Casado pide "unidad de acción" y Ayuso se ofrece como "puente" para pedir la zona catastrófica

La situación de la Comunidad de Madrid sigue siendo muy complicada por los efectos de Filomena. La declaración de lo que se conoce como zona catastrófica es una de las medidas que lleva un par de días en el debate político como fórmula para paliar los destrozos generados por la borrasca. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a poner el foco en este aspecto este martes. Aunque los informes están siendo elaborados por las autoridades municipales, se ha postulado como "puente" para apoyar a las corporaciones locales que se hayan visto más afectadas por el temporal en su petición al Gobierno central, que será quien finalmente tome una decisión.

“Todos los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid que decidan declarar zona catastrófica a sus localidades van a tener el respaldo absoluto de este Gobierno. Es una situación sobrevenida que se une a la situación ya catastrófica de muchos establecimientos y comerciantes por la pandemia y el parón económico. Muchos van a necesitar ayudas extraordinarias y respaldo administrativo", ha asegurado la líder regional, durante una comparecencia en la que también ha participado el presidente del PP, Pablo Casado.

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En esta línea, Ayuso ha enfatizado que su ejecutivo mostrará un respaldo "cerrado" a los ayuntamientos que opten, en base a los informes, por pedir esta declaración de zona catastrófica, una denominación que ha sido sustituida por una similar en la Ley 17/2015 de 9 de julio del Sistema Nacional de Protección Civil. Esta medida incluye ayudas por daños y exenciones fiscales para los más golpeados. Puede ser solicitada por las administraciones públicas (ayuntamientos o comunidades autónomas). Castilla La Mancha ya estudia reclamarla.

Casado, por su parte, ha agradecido a las autoridades de todos los niveles territoriales el esfuerzo realizado en los últimos días, también a la Administración General del Estado, que ha personificado en las fuerzas de la Unidad de Emergencias (UME) y la ministra de Defensa, Margarita Robles. "En las catástrofes tenemos que estar todos unidos, pedimos unidad de acción. ¿Que tenemos críticas que hacer? Seguro que sí, pero estoy convencido de que todos hemos puesto lo mejor que hemos podido", ha asegurado el líder popular, que se ha referido también a las últimas subidas de la luz: "Tengo que pedir un poco de coherencia al Gobierno. Si no hay que dejar a nadie atrás, hay que garantizar que en plena ola de frío nadie tenga que apagar la estufa porque nadie pueda pagarla".

Cada vez que un acontecimiento meteorológico llega con esta virulencia a una población, las autoridades locales suelen estudiar esta fórmula para hacer frente a los destrozos públicos y privados que se hayan podido ocasionar. En este caso, fue el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, quien puso sobre la mesa el sábado la posibilidad de solicitarla ante unas condiciones sin precedentes recientes, aunque advirtió que era algo que se estaba estudiando y que habría que evaluar aún todo lo que hubiera podido causar Filomena. La polémica llegó cuando, poco después, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, desechó esta opción al considerar que no se daban las circunstancias pese a no tener aún ni una petición formal documentada.

El titular del ramo fue luego enmendado por su compañero de Transportes, José Luis Ábalos, que pidió prudencia y dejó la puerta abierta a este tipo de declaración. Más tarde, fue el propio Marlaska quien rectificó y aseguró que habría que esperar a que se evaluasen los daños para tomar una decisión al respecto.

Tras la nevada del viernes y el sábado, las bajas temperaturas han favorecido la formación de grandes placas de hielo que están dificultando el tránsito tanto por las aceras como por las carreteras. Aunque los quitanieves están retirando parte de la nieve acumulada en las principales arterias, aún quedan centenares de calles en las que es prácticamente imposible caminar o circular en coche. En las últimas horas, un tercio de las urgencias atendidas se deben a caídas en la nieve o golpes por las cornisas desprendidas, según ha explicado la propia presidenta, que ha insistido en no salir a la calle salvo lo estrictamente necesario.

Este medio informó este mismo martes de que el Ayuntamiento de Madrid ya está armando su informe para solicitar la declaración de zona catastrófica y para ello está recopilando los daños sufridos por las instalaciones en el municipio. La aprobación de la misma, tras solicitud de los consistorios o las comunidades golpeadas, corresponde al Consejo de Ministros a propuesta de los titulares de Hacienda e Interior.

Desde el PSOE madrileño, su portavoz en la Asamblea, Ángel Gabilondo, se ha mostrado favorable a evaluar si es conveniente la declaración, pero ha apelado al Gobierno de Díaz Ayuso para que dé ayudas anticipadas a los municipios ante una situación de necesidad.