Dan clase en un despacho de Alcorcón porque su colegio no abre

Un despacho del colegio Agustín de Argüelles, en Alcorcón, es el aula improvisada el que tienen que estudiar 12 estudiantes madrileños. La razón es que el colegio en el que tienen plaza no ha abierto aún sus puertas, pese a que hace semanas que se ha terminado su construcción.

La denuncia la han hecho los padres de los menores, que aseguran que sus hijos recibieron plaza en el colegio Isabel la Católica para el curso 2019-20. Sin embargo, han pasado varios meses desde que se hizo la matrícula y los pequeños no pueden disfrutar de su centro escolar ya que este no ha abierto.

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El Confidencial

Los padres han explicado a Telemadrid que "nuestros hijos están en unas condiciones precarias. Desde la dirección de área territorial nos dijeron que esto iba a ser una situación temporal de unos 15 días y llevamos seis meses". Pero el problema puede estar en una falta de coordinación entre ayuntamiento y comunidad.

Problema de competencias

Sheila, una de las madres afectadas, señala que "el colegio está terminado desde diciembre". Entonces, ¿por qué no envían a los niños a las aulas cuanto antes? Nadie lo sabe porque "nadie da una respuesta clara". Los padres apuntan a que la Comunidad de Madrid quiere abrir las instalaciones cuanto antes, pero necesita el permiso del Ayuntamiento de Alcorcón para hacerlo.

La Consejería de Educación asegura que las obras están acabadas y ya se ha firmado la Orden de Ocupación. Ese documento se ha trasladado al Ayuntamiento de Alcorcón, que es el que debe garantizar que el edificio cumple las condiciones de seguridad requeridas y, por tanto, que se puede ocupar. Pero el consistorio local no aprueba, por el momento, las obras.

El coordinador de Urbanismo del Ayuntamiento de Alcorcón, Francisco López, asegura que "falta algo tan fundamental como que el arquitecto certifique que ha terminado la obra". A eso responde Pilar Ponce, viceconsejera de organización educativa de la comunidad, que explica que "es una forma habitual de trabajo y el Ayuntamiento se ha mostrado inflexible, amenazando incluso con un posible cierre del centro si abríamos en esas condiciones".

El Ayuntamiento se ha mostrado inflexible, amenazando incluso con un posible cierre del centro si abríamos en esas condiciones

Dos posturas contrapuestas que han provocado que 12 niños estén sufriendo las consecuencias. Llevan más de cinco meses de curso dando clase en un despacho y pegándose con los percheros en la cabeza y sus padres solo sueñan con que reciban cuanto antes la noticia de que podrán estrenar las nuevas instalaciones de su colegio.