El abogado Galindo, azote del PP, se queda sin escaño en Boadilla 16 años después

El lunes 27 fue un día extraño para Ángel Galindo. Un día con emociones encontradas. La Audiencia Nacional hizo pública una nueva sentencia del caso Gürtel, otra más, en la que condenaba a seis años y nueve meses de prisión a Francisco Correa por sus tejemanejes en la adjudicación de los contratos de AENA. Una pequeña satisfacción para el abogado Galindo en una jornada muy complicada para él. Los resultados electorales del domingo habían sido claros: no se podrá sentar en el pleno municipal de la localidad madrileña de Boadilla del Monte. Candidato de Alternativa por Boadilla (APB), las urnas decidieron en esta ocasión que se quedara fuera del tablero político.

Y es que el nombre de Galindo va estrechamente unido al de Boadilla, municipio del oeste de Madrid de 52.600 habitantes y uno de los tradicionales bastiones del PP en la región. Su familia lleva allí 200 años, su padre fue concejal antes que él y Galindo llevaba liderando la oposición en este ayuntamiento los últimos 16 años, cuatro legislaturas completas, siendo "la mosca cojonera" (señalan algunos rivales políticos) de los sucesivos gobiernos del PP. Primero de Arturo González Panero, alias 'el Albondiguilla', uno de los principales imputados del caso Gürtel, y después de su sucesor, Antonio González Terol, hoy diputado nacional.

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Porque Galindo nunca ha sido un concejal al uso. "Para mí, la política siempre ha sido un compromiso, no un medio de vida", señala. De hecho, nunca ha tenido dedicación exclusiva. Galindo atiende a El Confidencial tras el varapalo de las elecciones. "Estoy bien, hay que aceptarlo. Los vecinos lo han decidido así. Afortunadamente, yo tengo una vida profesional, a la que no me he podido dedicar al 100% por mis responsabilidades públicas. Ahora podré dedicarle todo el tiempo y también estar más con mi familia y mis amigos. Empieza una nueva etapa, volcado totalmente en mi profesión". Una profesión, cuanto menos, que podríamos definir como intensa.

Galindo es conocido también en los mentideros jurídicos y mediáticos como el 'abogado de la Gürtel'. Compañero de viaje de José Luis Peñas, el exedil del PP que grabó durante meses a Correa y los suyos, fue quien le acompañó en noviembre de 2007 a dependencias policiales a entregar las cintas, iniciando en esos momentos todo un terremoto judicial y político del que se han escrito ríos de tinta y que desembocó en una sentencia que conllevó una moción de censura y el fin del Gobierno de Mariano Rajoy. Sin contar las decenas de imputados que ha dejado el caso y un buen puñado de piezas abiertas, como la de AENA, que se conocía este lunes.

Galindo, de 45 años, empezó su andadura política cuando tenía 29 años. En 2003, Alternativa por Boadilla obtuvo dos concejales, en 2007 bajó a uno, en 2011 (con el caso Gürtel en pleno apogeo) su grupo subió a cuatro ediles, cifra que volvió a bajar a dos en las elecciones de 2015. Ahora, en 2019, esperaba seguir contando con el respaldo de los vecinos. Pero se ha quedado a un paso. Con 1.206 votos, solo ha recogido el 4,34% de los apoyos (hace falta el 5%). La clave, en esta ocasión, han sido el aumento del censo (el pleno de Boadilla ha pasado de 21 a 25 representantes), nuevos vecinos de los nuevos barrios del municipio, que no son su nicho de votantes, y la fragmentación del voto de la izquierda, que le ha hecho daño. En Boadilla se presentaron este domingo las candidaturas de Podemos, el partido Actúa del juez Baltasar Garzón y Más Madrid Boadilla, de Íñigo Errejón. Los tres sumaron 1.877 votos, pero por separado ninguno ha obtenido acta de concejal.

Sus rivales aprecian al político. "Creo que es una persona honrada y valiente. Para muchos ha sido un ejemplo, un referente, una persona inquebrantable en sus principios y con gran pasión por la política", señala Ricardo Díaz, portavoz de Ciudadanos en el municipio. "Creo que para Boadilla es una pérdida enorme. Ha demostrado que desde la oposición se pueden hacer importantes cosas para tu ciudad. Y en lo personal, siempre que tenías un problema ha estado ahí". Alfonso Castillo, candidato del PSOE y secretario general de los socialistas boadillenses, también tiene buenas palabras para él. "Le considero amigo. Ha sido un gran servidor público, honesto y valiente. Les tengo una gran estima. Desde el punto de personal y político su marcha es una gran pérdida".

No piensan lo mismo en el PP, que el domingo obtuvo una nueva mayoría absoluta. De hecho, "brindamos esa noche al saber que no salía elegido", señala una fuente popular. Lo cierto es que Galindo siempre ha sido un rival político muy molesto. Su programa político siempre ha tenido entre sus pilares la lucha contra la corrupción, lo que le ha granjeado amigos e importantes enemigos. No tuvo que buscar irregularidades para hacer bandera política. En Boadilla, uno de los epicentros de la Gürtel, la corrupción sobraba. "En estos años, he iniciado más de 60 procedimientos judiciales contra el ayuntamiento", señala orgulloso.

Y es que el currículo de Galindo contra la corrupción es amplio. Especialista en temas urbanísticos, ha asesorado a muchos partidos independientes en toda la geografía madrileña. También asesoró al PSOE en la comisión de investigación que se inició en la Asamblea de Madrid tras el ya famoso 'tamayazo'. En Quijorna, por ejemplo, ayudó a que la Justicia anulara varios convenios urbanísticos que gobiernos locales del PP aprobaron en este municipio madrileño con Fidel San Román, uno de los empresarios imputados en el caso Malaya. "Solo tengo buenas palabras para Galindo. Un tipo honrado donde los haya. Lo que pasa es que a veces las urnas no favorecen a los valientes", señala Florentino Serrano, el alcalde independiente de Quijorna.

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Y en Boadilla, Galindo ha sido toda "una mosca cojonera". Consiguió que se anulara la cesión del Palacio del Infante Don Luis, el principal emblema histórico del municipio, a la SGAE. Incluso consiguió paralizar el plan urbanístico de la localidad. También denunció subidas ilegales de sueldos a 400 funcionarios y altos cargos, un caso que aún se dirime en los tribunales, ya que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dictaminado que los trabajadores tienen que devolver el dinero. Ya todo esto se acabó. De momento. Y eso que intentó hacer una buena campaña. Tuvo importantes apoyos. José Manuel Romero, conde de Fontao, ex asesor jurídico del rey Juan Carlos, la abogada Cristina Almeída, y el actor Joaquín Kremel, grabaron vídeos de apoyo a su candidatura.

"Quiero pasar página", insiste el abogado. "Cuando los resultados empezaron a ser malos la noche del domingo y pensábamos que como mucho sacábamos un edil, deseé no salir. Otra legislatura yo solo en mi grupo, como la de 2007-2011, hubiera sido muy duro. No quería repetirla. Mejor así", reflexiona Galindo. Le vienen a la mente las presiones, las amenazas, los artículos en prensa contra él y su familia, las denuncias que le han puesto desde gobiernos del PP. José Luis Peñas, su amigo, el concejal de la Gürtel, también reflexiona: "Las sociedades se empeñan en no ver a sus grandes hombres. Una persona como Galindo no es cómoda. Y la gente quiere comodidad, que no le digan que sus decisiones son erróneas. La gente no quiere a gente limpia, honrada y leal como Ángel. Es un tío de una sola pieza. De los que ya no quedan".