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Alarma en el Rayo: no puede pagar los 36 millones que valen el estadio y el suelo
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Alarma en el Rayo: no puede pagar los 36 millones que valen el estadio y el suelo

Comunidad de Madrid y club negocian un nuevo convenio para volver a ceder el estadio al equipo. El actual vence en 2018. Cifuentes tiene que pagar ahora dos millones en reformas

Foto: Estadio del Rayo Vallecano.
Estadio del Rayo Vallecano.

La Comunidad de Madrid no venderá el estadio de Vallecas al Rayo Vallecano. No porque no quiera. El precio de la instalación y del valor del suelo está por encima de las posibilidades del club de fútbol, que actualmente milita en Segunda División. La inversión para el Rayo se iría por encima de los 36 millones de euros. Inasumible para una entidad que estuvo en concurso de acreedores, que maneja un presupuesto anual de 12 millones de euros y que ha tenido que reservar otros 33 millones por las tres causas judiciales que siguen abiertas, heredadas de la etapa de los Ruiz-Mateos al frente del equipo.

Debido a la situación de las arcas rayistas, el Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes ha decidido negociar un nuevo convenio con los propietarios del Rayo (el empresario Raúl Martín Presa tiene el 98% de las acciones) para seguir cediendo la instalación al club. El actual acuerdo finaliza el 29 de junio de 2019 y el Ejecutivo autonómico quiere que el nuevo sea "más exigente", ya que el club no ha invertido lo necesario para mantener las instalaciones en buen uso. De hecho, la comunidad, dueña del campo, tendrá que pagar 1,8 millones en importantes obras de reforma, que empezarán antes de que finalice el año, y tiene que abonar además 77.000 euros al ayuntamiento por otros trabajos de urgencia que el Gobierno local tuvo que hacer en el estadio en 2015.

placeholder Los baños del estadio de Vallecas.
Los baños del estadio de Vallecas.

El Rayo Vallecano y la Comunidad de Madrid (entonces presidida por Ignacio González) ya intentaron negociar la venta del estadio en 2015. Pero nunca se estuvo cerca de alcanzar un acuerdo real. El club (que es sociedad anónima) presentó una oferta de compra de 1,2 millones de euros. Muy lejos de las cifras que manejaba el Gobierno regional, que en julio de 2014 encargó un informe de tasación a la empresa Alia, que calculó el valor del estadio en 7,5 millones. Eso fue en 2014. Es cierto que en estos tres años la instalación se ha deteriorado, pero ahora va a sufrir un fuerte lavado de cara con los 1,8 millones de euros en obras de mejora, con lo que el inmueble se puede revalorizar.

A eso hay que añadir el valor del suelo, de titularidad municipal, sobre el que se asienta el campo. La última valoración es de 29 millones de euros, explican desde la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes. Es decir, que una posible venta tendría que negociarse a tres bandas con el ayuntamiento de la capital, que tendría que ser compensado con unos aprovechamientos urbanísticos similares que tendría que asumir el club. Lo dicho, inasumible para las arcas del Rayo. El Confidencial se ha puesto en contacto con responsables de la entidad, que han preferido no hacer declaraciones.

placeholder Una de las gradas, inundadas.
Una de las gradas, inundadas.

La única salida es un nuevo convenio. El PSOE también apuesta por ello. "El criterio fundamental que defendemos en el proceso de renovación del convenio será la garantía de la titularidad pública del estadio de Vallecas, su aportación al deporte madrileño y muy especialmente a la promoción del deporte base", señala el diputado socialista Pablo García-Rojo. El convenio data de junio de 1989, aunque fue modificado en 1999.

La cláusula tercera del convenio señala que el Rayo tendrá que asumir "los gastos de mantenimiento de las instalaciones, incluidas las correspondientes obras de conservación y entretenimiento, así como la reposición del material de las instalaciones". El Rayo no paga un alquiler a la comunidad, sino que abona todas las tasas e impuestos (como el IBI) que "graven la utilización del inmueble cedido". El Rayo también gestiona la explotación de los servicios de cafetería y puestos de bebida del estadio y la publicidad estática del campo.

