Cifuentes ultima su salto al sector privado tras marcharse sin 'finiquito' de la política

No cobró ninguna indemnización tras dimitir como presidenta de la Comunidad de Madrid. No le correspondía. Tampoco cobró ningún tipo de compensación tras dejar su acta como diputada autonómica. No está regulado. Y de momento tampoco percibirá ninguna pensión 'política' porque la Asamblea de Madrid no tramitará esta legislatura el estatuto de los expresidentes. Cristina Cifuentes se fue sin 'finiquito' de la política. En junio también renunció a su sueldo en la Universidad Complutense tras pedir una excedencia de tres meses que vence en septiembre. En principio no volverá, ya que ultima ese mismo mes su salto al sector privado tras 27 años en la vida pública.

Cifuentes intenta rehacer su vida. No le queda otra. Desterrada abruptamente de la primera línea de la política, un máster polémico y un bochornoso vídeo acabaron con una carrera que prometía grandes logros. Dimitió como presidenta regional, forzada por la dirección nacional, el pasado 25 de abril. Un punto y final que no conllevó ninguna indemnización por cese. No está regulado en la Comunidad de Madrid para los altos cargos. "Solo cobró la parte proporcional del mes trabajado como presidenta y la parte que le correspondía de la paga extra", explican desde el Ejecutivo autonómico.

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Días después, el 8 de mayo, Cifuentes también renunciaba a su acta como diputada autonómica. La Asamblea de Madrid tampoco paga ningún tipo de finiquito cuando los parlamentarios cesantes son además miembros del Ejecutivo. Tampoco tiene derecho a la pensión que se recoge en el borrador del nuevo estatuto de los expresidentes madrileños. Los partidos no han sido capaces de aprobar el texto definitivo en lo que llevamos de legislatura ni lo harán en los nueve meses que quedan. La inacción parlamentaria afecta directamente a Cifuentes, la única que de acuerdo con el texto estaría en condiciones de disfrutarlo.

En cuanto a las condiciones económicas, el estatuto prevé para los expresidentes un sueldo correspondiente al 90% de las retribuciones que tenía durante los dos años siguientes al abandono del cargo, prorrogables a tres si el político en cuestión había ocupado más de una legislatura. No es el caso. Si ese estatuto se aprobara a partir de mayo de 2019, es decir, en la siguiente legislatura, la expresidenta solo percibiría como mucho un año de salario. Cifuentes ha dejado así la política sin ningún tipo de compensación económica. La Ley 14/1995, de 21 de abril, de Incompatibilidades de Altos Cargos de la Comunidad de Madrid, la obliga a presentar una declaración notarial con sus bienes a los dos meses de dejar el cargo. A la que sumará una copia de la última declaración tributaria. Ya ha tenido que presentarla.

Nada más dejar la vida pública Cifuentes solicitó reincorporarse a su puesto en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). La expresidenta llevaba muchos años de excedencia por ostentación de cargo público. La Ley del Estatuto Básico del Empleado Público establece que el trabajador debe solicitar su reingreso en el plazo de un mes a partir de la finalización del motivo de la excedencia. El trámite era obligatorio para que no perdiera su plaza en la Complutense, con independencia de que luego continúe en el centro universitario o se decante por otra actividad profesional.

Pero nunca llegó a pisar la Complutense. Una vez realizado el trámite de reincorporación volvió a pedir a principios de junio una excedencia de tres meses sin sueldo, que finaliza ahora en septiembre. Ella tiene la condición de funcionaria del subgrupo A1 [personal con licenciatura], con un salario de 43.412,76 euros sin contar los trienios de antigüedad. El Confidencial ha podido saber, no obstante, que no tiene intención de volver a la Complutense y que la expresidenta ultima su salto al sector privado en septiembre, a las vuelta de las vacaciones. Tendrá que tener muy presente que la ley prohíbe a los altos cargos, durante los dos años siguientes a la fecha de su cese, realizar actividades privadas relacionadas con expedientes sobre los que hayan dictado resolución en el ejercicio del cargo. Lo que limita muchos las posibilidades.

De momento Cifuentes sigue de vacaciones. Las primeras que se ha tomado en ocho años, según ha señalado ella misma. Ha estado en Menorca, donde ha recordado en Twitter que el 20 de agosto se cumplían cinco años de su grave accidente de moto que casi le cuesta la vida. "Hoy hace cinco años, a esta misma hora, estuve muy cerca de la muerte. Me cogió de la mano, me habló. Casi me convence para acompañarle... pero escapé. Después de una experiencia así la vida te cambia por completo". Este fin de semana disfrutará de una boda familiar en Galicia.

Durante estos meses Cifuentes ha estado rodeada de su familia, un grupo reducido de amigos, sus gatos y la lectura. No ha vuelto a realizar apariciones públicas. El juez la citó en calidad de investigada por el polémico máster de la Universidad Rey Juan Carlos el pasado 11 de mayo. Declaró el 23 de julio (tras un primer aplazamiento por enfermedad) acusada de los delitos de cohecho y prevaricación. Su futuro judicial es incierto, pero como ha dicho en las redes sociales: "Hoy miro el futuro con optimismo".