El 'rey de la chatarra', en la ruina por un prestamista chipriota y sus intereses del 18%

Una empresa chipriota está detrás de los graves problemas financieros que están asfixiando poco a poco el famoso negocio de Luis Miguel Rodríguez García-Rivera, dueño de Desguaces La Torre y conocido en el sector como 'el rey de la chatarra'. Slomber Holdings Limited, un fondo de inversiones internacional que tiene su base en Chipre, forzó el concurso de acreedores del desguace madrileño (uno de los más grandes de Europa), decretado el pasado 10 de julio por el juzgado de lo mercantil número 12 de Madrid. Rodríguez, últimamente un habitual del papel cuché por sus relaciones con Carmen Martínez Bordiú y Ágatha Ruiz de la Prada, recurrió a los chipriotas para que en 2013 le prestaran 5,3 millones de euros con los que construir un museo del automóvil.

Rodríguez aceptó unas condiciones leoninas. Un interés del 18% al que se sumó un interés adicional moratorio del 25%, este último una especie de sanción por el incumplimiento contractual y en el retraso en la devolución del pago. La deuda con el fondo se ha elevado así cinco años después hasta los 11.289.000 euros, de los que 5.989.000 son intereses. Uno de cada cuatro euros que debe Rodríguez se lo adeuda a los chipriotas. La deuda total de Desguaces La Torre, según la masa del concurso, es de 44.069.865 euros.

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Hacienda, no obstante, es el principal acreedor. Los desguaces deben al fisco español 21,9 millones de euros, aunque el último listado de morosos hecho público por la Agencia Tributaria rebaja la cifra a 15,4 millones. Después está el fondo chipriota, con esos 11,2 millones de euros. El Banco Santander también reclama 4,4 millones y la Seguridad Social, 1,33 millones. Luego está Norton Edificios, con una deuda de 412.317 euros. Con todos ellos, Desguaces La Torre tiene estructurado un calendario de pagos. El juzgado decidió declarar el concurso de acreedores porque estaba acreditada la existencia de embargos (por entidades públicas y privadas) y ejecuciones pendientes que afectan de manera clara al patrimonio del desguace. De todos los acreedores, solo Slomber lo había pedido.

Slomber fue constituida en julio de 2005 en Chipre, considerado paraíso fiscal hasta 2014. Como sociedad 'secretaria' que registró la apertura de la compañía está Trident Trust Company Limited, una compañía dedicada a su vez a crear sociedades en varios países, sobre todo en paraísos fiscales. El diario británico 'The Guardian' ya relacionó a Trident con negocios relacionados con el tráfico de armas. Hacienda abrió una investigación fiscal contra Desguaces La Torre en el marco de una operación nacional que incluía a unos 40 desguaces de toda España.

La sospecha inicial de los investigadores era que parte del dinero negro que manejaba La Torre en la venta de recambios iba a parar a Slomber Holdings, y que por tanto el préstamo concedido por la empresa chipriota era en realidad un autopréstamo camuflado como financiación de un tercero para blanquear los ingresos por la venta fraudulenta de los recambios. Al final, esta línea de la investigación se cerró. Cinco años después, Slomber se ha convertido en el prestamista más feroz y el que ha provocado un nuevo frente judicial al empresario. El abogado de Desguaces La Torre ha recurrido la apertura del concurso, recurso que aún debe aceptar o rechazar la Audiencia Provincial de Madrid.

Luis Miguel Rodríguez también se ha quedado sin su museo, que empezó a construir justo enfrente de sus desguaces, en el municipio madrileño de Torrejón de la Calzada. Primero porque es ilegal y debe ser derribado y segundo porque la Agencia Tributaria acaba de sacar a subasta 17 fincas de su propiedad para saldar la deuda contraída. De los 21,9 millones que debe al fisco, 14,6 millones ya están en procedimiento de embargo. La mayoría de esas fincas ya han sido vendidas por 1,6 millones de euros y servirán para ir condonando la importante deuda.

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El edificio pretendía albergar la nueva sede del Museo Eduardo Barreiros. El proyecto fue inaugurado por la ex presidenta regional Esperanza Aguirre (muy amiga del empresario) en mayo de 2006. Presupuestado en 50 millones de euros, el objetivo era levantar una gran edificación cilíndrica de 37.000 metros cuadrados hecha con coches prensados procedentes del desguace de Rodríguez, gran amigo de Mari Luz Barreiros, presidenta de la Fundación Barreiros e hija del precursor de la automoción en España. El museo, que iba a albergar 600 automóviles de todas las épocas, es hoy un esqueleto a medio terminar en el kilómetro 25 de la A-42.

Nunca se finalizará. Los terrenos donde se asienta no son urbanizables y están protegidos, por lo que el empresario nunca obtuvo licencia municipal para los trabajos. Para comprar parte de ese suelo, utilizó el préstamo de Slomber. Tampoco tienen licencia las obras de ampliación de Desguaces La Torre que se están llevando a cabo justo enfrente. El 'rey de la chatarra' compró 650.000 metros cuadrados para intentar ampliar su negocio y levantar así el mayor desguace de Europa junto al faraónico museo. Las obras ilegales han acabado en los tribunales. Tanto el empresario como el alcalde de Torrejón de la Calzada, del PP, están imputados en el juzgado número 1 de Valdemoro. El primero, por hacer los trabajos sin las licencias pertinentes, y el segundo, por permitirlas y no hacer nada. Sobre las obras pesa una orden de derribo.