Los robos de cartón se disparan en Madrid: 1.006 denuncias y 167 imputados en dos años

Madrid capital tiene un serio problema con los grupos organizados que roban cartón y papel de los contenedores públicos (los llamados 'carteneros'). Los datos que maneja el ayuntamiento dirigido por Manuela Carmena así lo demuestran. En apenas dos años (2016 y enero-septiembre de 2017) se han disparado las denuncias de la Policía Municipal y el número de investigados. El Gobierno local lo atribuye al "incremento de la actividad preventiva al reforzarse las unidades de distrito. Hay un repunte de los datos porque se está patrullando mucho más". El número de actuaciones policiales, por ejemplo, ha pasado de las 33 que se realizaron en 2011 a las 524 de 2016 y las 378 que ya se han efectuado en los primeros nueve meses de 2017.

Aunque no hay datos oficiales del volumen de cartón y papel que se roba una vez depositado en la vía pública, las denuncias tramitadas por la Policía Municipal evidencian que la proliferación de grupos organizados es un hecho. En 2011, solo hubo 11 denuncias, cifra que se disparó a 523 en 2016 y a 487 en lo que llevamos de 2017. En total, 1.006 en apenas dos años (casi el doble que las 571 tramitadas en los cinco años anteriores, entre 2011 y 2015). En cuanto a las personas imputadas, el número se elevó a 68 en 2016 y 99 en lo que llevamos de 2017. Es decir, 167 frente a las 97 del periodo 2011-2015. Este año ya van 11 detenidos (siete en 2016), cuando en 2011 solo hubo uno.

Estos grupos organizados suelen actuar de noche y cuentan con vehículos donde cargar lo robado. En pequeños equipos de dos o tres. La Ordenanza de Limpieza de los Espacios Públicos y Gestión de Residuos sanciona como falta grave "manipular o extraer los residuos propiedad pública de sus correspondientes recipientes normalizados". Las multas oscilan entre los 751 y los 1.500 euros, aunque la mayoría terminan por no cobrarse porque los infractores se declaran insolventes. Si los contenedores son dañados al intentar extraer su contenido, la multa puede incrementarse hasta los 3.000 euros. Además, al no ser esta una actividad delictiva tipificada en el Código Penal, el grado de reincidencia es muy alto.

Los sindicatos señalan que el problema se ha acrecentado con los nuevos contenedores que ha instalado el ayuntamiento, ya que el modelo elegido facilita el robo de lo que hay en su interior. Los nuevos contenedores son de carga lateral y tienen una capacidad de 3.200 litros. Se han instalado más de 1.000 en los 21 distritos de la capital. El truco radica en que si los cacos pueden meter el brazo por el hueco rectangular de la parte frontal del contenedor para llegar a la parte trasera, solo tienen que tirar de una palanca para abrirlo totalmente.

Por distritos, llama la atención que la zona norte de Madrid concentre el mayor número de denuncias. Chamartín se lleva la palma, con 192 en poco más de año y medio, seguido de Chamberí (137) y Salamanca (102). En cuanto al número de detenidos, Hortaleza, con 92 denuncias, acumula ocho de los 11 arrestados de este 2017. Sergio Brabezo, concejal de Ciudadanos, lleva esta semana una pregunta a la comisión de Movilidad y Medio Ambiente para conocer si el consistorio está realizando "algún seguimiento sobre la instalación de los nuevos contenedores", ya que "el año pasado el ayuntamiento nos dijo que iba a instalar contenedores mejor preparados contra el robo, y son todo lo contrario. Muy fáciles de abrir y robar". La Policía Municipal no ha sabido explicar por qué estos cuatro distritos acumulan tantas denuncias y actuaciones preventivas de los agentes.

El precio del residuo invita a que muchas personas recurran a esta práctica delictiva para ganarse la vida. La Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) situó el año pasado el precio de la tonelada de papel y cartón entre los 100 y los 72 euros, según el mes (una media de 91 euros), cuando en el año 2009 el precio medio era de 31 euros. Los datos también revelan que el ayuntamiento recoge cada año menos papel y cartón. De las 78.000 toneladas recogidas en 2009 se pasó a 28.400 toneladas en 2015 y a 27.900 toneladas en 2016, un descenso del 64%.

No obstante, el robo no es la única causa del descenso en la recuperación de papel y cartón. La crisis económica ha provocado que se generen menos residuos y su alta rentabilidad hace que muchas empresas reciclen sus propios residuos para venderlos a gestores privados. En lo que llevamos de 2017, el incremento de la actividad policial y el aumento de las frecuencias de vaciado de los contenedores que hacen las empresas adjudicatarias han conseguido que se reduzca el material robado. En los siete primeros meses del año, se han recogido 22.480 toneladas, un 25% más que en el mismo periodo de 2016.

Los robos perjudican económicamente tanto a las empresas adjudicatarias que recogen papel y cartón como a las arcas públicas. En primer lugar, el contratista sale perdiendo porque al recolectar menos cantidad de residuos, cobra menos por parte del ayuntamiento, ya que este le abona por tonelada recogida. Y el consistorio, al recoger menos, cobra a su vez menos de las empresas gestoras de residuos, que pagan por este residuo para procesarlo y luego venderlo. El consistorio percibe 139 euros por tonelada de cartón limpio y 117 euros de papel y cartón mezclado.

La nueva estrategia de residuos del Gobierno local de Ahora Madrid ha incluido de nuevo (el PP quitó este servicio) la recogida puerta a puerta del cartón y del vidrio en los comercios. En el caso del cartón, esta recogida comenzó en diciembre de 2016 y ha supuesto una nueva 'línea de negocio' para los 'carteneros', que en algunos casos solo tienen que localizar qué establecimientos se han apuntado. En los siete primeros meses del año, estos comercios han generado 1.482 toneladas.