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Viajar desde México o Ucrania para aprender a torear en Madrid por 20€ y en Las Ventas
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Viajar desde México o Ucrania para aprender a torear en Madrid por 20€ y en Las Ventas

La escuela taurina de la Comunidad ha duplicado este curso sus alumnos. Como reclamos, su reducida cuota mensual, clases en mismas Ventas y muchas prácticas en ganaderías

Foto: Dos alumnos de las escuela, en un clase práctica.
Dos alumnos de las escuela, en un clase práctica.

Jaime Portilla tiene 17 años. Es un chico alto, espigado, fibroso y un poco tímido. Pero se le ve decidido. Quiere ser matador de toros. Su vida cambió en el año 2015, cuando Enrique Ponce toreó en la Monumental de México Distrito Federal. "Ese día lo decidí. Y se lo dije a mi familia". Jaime quería probar suerte en el mundo del toreo y ser profesional. "Preparé un 'power point' para contarle a mis padres los gastos que conllevaría". Y en septiembre de 2016 cogió un avión y se vino a Madrid. Solo. "Vivo con una familia de intercambio, por la mañana estudio y todas las tardes vengo a la escuela. Mis padres me ayudan económicamente desde México. Es mi sueño".

Portilla es uno de los 80 chavales (el curso empezó con 72) que actualmente imparten clase en la Escuela Taurina de la Comunidad de Madrid José Cubero ‘Yiyo', que tutela el Gobierno regional pero que gestiona la empresa concesionaria de la plaza de toros de Las Ventas, Plaza 1. La escuela acepta alumnos de entre 9 y 21 años, aunque no cierra las puertas a todos aquellos con muchas ganas de aprender. Y ponen el caso de Fernando, un chico de siete años que se pasa muchos días por el coso madrileño para recibir algunas clases. También hay cuatro chicas, una de nacionalidad ucraniana. El resto de extranjeros proceden de países suramericanos, aunque se espera en breve la llegada de dos alumnos franceses.

placeholder Dos de las alumnas de la escuela madrileña.
Dos de las alumnas de la escuela madrileña.

La escuela está de moda. De hecho, este curso ha duplicado el número de inscritos. ¿Ha habido un repunte de la afición entre los más jóvenes? "Creo que este año ha influido que por primera vez la escuela tiene la oportunidad de dar las clases en un marco tan incomparable como la plaza de Las Ventas", explica el director artístico de la misma, el maestro José Pedro Prados ‘El Fundi’. "También pesa mucho que la escuela tenga acuerdos con una treintena de ganaderías y tentaderos para poder impartir clases prácticas. Poco a poco tenemos más recursos".

El precio es otro de los reclamos. La inscripción solo cuesta 6 euros y la cuota mensual, 20 euros. Un precio muy bajo teniendo en cuenta que la escuela está abierta todas las tardes de la semana durante tres horas y los sábados por la mañana. Aunque en la comunidad hay otras tres escuelas (la de Colmenar Viejo que dirige Miguel Cancela, la de Arganda del Rey de 'El Juli' y la de Navas de Rey), el Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes quiere que esta escuela "sea el máximo referente a nivel nacional e internacional". Sobre todo después de que el Ayuntamiento de la capital haya dejado claro que no piensa reabrir la escuela municipal Marcial Lalanda, que utilizaba las instalaciones de la Venta del Batán.

Foto: Vista de la plaza de Las Ventas que muestra todo el tendido con los asientos de granito. (EFE)

La mayoría de los alumnos que estaban en la Marcial Lalanda no tuvieron más remedio que incorporarse a la de la Comunidad, que cogió el testigo. "En junio de 2016 cerró la escuela del Ayuntamiento. Había unos 40 alumnos. El Gobierno regional ya había decidido en febrero de 2016 apostar por su propia escuela, que no solo sería un centro de tauromaquia, sino también una escuela de valores. La Comunidad la financió directamente hasta noviembre de 2016, cuando la escuela se incluyó en el pliego de la nueva concesión de la plaza", señala Manuel Ángel Fernández, Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad.

La verdad es que impresiona el respeto con el que los alumnos se relacionan con los profesores. Casi reverencial. "Aquí no solo se viene a aprender a torear, también intentamos inculcar valores tan importantes como la educación, el sacrificio, la competitividad bien entendida, la disciplina, el compañerismo", explica 'El Fundi'. "Buenas tardes, maestro". Uno a uno todos los alumnos presentes saludan como un ritual estrechando la mano a los tres profesores de la escuela (los matadores de toros 'El Fundi', Miguel Rodríguez y Rafael de Julia). En breve se incoporará el periodista taurino y escritor Paco Aguado.

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Uno de los profesores de la escuela con uno de los alumnos.

