El taller de joyas de Felipe González oculto en una nave no tiene licencia municipal

El taller de joyas que Felipe González tiene oculto en una nave industrial de Fuenlabrada no tiene licencia municipal para poder realizar ningún tipo de actividad. Así lo ha confirmado el Ayuntamiento madrileño tras una consulta realizada por El Confidencial. Como ya publicó este diario, el expresidente alquila desde enero de 2014 parte de una nave propiedad de Francisco Castaño Vázquez, hoy íntimo amigo suyo, pero que durante muchos años fue su escolta cuando González dirigía los designios del país desde Moncloa. Un portavoz del Consistorio, gobernado por el PSOE, asegura que "no consta en los archivos municipales licencia o solicitud de la misma a nombre de Ialcon Consultores. Realizaremos de oficio las oportunas averiguaciones sobre la situación de la empresa y su actividad en caso de que la hubiera".

Ialcon Consultoría es la empresa de González. Constituida en 2002, el expresidente del Gobierno fue su administrador único hasta 2006. Ese año cedió la gestión a su hija María. Según el registro mercantil, González conserva la mayoría de la firma, el 78,2%. El 21,8% restante se lo reparten de forma equitativa María y sus otros dos hijos, Pablo y David (un 7,26% cada uno). La firma facturó 713.331 euros en 2016 (últimos datos). En enero de 2014, Ialcon y Cefoim (la empresa de Castaño, su exescolta) firmaron un contrato de alquiler de dos años (prorrogable anualmente) en el que Cefoim cedía a Ialcon 110 metros cuadrados de la nave, situada en Fuenlabrada.

En la mayor parte de la nave, de 1.420 metros cuadrados, Cefoim, en concurso de acreedores, sigue realizando cursos para formar instaladores de todo tipo: electricistas, frigoristas, fontaneros, carretilleros, soldadores; y para formar también a mecánicos de aviones y de tren. Pero en los 110 metros cuadrados que tiene alquilados Ialcon, González ha instalado un taller donde fabrica sus joyas, que comercializa en tiendas de algunos amigos y que mayoritariamente cede para eventos benéficos. En el inmueble no hay ningún elemento que permita identificar que allí dentro se fabrican joyas de lujo. Todo lo contrario. La discreción es total. Tanto que, según ha podido saber este diario, González también ha guardado en este taller parte de los documentos que forman parte del archivo personal que el expresidente acaba de hacer público a través de la web de su fundación.

El Ayuntamiento asegura, tras consultar sus archivos, que el 27 de mayo de 2010 la Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid aprobó el "proyecto de actuación especial para la instalación de un centro de formación (con campo de prácticas) de operadores de maquinaria de obra civil y construcción en las parcelas 144, 145 y 146 del polígono 3 del catastro de rústica", solicitado por Cefoim. Esta empresa tiene licencia de actividad (número 4.769) como "centro de formación, instaladores y mantenedores autorizados", aprobada por la Junta de Gobierno Local el 29 de julio de 2011.

TE PUEDE INTERESAR

Así fabrica sus joyas Felipe González en una nave oculta y en quiebra de su exescolta

David Fernández

Pero Ialcon, que alquiló en 2014 parte de la nave de Cefoim, no ha solicitado ninguna licencia, ni de actividad ni de funcionamiento, requisitos necesarios para abrir un negocio, comercio o taller en el municipio. El Ayuntamiento asegura que investigará si en ese local se realiza algún tipo de actividad distinta a la autorizada que necesite licencia. El contrato al que ha tenido acceso El Confidencial refleja que Ialcon alquilaba los 110 metros de la nave para realizar trabajos artesanales. "La parte arrendataria está interesada en el arrendamiento de una de las dos zonas independientes de la planta alta del inmueble. El uso al que se va a dedicar la parte arrendadora es el de la realización de trabajos artesanales con cualquier tipo de material, equipos y herramientas propios de la especialidad". El precio pactado para el primer año de alquiler se fijó en 5.800 euros anuales e incluye "luz, agua y gastos comunes". El propietario de la nave, Castaño, no fijó ninguna fianza.

El Confidencial ha intentado en reiteradas ocasiones conocer la versión de González. Sin éxito. Las licencias de actividad y funcionamiento conllevan por parte del empresario el pago de unas tasas. El expresidente tampoco entregó al Ayuntamiento una declaración responsable, "un documento suscrito por el titular de la misma en el que manifiesta que, bajo su responsabilidad, cumple con los requisitos establecidos en la legislación vigente para ejercitar su derecho a la ejecución de la obra y/o el ejercicio de la actividad, que dispone de la documentación que así lo acredita y que se compromete a mantener su cumplimiento durante el período de tiempo de su ejercicio".

Además, ejercer una actividad comercial sin la pertinente licencia conlleva unas sanciones económicas. Según la ordenanza en vigor del Ayuntamiento de Fuenlabrada, "las actividades que se ejerzan sin la obtención de previa licencia o, en su caso, sin la presentación de la correspondiente declaración responsable, o contraviniendo las medidas correctoras que se establezcan, serán suspendidas de inmediato". En la publicidad que ha hecho de sus joyas, Felipe González asegura que trabaja con piedras preciosas de varias partes del mundo, por lo que en principio su actividad también tendría que cumplir con el Real Decreto 197/1988, de 22 de febrero, que aprueba el reglamento de la ley de objetos fabricados con metales preciosos, como hacen el resto de joyeros madrileños que tienen locales.

El taller de González está oculto. Nada desde el exterior permite entrever que allí todo un expresidente se afana en crear sus diseños de joyas. González quiere intimidad y la consigue. Su parte de la nave está separada del resto, donde algunos alumnos siguen impartiendo cursos con Cefoim. Para entrar a su taller hay que ir a la parte posterior de la nave, donde una puerta da acceso a un recibidor y a una escalera para acceder a la planta de arriba. El expresidente también tiene un gran despacho (con cuarto de baño) donde recibe a los invitados.

TE PUEDE INTERESAR

Denuncian los negocios del casero de Felipe González con el rector de la Rey Juan Carlos

David Fernández

El dueño de Cefoim y casero de González, Francisco Castaño, es actualmente director gerente de la compañía Aviation Group que, como publicó El Confidencial, firmó un polémico convenio con la Universidad Rey Juan Carlos que ha acabado en la Fiscalía tras una denuncia del grupo parlamentario de Podemos en la Asamblea de Madrid. La Fiscalía del área de Móstoles acaba de abrir diligencias. Por este convenio, la universidad ha construido y financiado un hangar de 1.500 metros cuadrados cuyo uso ha cedido durante 25 años a Aviation Group para que se impartan cursos no universitarios. Un convenio firmado en diciembre de 2015 que, según su propio articulado, queda fuera de la Ley de Contratos del Sector Público. En la denuncia, Podemos pide que se tome declaración al rector Ramos y al empresario Castaño.