Vox saca la tijera: propone limitar a ocho los consejeros y cargarse 18 viceconsejerías

Rocío Monasterio lo anunció en campaña, y lo reiteró durante las semanas que siguieron en las negociaciones posteriores para formar Gobierno en la Comunidad de Madrid. "Cuando los ejecutivos son austeros, las sociedades son prósperas". Vox quiere una Administración autonómica reducida y aunque dio su apoyo de investidura al Gobierno de coalición que han formado PP y Ciudadanos, considera que el pacto que firmaron ambos partidos "ha supuesto un desproporcionado aumento en la estructura regional sin precedentes". Por eso, el grupo parlamentario quiere que se vote en el segundo pleno del nuevo curso político, que se celebrará el jueves 10 de octubre, una proposición nNo de ley (PNL) ya registrada para que la Asamblea madrileña inste al Ejecutivo madrileño a que reduzca sus altos cargos.

La propuesta de los de Rocío Monasterio es ambiciosa. Según ha podido saber El Confidencial, el objetivo es limitar el número máximo de consejeros del Gobierno a ocho (ahora hay 13 más la presidenta), eliminar la figura del viceconsejero (de momento hay 18) y, sobre todo, reducir notablemente la estructura de la vicepresidencia que dirige el líder madrileño de Ciudadanos, Ignacio Aguado, socio de la popular Isabel Díaz Ayuso. "La estructura y competencias de la vicepresidencia es el mejor ejemplo de este despropósito. Su estructura directiva está claramente desproporcionada", señalan fuentes de Vox.

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La PNL que pretende presentar Vox supondrá una buena prueba de fuego para los equilibrios políticos que se vivirán esta legislatura en la Asamblea de Madrid. Aunque los de Rocío Monasterio apoyaron la investidura del Ejecutivo de coalición, siempre recalcan que son oposición, junto a PSOE, Podemos y Más Madrid. Lo esperado es que PP y Ciudadanos voten en contra, ya que han defendido públicamente que la estructura de su Ejecutivo es racional y persigue cumplir las 155 medidas que firmaron populares y naranjas. Habrá que ver por tanto la posición del bloque de izquierdas, que si suma sus votos a los de Vox avalaría la PNL.

Esta, no obstante, no es vinculante para el Gobierno regional, aunque según las reglas parlamentarias no escritas una PNL exige cierto grado de cumplimiento porque supone la voluntad de la soberanía popular madrileña si es aprobada por mayoría. Ciudadanos, por ejemplo, propuso en la anterior legislatura incluir cambios en el Reglamento de la Asamblea y crear un sistema de control de cumplimientos de PNL para que fueran "vinculantes" y evitar que se conviertan en "un brindis al sol".

Para Vox, "aunque nuestra formación apoyó la investidura de Ayuso, siempre hemos dejado claro que el pacto entre PP y Ciudadanos no nos vinculaba y que nos oponíamos a incrementar el número de consejerías del Gobierno, por suponer un aumento de gasto público innecesario y responder más a los intereses y necesidades de colocación de los partidos firmantes del pacto que de los ciudadanos, que reclaman mayoritariamente un Gobierno austero y eficaz". En su PNL, Vox va a argumentar que el primer Ejecutivo de Joaquín Leguina en 1983 tuvo 10 consejeros y que Alberto Ruiz-Gallardón redujo en 1995 la estructura a siete. Sin olvidar que Esperanza Aguirre mantuvo sus respectivos ejecutivos en una media de ocho consejerías.

Vox ha cuantificado los costes de las cinco nuevas consejerías creadas por PP y Ciudadanos, "con sus oficinas auxiliares, asesores y conductores", un gasto que asciende a 100.000 euros anuales por cada una de ellas. En total, medio millón de euros. De momento, también hay 18 viceconsejerías, que Vox eleva a 23 porque cinco direcciones regionales tienen rango superior. Cada una de ellas tiene un coste anual de 410.000 euros, lo que supone un total de 9,4 millones de euros. "Al margen del coste económico, otra cuestión que deberíamos plantearnos es la necesidad de la figura del viceconsejero".

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Esta formación entiende que en un Gobierno reducido, de siete u ocho consejeros, "puede intentar justificarse la figura del viceconsejero, especialmente en algunos departamentos con amplias competencias y muchas direcciones generales, pero desde luego no en un Gobierno de 13 consejerías, donde esa labor de dirección y coordinación la debería asumir el propio consejero". Vox también llama la atención sobre los más de 60 directores generales que forman parte de la estructura regional. "Existen direcciones generales con una reducida estructura administrativa a su cargo, así como subdirecciones generales sin un suficiente número de áreas y servicios que justifiquen su existencia".

Para Monasterio y su grupo es inexplicable que la Comunidad de Madrid tenga una estructura directiva política formada por tres niveles: consejero, viceconsejero y director general. "Una de las consecuencias más perniciosas que ha traído esa hipertrofia en la estructura directiva es la perdida de contacto entre el máximo responsable político [el consejero] y los responsables administrativos de los servicios públicos, subdirectores generales y jefes de área y servicio". Como crítica al actual sistema, Vox entiende que "los perfiles profesionales de los altos cargos no se ajustan a las necesidades de los servicios, sino a criterios de estricta confianza o necesidades de colocación de personal de los propios partidos políticos".

Vox define el pacto de gobierno entre PP y Ciudadanos como "un acuerdo político de reparto de poder que no ha correspondido a una estructura lógica y razonable en el número de consejerías que se configuran en torno a materias afines". El mejor ejemplo de este despropósito, según Vox, es la vicepresidencia que ha asumido Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos. Sus competencias, Portavocía, Deportes y Transparencia, "no tienen nada en común". Vox plantea una reformulación de los poderes de Aguado, ya que cuenta con dos viceconsejeros (Transparencia y Deportes), que "a su vez cuentan con dos direcciones generales cada uno".

"También sorprende", señala Vox, que asumiendo la Portavocía, no dependa del vicepresidente la Dirección General de Medios, que cuelga de la Consejería de Presidencia (asignada al PP). Monasterio cree que se podrían ahorrar 1,3 millones de euros si se reestructura vicepresidencia. ¿Cómo? Las competencias de Deportes siempre fueron asumidas por un único director general, "cuando ahora se necesitan un viceconsejero y dos directores generales. Con Aguado, Deportes ha triplicado su estructura". Vox propone que el departamento de Deportes lo lleven una dirección general y tres subdirecciones. Transparencia también debería ser gestionada por un solo director general y dos subdirectores. En resumen, eliminar dos viceconsejerías, dos direcciones regionales y una subdirección.

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"Más que un Gobierno de coalición estamos ante un Gobierno de colocación", concluyen desde Vox. La PNL que van a presentar en una semana exige limitar el número máximo de consejeros a ocho, eliminar la figura del viceconsejero, condicionar la existencia del director general a que al menos tenga dos subdirecciones a su cargo y limitar a su vez la subdirección a que tenga también al menos dos áreas dependientes. Un proyecto ambicioso. Vox también está haciendo un estudio de cuánto se puede ahorrar en empresas públicas y personal tras analizar más de 9.000 partidas de gasto de los últimos presupuestos. Solo en personal, el ahorro sería de 851 millones de euros en los cuatro años de legislatura.