A cambio, la comunidad puede disponer de la instalación 12 días al año y recibe 100 entradas por partido. "El estadio está hecho un desastre, en una situación próxima a la ruina. Elementos fundamentales arquitectónicos ponen en riesgo tanto a quienes asisten a los partidos como a quienes pueden transitar por sus inmediaciones. La accesibilidad es también una asignatura pendiente", señala el diputado García-Rojo. Ángel Barranco, presidente de la Asociación de Accionistas ADRV (tienen el 2% de las acciones), cree que "el convenio tiene sentido si el club lo cumple. El deterioro del campo se ha producido porque precisamente no se ha cumplido ese convenio".

placeholder Una de las escaleras del estadio.
Una de las escaleras del estadio.

La situación es mala desde septiembre de 2012, cuando una Inspección Técnica de Edificios (ITE) realizada por el Ayuntamiento de Madrid dejó claro que su estado de mantenimiento era mejorable. El consistorio tuvo que hacer en 2015 algunas obras de emergencia (ya que ni el Rayo ni la comunidad las hicieron) y ahora va a pasar la factura, 77.000 euros, al Gobierno regional. Este quiere que el nuevo convenio sea "más exigente" y que el club cumpla con sus obligaciones. El escenario que se baraja es ceder el estadio por un periodo largo, de más de 50 años, en que el club se comprometa a realizar importantes inversiones en un estadio que tiene capacidad para 14.600 espectadores.

De momento, estas van a correr a cargo de la comunidad, que ya las ha licitado por 1,8 millones. Los trabajos comenzarán antes de que acabe el año, ya que el ayuntamiento dio como plazo límite el 31 de diciembre de 2017. Las obras durarán unos cuatro meses, aunque no está previsto cerrar el estadio y perjudicar la temporada futbolística. Los trabajos incluyen reparaciones en zócalos y pórticos, impermeabilización de graderíos, eliminación de elementos metálicos de la antigua publicidad, reparación de zonas hundidas, retirada de bovedillas de cerámica en mal estado, sustitución de las barandillas que separan el campo y las gradas, redistribución de asientos y aumento del tamaño de las escaleras. También está prevista la construcción de una rampa para favorecer la movilidad.

placeholder Vallas oxidadas en una de las escaleras del campo.
Vallas oxidadas en una de las escaleras del campo.

La verdad es que el estado de este viejo estadio es mejorable. Zonas que se inundan cuando llueve, vallas oxidadas, asientos rotos, mucha suciedad, parte del pavimento suelto y roto, instalaciones eléctricas en mal estado, mobiliario abandonado, baños viejos y muchos atascados... La lista es larga. "La situación actual de deterioro del estadio es inadmisible e inaceptable. La comunidad ha descuidado sus deberes de cuidado y modernización del campo. La inversión anunciada por el Gobierno regional, junto con las actuaciones del ayuntamiento en ejecución sustitutoria por incumplimiento de la ITE, no supone más que una mínima parte de la inversión necesaria para hacer del estadio de Vallecas un campo moderno y accesible", concluye García-Rojo.

La Comunidad de Madrid no venderá el estadio de Vallecas al Rayo Vallecano. No porque no quiera. El precio de la instalación y del valor del suelo está por encima de las posibilidades del club de fútbol, que actualmente milita en Segunda División. La inversión para el Rayo se iría por encima de los 36 millones de euros. Inasumible para una entidad que estuvo en concurso de acreedores, que maneja un presupuesto anual de 12 millones de euros y que ha tenido que reservar otros 33 millones por las tres causas judiciales que siguen abiertas, heredadas de la etapa de los Ruiz-Mateos al frente del equipo.

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