¿Vas a la M-30? La etiqueta no es obligatoria, pero multarán a los coches contaminantes
Llevar la etiqueta de la DGT en un lugar visible no será obligatorio este miércoles. Pero los coches a los que no les corresponde ninguna por ser contaminantes no pueden circular
El ayuntamiento ha activado para este miércoles el escenario 2 del protocolo anticontaminación municipal. ¿Qué significa? Que los vehículos a los que no les corresponde etiqueta medioambiental de la DGT (los más viejos y contaminantes: en el caso de gasolina, los anteriores a 2000; en el de diésel, los de antes de 2006, y en el de las motos, las anteriores a 2003) no podrán circular en todo el perímetro de la M-30 y, por supuesto, tampoco atravesar el túnel. Hay cuatro tipos de etiquetado: cero emisiones (vehículos eléctricos), ECO (híbridos), B y C. Todos los coches a los que sí les corresponde el distintivo podrán acceder sin problema y no será obligatorio llevarlo puesto hasta el 24 de abril del próximo año.
En todo caso, el hecho de que no sea obligatorio llevarlo visible no significa que los vehículos contaminantes puedan 'colarse' de momento y circular. El lector de matrículas será el que supervise los coches que acceden al anillo de Calle 30, y los que circulen por esa zona sin corresponderles la etiqueta recibirán multa este miércoles. Además, el consistorio recuerda que lo idóneo es llevar puesto desde este mismo momento el distintivo, que se puede conseguir en cualquier oficina de Correos y cuesta cinco euros.
Las otras limitaciones que recoge el escenario 2 son la velocidad y el aparcamiento. La primera debe ser 70 kilómetros por hora en toda la M-30 y sus accesos. Y solo podrán aparcar en zona SER (azul y verde) los vehículos eléctricos, los híbridos y los residentes. El resto de coches (los B y C) deberán estacionar en un 'parking'.
El protocolo anticontaminación es diferente a Madrid Central. Aunque ambas iniciativas forman parte del plan A de calidad del aire puesto en marcha por el consistorio que dirige Manuela Carmena, son dos asuntos distintos que tienen sus propias reglas. Madrid Central es la creación de una superárea de prioridad residencial que fusiona las cuatro APR existentes (Letras, Cortes, Embajadores y Ópera) y se amplía hacia la almendra central para evitar el tránsito del coche privado. La única opción que tienen los no residentes de entrar al centro será precisamente dejar su coche en un aparcamiento, siempre y cuando cuenten con la etiqueta medioambiental. Igual que en el caso del protocolo anticontaminación, hay de margen hasta finales de abril para colocar el distintivo en una parte visible de tu vehículo. (Aquí, las 40 claves para no perderte en esta nueva área).
En cuanto al protocolo anticontaminación que limita el acceso a la M-30, el consistorio lo pone en marcha cuando los niveles de polución son demasiado altos. Consta de cinco escenarios y este miércoles entrará en vigor el número 2. El siguiente escenario, el número 3, podría llegar si no hay lluvias y la alta contaminación persiste. Para los que quieran irse preparando: se prohíbe circular a todos los vehículos sin etiqueta (incluidas las motos) en toda la ciudad, no solo en el interior de la M-30. Además, sigue estando prohibido aparcar en el anillo de la M-30 excepto vehículos de residentes, ECO y cero.
¿Por qué no se frena la contaminación?
La pregunta se repite entre muchos usuarios y los partidos de la oposición la utilizan como arma arrojadiza. ¿Por qué, pese a haber implantado Madrid Central, los niveles de contaminación no disminuyen? ¿Acaso no sirve para nada?
Madrid Central no es la solución mágica para acabar con la polución, ni tiene efectos inmediatos ni solucionará los problemas estructurales de la contaminación en la ciudad, por una cuestón básica: el nivel de contribución de la contaminación por tráfico de vehículos se reduce con esta medida en una parte pequeñísima. El número de viajes con origen y destino Madrid centro es relativamente minúsculo si lo comparamos con el resto de trayectos en toda la ciudad. La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) estima que se hacen aproximadamente 15 millones de viajes diarios y solo un tercio de ellos en coche: en torno a cinco millones. Pero, de esos cinco millones, los que tienen como punto de origen y destino el centro de la ciudad son solo unos cientos de miles.
Andrés Monzón, catedrático de Transportes en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos de la UPM, recuerda que en este momento existe una "estabilidad atmosférica" que supone que "la contaminación que respiramos ahora, lleva ahí desde hace un mes" y, "si no se limpian las partículas, esta persiste". Es decir: que salvo que haya lluvias o vientos fuertes para acabar con ellas, los altos niveles de polución continúan por mucho que se pongan en marcha medidas como Madrid Central.
Eso sí, la parte más positiva, explica Monzón —aunque no tenga efectos inmediatos—, es haber puesto encima de la mesa el debate sobre el problema de la contaminación. "Ahora todo el mundo habla de ello. Hace 10 años nadie lo hacía. Estas iniciativas sirven para tomar conciencia de lo que ocurre y seguir avanzando en un cambio en el modelo de movilidad y presentar alternativas", explica el profesor de la Politécnica de Madrid a este diario. También es cierto, continúa Monzón, que "la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE) son cada vez más estrictas y sensibles a niveles de contaminación que hace años no hacían saltar las alarmas". De ahí que las administraciones comiencen a tomarse muy en serio la situación.
"Madrid Central obliga a la gente a repensar qué hacer si no puede usar el coche, a cambiar comportamientos y hábitos en movilidad", asegura el catedrático de la UPM. Un cambio integral en el modelo de movilidad es la verdadera solución a largo plazo. "Solamente prohibiendo y limitando no consigues el cambio. Hay que ofertar mejores frecuencias en el transporte público y contar con aparcamientos disuasorios. Sin esto, lo demás no tiene sentido", explica Monzón. Los 'parkings' en la periferia están recogidos en el plan A del ayuntamiento, aunque todavía no se han puesto en marcha.
El ayuntamiento ha activado para este miércoles el escenario 2 del protocolo anticontaminación municipal. ¿Qué significa? Que los vehículos a los que no les corresponde etiqueta medioambiental de la DGT (los más viejos y contaminantes: en el caso de gasolina, los anteriores a 2000; en el de diésel, los de antes de 2006, y en el de las motos, las anteriores a 2003) no podrán circular en todo el perímetro de la M-30 y, por supuesto, tampoco atravesar el túnel. Hay cuatro tipos de etiquetado: cero emisiones (vehículos eléctricos), ECO (híbridos), B y C. Todos los coches a los que sí les corresponde el distintivo podrán acceder sin problema y no será obligatorio llevarlo puesto hasta el 24 de abril del próximo año.
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