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Cae una banda que secuestró y torturó a un matrimonio para robarles dinero y joyas
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Cae una banda que secuestró y torturó a un matrimonio para robarles dinero y joyas

La Guardia Civil ha detenido a un grupo criminal que secuestró cinco horas a una pareja de Madrid de clase media-alta para sacarles a golpes las claves de la alarma y la caja fuerte

Foto: Un agente de la Guardia Civil en una imagen de archivo. (EFE)
Un agente de la Guardia Civil en una imagen de archivo. (EFE)

Un matrimonio de Madrid viaja en su coche hacia Segovia. Llevan la calefacción encendida porque, aunque son las 14:00, fuera, 9 de enero de 2020, hace un frío helador. A la altura del kilómetro 121 de la N-110, circulan a una velocidad correcta y no cometen ninguna infracción. De repente, un coche les rebasa a toda velocidad con luces azules encendidas sobre el techo, los conocidos como prioritarios, y les cierra el paso. Tres individuos con pasamontañas negros se bajan del vehículo. Llevan chalecos que les identifican como policías.

Uno de ellos incluso lleva una pistola en la mano. Al matrimonio, la situación no les da buena espina y dudan tanto que se encierran en el coche, pero uno de los asaltantes les apunta con el arma y, ante la amenaza de pegarles un tiro, deciden subir los pestillos. Les sacan del coche con extraordinaria violencia. Les golpean si piedad. Llega un segundo vehículo y les separan. Meten a cada uno en un coche. Les cubren los ojos para que no puedan ver a dónde los llevan y los engrilletan por las muñecas.

Foto: El doctor Iglesias Puga y su mujer, Ronna Keith. (Gtres)

El trayecto dura dos horas. Los investigadores creen que les dan vueltas y hacen cambios de dirección para despistarlos y que sean incapaces de poder ubicar al lugar al que los llevan. Para complicarlo y amedrentarlos no dejan de golpearlos por todo el cuerpo. Cuando por fin llegan al destino, los bajan del coche y los meten en el interior de un contenedor como los de los barcos. Allí les destapan los ojos. Quieren que el hombre pueda ver cómo torturan a la mujer y viceversa. Lo hacen sin ningún tipo de compasión. Es así como consiguen averiguar cómo desactivar la alarma de la casa, qué llave usar para entrar en su domicilio, la contraseña de la caja fuerte, dónde esconden el dinero, las joyas y cualquier otro objeto de valor. El matrimonio se da cuenta de que no los han seleccionado de forma aleatoria. Saben mucho de sus vidas incluso de lo que guardan en el interior de su domicilio. Los machacan durante cinco horas y, finalmente, cuando han desvalijado la casa, los dejan libres. Las heridas provocadas por las torturas físicas acaban sanando, pero las psicológicas todavía durarán.

Al frente de la investigación se pone la UCO, la unidad más especializada de la Guardia Civil, en colaboración con la Policía Judicial de la Benemérita de Segovia que es donde ocurren los hechos. Las pesquisas no son fáciles porque el grupo criminal es experimentado y sabe borrar su rastro, pero, finalmente, tras seis meses de durísimo trabajo, logran identificar a cuatro miembros. Días después localizan a los 'santos', que son las personas que conocen al matrimonio y facilitaron la información desde dentro: se trata de dos hermanos. En mitad de la investigación, los agentes de la Guardia Civil se dan cuenta de que el grupo está a punto de dar un nuevo golpe. En esta ocasión van a asaltar un negocio del que esperan llevarse un botín que alcanza los 14 millones de euros.

Las heridas provocadas por las torturas físicas acaban sanando, pero las psicológicas todavía durarán

Más de 50 agentes de la UEI, Unidad Especial de Intervención, se despliegan sin ser detectadas a la espera de pillarlos 'in fraganti', y complementan este despliegue otro centenar de agentes de diversas especialidades como la Policía Judicial, Seguridad Ciudadana de tres provincias distintas, Servicio Aéreo y Servicio Cinológico, pero, minutos antes de que comience el golpe, los delincuentes deciden abortar. La razón es surrealista. Uno de los coches que iban a utilizar en la huida se había quedado sin un líquido complementario a la gasolina que se llama Ad Blue y que cuando se agota no deja al coche circular a pleno rendimiento.

La UCO y Policía Judicial de Segovia deciden, finalmente, al cumplirse el año del inicio de las investigaciones, reventar la operación. Programan la fecha del asalto, pero, de repente, uno de los integrantes se enfada con su novia y se va de casa, lo que obliga a modificar el operativo, ya que el delincuente se va a otro lugar a vivir y se necesita una nueva orden de entrada y registro y estudiar la zona. Para cuando los investigadores la consiguen, la pareja se ha reconciliado y el joven ha regresado a su casa.

Foto: Detenidos dos jóvenes en Tenerife por simular un secuestro para cobrar una deuda de drogas. (Policía Nacional)

Finalmente, revientan la operación que deja seis detenidos. Dos son los santos que dan la información y cuatro los integrantes del grupo que tortura al matrimonio. Durante los registros les encuentran muchos uniformes falsos de distintas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, armas, teléfonos, inhibidores, prioritarios, 'walkies', chalecos antibalas y 30.000 euros en billetes, así como joyas, algunas del matrimonio asaltado.

Los seis han ingresado en prisión provisional, acusados de secuestro, homicidio en grado de tentativa, torturas, lesiones graves, robo con violencia y amenazas.

Un matrimonio de Madrid viaja en su coche hacia Segovia. Llevan la calefacción encendida porque, aunque son las 14:00, fuera, 9 de enero de 2020, hace un frío helador. A la altura del kilómetro 121 de la N-110, circulan a una velocidad correcta y no cometen ninguna infracción. De repente, un coche les rebasa a toda velocidad con luces azules encendidas sobre el techo, los conocidos como prioritarios, y les cierra el paso. Tres individuos con pasamontañas negros se bajan del vehículo. Llevan chalecos que les identifican como policías.

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