a criticar desde el principio el paso de Mónica García e Íñigo Errejón.

Fuentes del entorno de estos cargos municipales confiaban en que la entrada de Iglesias o algún liderazgo de fuerza hiciera recular a MM para avanzar hacia esa unidad que ansían, pero el anuncio de este martes ha enfriado sus expectativas, que siguen puestas en los comicios locales de dentro de dos años. "Igual los votantes son los que reunifican", aseguran con sarcasmo en conversación con este medio. Habrá que esperar a cómo discurren las elecciones del 4 de mayo para la izquierda madrileña, pero parece claro que la vuelta a una única lista a la izquierda del PSOE parece hoy una utopía.

Más Madrid tenía que decidirse: arrugarse ante la entrada de un peso pesado como Pablo Iglesias para ponerse detrás de su candidatura o seguir con lo previsto y reafirmarse pese a un acontecimiento que trastocaba los planes por su trascendencia. Eligieron la segunda tras horas de reuniones internas durante la tarde del lunes y la mañana del martes en las que pesaron más los argumentos a favor de caminar solos. La posición es clara. Defienden que ir separados podría maximizar la participación y ponen como ejemplo el Acord del Botànic, el pacto con el que PSOE, Compromís y Podemos sellaron el Gobierno de coalición valenciano tras ir por separado a los comicios.

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