La sobrina del hombre asesinado en Vallecas asegura que vio a 'El Chule' apuñalarle

Una sobrina de Paco, el vecino del barrio madrileño de Vallecas que fue asesinado el pasado domingo, ha explicado este viernes que vio cómo su tío fue apuñalado por un joven apodado 'El Chule', el presunto autor del crimen que está en busca y captura por parte de las autoridades, quien dijo luego a su padre: "corre corre que le he pinchado". Sobre las protestas vecinales que se han sucedido desde entonces en la zona de El Pozo del Tío Raimundo, la joven ha pedido que "no se radicalicen" y ha aclarado que no se trata de "una guerra de etnias", sino contra "una familia asesina".

La joven, que no ha querido ser identificada, se encontraba en el momento de la pelea entre la familia de 'Los Visita' y su tío a causa de los perros. Sobre lo ocurrido esa tarde ha explicado que estaban celebrando su cumpleaños y el de la mujer de Paco cuando cuatro de sus primos bajaron a pasear a tres cachorros.

Fue entonces, declara, cuando apareció una chica del clan conocido como 'Los Visita' y les recriminó que los animales mancharan el suelo, a lo que uno de sus primos contestó: "Qué estás diciendo, si tenéis la plaza que da asco", ya que se trata de una familia que deja numerosos enseres y basura en la plaza que hay junto a su casa.

Tras este encuentro, los sobrinos de Paco continuaron paseando a los perros y, al volver, les abordaron esa chica con más familiares, quienes empujaron a uno de sus primos tirándole las gafas y les amenazaron. Este altercado motivó gritos e insultos que hicieron bajar a la calle tanto a familiares suyos como del citado clan.

Después de recopilar las declaraciones de varios testigos y familiares, la Policía Nacional dictó una orden de busca y captura contra el presunto asesino, que no ha vuelto a su domicilio y cuya detención prevén "en breve", han explicado a Efe fuente policiales.

En paralelo a su testimonio, la joven ha manifestado su opinión con respecto a los disturbios protagonizados por algunos vecinos que se han concentrado varios días frente a las vivienda de los presuntos agresores, y pide "que no se radicalice el movimiento, porque han estado viniendo grupos de fuera del barrio un poco radicales, y no queremos eso". Asimismo, insiste en recalcar que "no es una guerra de etnias, ni de religiones ni de colores, sino contra una familia asesina, nada más".