Preocupación en la patronal farmacéutica por Cataluña: representa el 45% del sector

La crisis catalana afecta ya a la economía española. El departamento que dirige Luis de Guindos reconoció hace días que la situación actual ralentizará el crecimiento económico del país el próximo año y otros informes como el de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) apuntan ya a un empeoramiento en las previsiones para ejercicios posteriores si el conflicto continúa. Un escenario que “preocupa” también a la industria farmacéutica española, máxime teniendo en cuenta que en torno al 45 por ciento del peso de este sector reside en Barcelona. Sobre la mesa sigue además la candidatura de la ciudad condal para convertirse en la sede de la Agencia Europea del Medicamento una vez que se haga efectiva su salida de Londres, y que en el actual escenario se ha complicado mucho.

Con prudencia, eso sí, Farmaindustria -la patronal de las farmecéuticas- se refirió al asunto catalán en el XIV seminario que organiza con medios de comunicación para tratar los grandes retos que afrontará el sector y repasar sus hitos en el presente año. Farmaindustria remite su postura a la mostrada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), de la que es miembro y, por tanto, defiende la unidad de España y tilda de “golpe jurídico” lo ocurrido a raíz del 1 de octubre, como explicó la organización dirigida por Juan Rosell y Foment (patronal catalana), además de respaldar las decisiones del Gobierno central como es la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

El director general de la patronal farmacéutica, Humberto Arnés, sí quiso trasladar tranquilidad al sector recordando que ninguna de las compañías integradas en Farmaindustria y asentadas en Cataluña ha optado por mover su sede de esta comunidad autónoma, pese a que un total de 1.300 compañías ya han mudado su domicilio social a otras ciudades españolas, incluidas algunas de este sector, como el laboratorio Oryzon.

Arnés sí quiso insistir en la inquietud de la patronal ante la posible ralentización de la economía, aunque aseguró que “el marco estable” hoy por hoy sigue siendo el regulatorio que existe en nuestro país, descartando cambios a corto y medio plazo. Habida cuenta de los “contactos permanentes” con la Administración central, explicó, “no hay ninguna normativa en ciernes” que pueda afectar al marco que regula los precios y el acceso a medicamentos. En este sentido, Arnés trasladó tranquilidad y confianza para el futuro del sector e insistió en la industria farmacéutica como uno de los “grandes motores con capacidad” para liderar el nuevo modelo económico español.