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Así es la nueva Gran Vía desde hoy: más aceras, semáforos retro, bancos, árboles...
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HOY SE INAUGURA SU NUEVA COMPOSICIÓN

Así es la nueva Gran Vía desde hoy: más aceras, semáforos retro, bancos, árboles...

La arteria madrileña estrena hoy su semipeatonalización con mucho más espacio para los viandantes, árboles, bancos y semáforos nuevos. Coincide con el encendido de luces

Madrid está de estreno. Los primeros anuncios llegaron en la primavera del año pasado. “La Gran Vía será semipeatonal antes de que acabe 2018”, decían los titulares. Meses después, en noviembre, el ayuntamiento adelantaba una nueva configuración del tráfico en la arteria madrileña para el periodo navideño que se quedaría para siempre. La gran novedad: dos carriles más para peatones, 5.400 metros cuadrados nuevos para caminar por una de las calles más emblemáticas de la capital. En lo estético, las palabras no acompañaban tanto: vallado sólido de hormigón a lo largo de todo el recorrido. A partir de este marzo, la cosa empeoró: la Gran Vía quedó empantanada por obras, cemento, grúas y una vista nada apetecible.

placeholder La Gran Vía luce árboles en su nueva composición. Foto: Enrique Villarino.
La Gran Vía luce árboles en su nueva composición. Foto: Enrique Villarino.

Este viernes, ocho meses después, el consistorio que dirige Manuela Carmena inaugura “la nueva Gran Vía”, convertida en uno de los hitos de esta legislatura y cuyo coste total asciende a cerca de nueve millones de euros. La pregunta ahora es, ¿en qué va a cambiar la arteria? Basta un solo paseo desde la calle Alcalá hasta plaza de España para notar novedades, y muchas. Para empezar, en cada lado de la calle los peatones disfrutan ahora de un espacio mucho mayor para caminar. Sobre el papel, es un carril más, pero la sensación es de mucha mayor amplitud. Queda por ver si los restaurantes y bares de la zona no se aprovecharán de las nuevas aceras para aumentar el número de mesas en las terrazas. El ayuntamiento asegura que estará vigilante.

¿Y de dónde sale el mayor espacio destinado a peatones? Para empezar, en el tramo que va desde la plaza de Cibeles a Callao, la calzada pasa de seis a cuatro carriles, dos en cada sentido. Los laterales están reservados para autobuses y taxis, mientras que los dos centrales se destinan al resto de vehículos y bicicletas. En todos ellos, la limitación de velocidad será de 30 km/h. En cuanto a la parte de Callao a plaza de España, en sentido subida, los ciclistas tienen un espacio sobre el asfalto independiente del de los coches por la pendiente que existe. Al ser una cuesta complicada, el consistorio ha elaborado un plan especifico para ese tramo.

placeholder Algunos de los bancos de granito en la arteria. Foto: Enrique Villarino.
Algunos de los bancos de granito en la arteria. Foto: Enrique Villarino.

El pavimento, en todo caso, es granito de la misma cantera con la que se hicieron las aceras de la misma arteria hace 15 años. De modo que a la vista de los viandantes es imperceptible ningún cambio más que la sensación de nuevo. Las grandes novedades estéticas sí se perciben de un solo vistazo. Llaman la atención los nuevos semáforos, 95 en total. Hay opiniones para todos los gustos, pero el diseño esférico y el estilo retro no dejan indiferente a nadie. Habrá 61 de tipo columna y, por otra parte, 34 báculos con un diseño curvo que permite ver el dibujo desde ambos sentidos de la vía. Su precio lo vale: más de 900.000 euros la semaforización en sí y otros 96.000 euros la señalización provisional.

Avanzando por cualquier lado de la calle es fácil tropezar con alguna otra cosa que tiene mucho de innovador. Los bancos. Habrá 143 y dos tipos distintos. Llaman la atención los compuestos por asientos de madera y estructura metálica, cuyo diseño permite instalarse al usuario de varias maneras y que ya ha probado incluso Esperanza Aguirre. Habrá 33 y están diseñados por el arquitecto Marcos Plazuelo, que ganó uno de los concursos abiertos lanzados por el ayuntamiento para este proyecto.

placeholder El otro tipo de banco, de madera y estructura metálica. Foto: Enrique Villarino.
El otro tipo de banco, de madera y estructura metálica. Foto: Enrique Villarino.

