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Desmantelado dos veces en solo tres meses un taller que falsificaba prendas de lujo
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ROMPIERON EL PRECINTO PARA VOLVER A DELINQUIR

Desmantelado dos veces en solo tres meses un taller que falsificaba prendas de lujo

Aunque en marzo se precintaron las naves en las que se descubrió el taller clandestino, los delincuentes siguieron utilizando las mismas instalaciones para seguir falsificando prendas

Foto: Desmantelado por segunda vez un taller que falsificaba prendas deportivas (Foto: Ministerio del Interior)
Desmantelado por segunda vez un taller que falsificaba prendas deportivas (Foto: Ministerio del Interior)

Una operación conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional y Agencia Tributaria ha permitido desmantelar dos veces en apenas tres meses un mismo taller clandestino. La primera fue el pasado 4 de marzo y llevó al precinto de unas naves en la localidad madrileña de Valdemoro, mientras la segunda se produjo en el mismo lugar apenas tres meses después.

Tal y como informa la Guardia Civil, a principios de marzo, agentes de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera practicaron dos inspecciones en las naves, donde se intervino gran cantidad de mercancía falsificada. Había zapatillas deportivas, ropa de deporte de clubes de fútbol, también de equipos de baloncesto de la NBA y diversas prendas textiles falsificadas.

Foto: Un hombre fuma un cigarrillo. (Pixabay)

En esas naves también se halló maquinara para la confección y fabricación de todos los artículos. Entre toda esta maquinaria, los agentes encontraron planchas térmicas, bordadores industriales, plóteres de impresión, plóteres de corte de vinilo e impresoras de gran formato, todo ello vinculado a programas informáticos que permitían a los responsables falsificar cualquier marca y signo distintivo.

Un gran negocio

Además, en una de las naves se hallaron también numerosos paquetes para su envío a domicilio. Además, tenían cuantioso material de una conocida empresa de paquetería para preparar los envíos e, incluso, una máquina expendedora de las etiquetas donde se consignaban los datos de remisión y destinatario, lo que probaba la cantidad de pedidos que tramitaban.

El hecho de que la organización contara con una máquina para expender etiquetas de envío da una idea de la gran cantidad de pedidos que manejaba

El "modus operandi" era el siguiente: la materia prima tenía origen en la empresa y la oferta del producto se llevaría a cabo a través de una página web que, para publicitar la actividad ilícita denunciada, utilizaban otras páginas web y diferentes cuentas de una conocida red social. Vinculadas a las mismas se encontraron tres sociedades mercantiles, de las que eran administradores únicos los investigados.

Las personas responsables de estas empresas y sitios web fueron identificadas, lo que llevó a localizar las dos naves industriales, que carecían de cualquier tipo de actividad legal. Se procedió a su registro, quedando la mercancía y la maquinaria precintadas policialmente. Con la intervención llevada a cabo, se daba por finalizada la investigación y la total desarticulación de esta cadena de producción ilícita. Sin embargo, el día 21 de abril se pudo comprobar que seguían publicando anuncios relacionados con la actividad ilícita intervenida.

placeholder Los agentes detuvieron a cinco personas (Foto: Ministerio del Interior)
Los agentes detuvieron a cinco personas (Foto: Ministerio del Interior)

Por otro lado, a través de los canales de coordinación entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se tuvo conocimiento de la intervención llevada a cabo por la Guardia Civil el día 22 de abril de 2020, cuando procedieron a la identificación de un vehículo en el que viajaban tres personas que, posteriormente, resultarían estar entre los detenidos.

Siguieron con la actividad ilegal

El titular de este vehículo era una de las sociedades mencionadas cuya administradora es otra de las personas que resultaron arrestadas. Transportaban ropa deportiva aparentemente falsificada y paquetes de envío, así como una bolsa de grandes dimensiones que contenía diversas prendas de ropa deportiva serigrafiadas con los logotipos de marcas registradas muy conocidas, etiquetadas además con sus respectivos logotipos.

Foto: (iStock)

Tras diversas comprobaciones, los investigadores corroboraron que en las naves seguían funcionando las máquinas y que existía un movimiento de dinero en las cuentas asociadas tanto a las personas físicas como a las sociedades de los investigados, cuya justificación no podía acreditarse por una actividad legal conocida. Además, el total del dinero que circulaba por las cuentas y el saldo a final de año hacía pensar que las personas investigadas manejaban cantidades elevadas en efectivo, estando directamente involucrados en actividades que vulneran los derechos de propiedad industrial.

Por otra parte, seguían utilizando las naves de Valdemoro, donde tenían todos los efectos y maquinaria para poder seguir con la actividad delictiva contra la propiedad industrial, a pesar de haber sido precintadas policialmente. También utilizaban un inmueble de la localidad madrileña de Cubas de la Sagra, donde hacían entrega de los paquetes para su posterior reparto.

Los agentes detuvieron a cinco personas, tres de nacionalidad española, uno de nacionalidad venezolana y otro de nacionalidad marroquí

El pasado 26 de junio se procedió, mediante mandamiento judicial, a la realización de nuevas entradas y registros, que acabaron con la detención de cinco individuos, tres de ellos de nacionalidad española, uno de nacionalidad venezolana y otro de nacionalidad marroquí. También se procedió a la intervención de un total de 2.853 artículos que vulneraban los derechos de propiedad industrial de numerosas marcas de reconocido prestigio, además de diversa maquinaria para la confección de las prendas, 55.000 euros en efectivo y diversa documentación.

Una operación conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional y Agencia Tributaria ha permitido desmantelar dos veces en apenas tres meses un mismo taller clandestino. La primera fue el pasado 4 de marzo y llevó al precinto de unas naves en la localidad madrileña de Valdemoro, mientras la segunda se produjo en el mismo lugar apenas tres meses después.

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