Juan José Villa, alias 'Villita', de 17 años, es otro de los alumnos. De los más aventajados de la escuela. Lleva siete años formándose y quiere ser matador de toros. "Mi padre fue banderillero y novillero, así que llevo la afición desde pequeño". Vive en Manzaneque (Toledo), así que todos los días tiene que hacer los 113 kilómetros que separan su casa de la plaza de toros de las Ventas. Ha hecho la ESO, pero ha decidido dejar los estudios para prepararse al 100%. "Me formo para esta profesión durante todo el día, nueve horas diarias. Es lo que quiero", dice convencido. 'Villita' ya ha participado en novilladas sin caballo.

Para las clases prácticas hay que tener más de 14 años y el permiso de los padres. Se empieza con las becerradas, que en sí no son un festejo taurino. Hasta los 16 años no se puede participar en novilladas sin picador, novilladas con picador y ya como último nivel en corridas de toros. La escuela José Cubero 'Yiyo' ofrece un buen número de lidias gracias a los acuerdos que ha firmado con una treintena de ganaderías. Pero no todo son clases prácticas. Es importante una buena prepación física (de la mano de José Luis Cabrero) y la escuela ha incorporado este curso un plan de estudios teóricos.

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La preparación física de los alumnos en fundamental.

Esta formación se va a dividir en tres niveles. Así, en el nivel básico se tratan temas relacionados con el toro, los trastos de torear, el vocabulario taurino, el protocolo y la liturgia propios del toreo o las suertes básicas. El nivel intermedio incluye aspectos como la historia de la Tauromaquia, la lidia, los encastes o la fisiología y comportamiento del toro. El nivel superior trata ya temas más específicos, como primeros auxilios y la atención a compañeros heridos, aspectos laborales y administrativos de la profesión o el estudio de los reglamentos de las diferentes comunidades autónomas. Los alumnos también reciben formación sobre cómo hablar en público, con medios de comunicación o cómo relacionarse en las redes sociales.

'El Fundi' reconoce que también hay una importante labor de psicología para saber gestionar la frustración que puede generar el fracaso de no conseguir la expectativas soñadas. "El 99% de los que se apuntan quieren ser toreros, profesionales, y es muy difícil llegar. Junto a la formación hay una importante parte de talento, de creatividad, de personalidad. También puede haber cogidas que interrumpan una carrera. Hay que saber llevar todo eso". Desde la escuela, no obstante, están contentos con los resultados técnicos obtenidos. El diestro mejicano Luis David Adame salió de la escuela, dos alumnos han sido finalistas del certamen 'Camino hacia Las Ventas' y otros chavales que se forman en la 'Yiyo' ya están participando en novilladas con picador.

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Uno de los alumnos más jóvenes de la escuela.

Ahora que no hay temporada taurina la escuela ha instalado un gran carpa en el coso de Las Ventas para que los alumnos practiquen a salvo de las inclemencias temporales del invierno. La alcaldesa Manuela Carmena anunció la semana pasada que ha ofrecido a la Comunidad de Madrid la cesión del espacio que el Ayuntamiento tiene en la venta del Batán (donde estaba la Marcial Lalanda) para que 'la Yiyo' desarrolle allí sus actividades. El Gobierno regional no tiene constancia de ese ofrecimiento. Lo único que tiene claro es que quiere apostar por un centro propio que "dé posibilidades a los más jóvenes para que aprendan esta profesión".

"Ahora parece que es políticamente incorrecto ser taurino. También hay que saber torear con eso. Solo queremos respeto. Que se respete que los jóvenes amen esta profesión igual que quieren ser futbolistas. Lamentablemente los tiempos han cambiado. Ahora está mal visto y conozco alumnos que miden sus palabras a la hora de contar que vienen a la escuela", señala 'El Fundi'. Alicia Costa, 18 años, no tiene reparos en decirlo. Y eso que aún son pocas las féminas que se aventuran en este mundo. Es una de las cuatro alumnas.

"Me gusta desde que tenía 10 años, pero mis padres no me han dejado hasta que he sido mayor. Llevo tres años en la escuela y ya he participado en becerradas". Alicia asegura que su familia le apoya, aunque al principio se asustaron, y le da igual lo que piensen los demás. "Mi objetivo es dedicarme a esto, hacer de los toros mi profesión, pero también estoy estudiando magisterio y educación infantil".

Jaime Portilla tiene 17 años. Es un chico alto, espigado, fibroso y un poco tímido. Pero se le ve decidido. Quiere ser matador de toros. Su vida cambió en el año 2015, cuando Enrique Ponce toreó en la Monumental de México Distrito Federal. "Ese día lo decidí. Y se lo dije a mi familia". Jaime quería probar suerte en el mundo del toreo y ser profesional. "Preparé un 'power point' para contarle a mis padres los gastos que conllevaría". Y en septiembre de 2016 cogió un avión y se vino a Madrid. Solo. "Vivo con una familia de intercambio, por la mañana estudio y todas las tardes vengo a la escuela. Mis padres me ayudan económicamente desde México. Es mi sueño".

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