Los otros 110 son de piedra y han sido diseñados específicamente para la Gran Vía evocando un tiempo pasado en el que esta arteria contaba con asientos de descanso. Con respecto al resto del mobiliario urbano: 70 papeleras nuevas, otros 70 aparcabicicletas y tres fuentes accesibles. Todo esto, unido a los bancos, eleva el coste del remodelado mobiliario urbano a los 830.000 euros.

Y no es todo. La nueva Gran Vía también tiene árboles. Desde hace semanas, la mayor parte de los ciudadanos que han pasado por la zona han visto instalados los alcorques. La verdadera novedad es la especie: 89 ejemplares de Pyrus Calleryana, también conocido como peral nativo de China, país del que proceden. Además, está prevista la plantación de árboles en las plazas colindantes, como Callao, Metrópolis y Red de San Luis. En total, el ayuntamiento invertirá 106.745 euros en jardinería, a lo que hay que sumar una nueva red de riego que costará cerca de 100.000 euros. Que nadie deje de fijarse tampoco en las 228 farolas con tecnología led, para mejorar su eficiencia energética.

placeholder Aceras más anchas. El peatón gana un carril por cada lado de la calle. Foto: Enrique Villarino.
Aceras más anchas. El peatón gana un carril por cada lado de la calle. Foto: Enrique Villarino.

La inauguración completa de la gran arteria madrileña —en las últimas semanas, ha habido aperturas parciales— coincide esta tarde con el encendido de las luces navideñas y con el Black Friday, en lo que el consistorio prevé será un fin de semana de compras y paseos. Precisamente, el ayuntamiento ha querido dar el pistoletazo de salida de la nueva composición de la Gran Vía en un fin de semana señalado.

Y en siete días llega Madrid Central

La Gran Vía formará parte de la superárea de prioridad residencial Madrid Central a partir del próximo 30 de noviembre. Es decir, en un periodo de 14 días, el consistorio va a inaugurar dos de los grandes ejes de sus políticas urbanísticas y medioambientales, que el equipo de gobierno de Ahora Madrid pretende constituir como gran legado de su paso por el Palacio de Cibeles. A la promesa de convertir la arteria madrileña en semipeatonal, se añade la iniciativa 'estrella' municipal de restricción al tráfico privado para reducir drásticamente los niveles de contaminación en la ciudad.

placeholder Los nuevos semáforos de marcada forma esférica no pasan desapercibidos. Foto: Enrique Villarino.
Los nuevos semáforos de marcada forma esférica no pasan desapercibidos. Foto: Enrique Villarino.

Con la puesta en marcha de Madrid Central, solo los empadronados-residentes de esta zona podrán circular y cruzar libremente la arteria de la capital (y el resto del perímetro que constituye la APR). Los demás vehículos, debidamente etiquetados con la pegatina de la DGT, podrán acceder solo si dejan el coche en uno de los aparcamientos.

placeholder La nueva Gran Vía de Madrid. Foto: Enrique Villarino.
La nueva Gran Vía de Madrid. Foto: Enrique Villarino.

El resto de excepciones y limitaciones las contamos en las tres ediciones de nuestra guía definitiva para evitar multas a partir de su entrada en vigor:

Guía de Madrid Central (I): plazas de garaje, invitados, el cole de los niños

Guía de Madrid Central (II): ir a un hotel, entrar a un 'parking', qué pasa con las motos

Guía de Madrid Central (III): etiqueta ECO, autónomos con furgoneta, llegar al taller

Madrid está de estreno. Los primeros anuncios llegaron en la primavera del año pasado. “La Gran Vía será semipeatonal antes de que acabe 2018”, decían los titulares. Meses después, en noviembre, el ayuntamiento adelantaba una nueva configuración del tráfico en la arteria madrileña para el periodo navideño que se quedaría para siempre. La gran novedad: dos carriles más para peatones, 5.400 metros cuadrados nuevos para caminar por una de las calles más emblemáticas de la capital. En lo estético, las palabras no acompañaban tanto: vallado sólido de hormigón a lo largo de todo el recorrido. A partir de este marzo, la cosa empeoró: la Gran Vía quedó empantanada por obras, cemento, grúas y una vista nada apetecible.

Manuela Carmena Transporte
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