El negocio tras el peor incendio en Madrid: 7 euros por cada tonelada de madera quemada

Ha sido el peor incendio del siglo en la comunidad de Madrid. El que comenzó el pasado 28 de junio en Almorox, en la provincia de Toledo, a cuatro kilómetros de la frontera, y rápidamente se propagó a la región quemando en doce días 2.187 hectáreas en tres municipios madrileños: Cadalso de los Vidrios, Cenicientos y Rozas de Puerto Real. Y tras la tragedia llegan los trabajos de limpieza y recuperación del monte. El Gobierno regional ya ha autorizado a los ayuntamientos afectados que liciten los contratos para que empresas privadas retiren la madera quemada. Es el negocio que necesariamente sigue a las llamas.

Cenicientos es el más beneficiado, si se puede habla de beneficios después de una catástrofe medioambiental como esta. El Consistorio de esta pequeña localidad (1.980 vecinos) recibirá 7 euros por cada tonelada de madera que se retire en su término municipal. Cadalso (3.000 habitantes) recibirá una cantidad inferior, tres euros por tonelada. Rozas de Puerto Real (527 censados) no percibirá nada, porque su alcalde, el popular Javier Vedia, no quiso ni asistir a la reunión que organizó la Comunidad de Madrid con los ayuntamientos afectados. "No vamos a vender la madera, no nos gusta el lucro que provoca el fuego", señala tajante el regidor.

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David Fernández

En Cenicientos está previsto que la empresa que gane el concurso retire unas 14.538 toneladas de madera quemada. Sobre todo, de pinos. La Comunidad ha autorizado que este Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, reciba 7 euros por cada tonelada, lo que en principio eleva los ingresos a 100.503 euros. Está previsto que los trabajos de limpieza duren unos cinco meses. El incendio del pasado verano afectó a zonas naturales de un valor incalculable, ya que las llamas entraron en los espacios protegidos de la Red Natura 2000, en Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y en Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA. "Cenicientos recibirá más dinero que Cadalso porque los ejemplares afectados tienen más valor en el mercado, ya que son pinos, castaños y cerezo", señala la alcaldesa Natalia Núñez.

Los pliegos de condiciones dejan claro que "únicamente será objeto de aprovechamiento la madera de los pies afectados por el fuego o por insectos perforadores, así como aquellos que hayan sido apeados en las labores de extinción o en los primeros trabajos realizados para el control de los riesgos en la zona". El Área de Conservación de Montes de la Dirección General de Medio Ambiente y Sostenibilidad llevará un control exhaustivo de los trabajos para "evitar daños en la vegetación de los alrededores que no estuviera afectada por el incendio y en las zonas de los arroyos, evitando dañar los cauces y márgenes de los mismos". En el monte afectado hay una presencia importante de castaños, cerezos silvestres y robles que no están incluidos en este aprovechamiento, "por lo que el adjudicatario tendrá especial cuidado en no dañar los ejemplares de estas especies".

En el caso de Cadalso, gobernado por el PP, el Ayuntamiento ya ha adjudicado a una empresa los trabajos de retirada de madera. Percibirá menos dinero que Cenicientos, solo tres euros por tonelada. "La madera es de peor calidad y las zonas afectadas son de difícil acceso", explican desde el Consistorio. El objetivo es retirar unas 830 toneladas. En ambos municipios, Cadalso y Cenicientos, la retirada de la madera se hará en camiones que solo podrán circular de día y solo si la Dirección General de Medio Ambiente y Sostenibilidad ha tomado nota de la matrícula. La superficie afectada en Rozas de Puerto Real es muy escasa, solo 40 hectáreas, y de momento su alcalde se niega a licitar este tipo de contratos.

Las adjudicatarias pagan por la madera porque luego la pueden vender y pueden sacar un beneficio. La madera que no está muy dañada se puede reutilizar; el resto se tritura y se destina para su aprovechamiento energético, es decir, se convierte en biomasa. El Gobierno regional, por su parte, también tiene trabajo por delante. Tras el incendio ya ha empezado a reparar caminos rurales, a restaurar cortafuegos y en adecuar zonas de refugio, agua y alimentación para la fauna silvestre protegida.

29 siniestros el día del incendio

La Comunidad de Madrid ya se ha defendido en sede parlamentaria de las críticas de la oposición, que cree que se actuó tarde a la hora de intervenir en el incendio y que no hubo coordinación con el Gobierno de Castilla-La Mancha para intentar combatir el fuego cuando todavía estaba en Toledo. Desde el Gobierno regional señalan que el incendio tenía una gran capacidad destructiva y que las previsiones eran que podría arrasar 20.000 hectáreas, cuando finalmente solo quemó 3.000 (2.100 de ellas en Madrid). El Ejecutivo asegura que el 28 de junio se actuó rápido a pesar de que ese día "se produjeron numerosos siniestros, un total de 29, en la franja horaria comprendida entre las 16 y las 22 horas, algunos de ellos de forma simultánea y con la participación de un número importante de recursos y de todas las jefaturas operacionales".

Por ejemplo, a las 17.58, cuando el vigilante del puesto de Cenicientos avisa por primera vez de una columna de humo en Almorox, había en esos momentos un incendio de vegetación en Las Rozas, un incendio forestal y un incendio de un garaje en Alcalá de Henares, un incendio en una vivienda de Boadilla del monte, un accidente de tráfico en Arganda del Rey, un incendio en un vagón de tren en Meco, un incendio en un restaurante de Villaviciosa de Odón y un incendio forestal en San Fernando de Henares. Casi media hora después, a las 18.26 horas, Castilla-La Mancha solicitar por primera vez apoyo a la Comunidad de Madrid, tantos medios aéreos como terrestres.