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"No le vio acercarse por la espalda": 14 años de cárcel por degollar a un policía en Madrid
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el suceso se produjo en agosto de 2017

"No le vio acercarse por la espalda": 14 años de cárcel por degollar a un policía en Madrid

"El acusado, una vez situado detrás de Juan, valiéndose de un cuchillo de 20,5 centímetros de hoja y 2,8 centímetros de anchura, procedió a cortar el cuello a Juan [policía municipal]"

Foto: Imagen de archivo de un policía municipal de Madrid. (EFE)
Imagen de archivo de un policía municipal de Madrid. (EFE)

Juan B. P., policía municipal, estaba tomando algo en un bar de Vicálvaro y ni siquiera vio venir el ataque: Manuel C. R. se acercó por la espalda con un cuchillo de más de 20 centímetros y le rebanó el cuello. "Tras dicha agresión, Juan se dio la vuelta, encarándose con el acusado", explica la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, a la que ha tenido acceso El Confidencial. Pero la respuesta del policía, que estaba fuera de servicio, llegó demasiado tarde: la herida era profunda y, mientras el atacante salía del local a la carrera, él sufríó un shock hipovolémico y falleció por la pérdida de sangre.

Dieciocho meses después, Manuel C. R. ha sido condenado a 14 años de cárcel por asesinato y deberá indemnizar a la madre del fallecido con 120.000 euros. La Audiencia Provincial de Madrid, sin embargo, aplica en su fallo la atenuante de confesión y de alteración psíquica por el consumo de drogas y bebidas alcohólicas, absolviéndole además del delito de atentado. La sentencia no es firme y contra ella cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

"El acusado padece desde hace años un deterioro cognitivo leve, consumo abusivo de tóxicos y trastorno de la personalidad", explica la sentencia

El suceso en cuestión se produjo la madrugada del 9 de agosto de 2017 en el Bar Luis, en el distrito madrileño de Vicálvaro. Manuel alegó durante el juicio que estaba bajo los efectos de alcohol y drogas, a lo que se sumó su trastorno mental: "Pensé que venía a matarme y lo acuchillé", aseguró ante el juez. Testigos del crimen señalaron en este sentido que la víctima no hizo referencia alguna a su agresor mientras estuvo en el local, ni se produjo ningún altercado previo entre ambos. Según explicó una mujer que presenció el asesinato, el agresor no tenía "un comportamiento normal" y gritó en más de una ocasión: "¡Estáis todos locos!". Poco después, se acercó al policía por la espalda con un cuchillo en la mano.

"El acusado, una vez situado detrás de Juan, valiéndose de un cuchillo de 20,5 centímetros de hoja y 2,8 centímetros de anchura, procedió a cortar el cuello a Juan, cortándole el esófago y la laringe, afectándole a la columna cervical, y seccionándole las estructuras musculares y basculo-nerviosas", explica la sentencia. "Juan no vio acercarse al acusado al aproximarse por su espalda y por ello no tuvo ocasión de advertir el ataque ni de defenderse de las cuchilladas recibidas en el cuello. Tras propinar las cuchilladas, el acusado salió corriendo del bar, arrojando el cuchillo debajo de un vehículo".

Una hora después, el propio Manuel C. R. llamó al servicio de urgencias para confesar el crimen y explicar el lugar en el que se encontraba. "El acusado padece desde hace años un deterioro cognitivo leve, consumo abusivo de tóxicos y trastorno de la personalidad, habiendo consumido el día de los hechos alcohol y cocaína, por lo que sumados los efectos de dichas sustancias a los padecimientos psiquiátricos del acusado, las facultades mentales de éste en el momento de agredir a Juan se encontraban afectadas de manera no grave", señala la sentencia, justificando así que se hayan aplicado la atenuante de confesión y de alteración psíquica.

Juan B. P., policía municipal, estaba tomando algo en un bar de Vicálvaro y ni siquiera vio venir el ataque: Manuel C. R. se acercó por la espalda con un cuchillo de más de 20 centímetros y le rebanó el cuello. "Tras dicha agresión, Juan se dio la vuelta, encarándose con el acusado", explica la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, a la que ha tenido acceso El Confidencial. Pero la respuesta del policía, que estaba fuera de servicio, llegó demasiado tarde: la herida era profunda y, mientras el atacante salía del local a la carrera, él sufríó un shock hipovolémico y falleció por la pérdida de sangre.

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