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Así cayó el "soldado" y exconsejero Taboada: la sentencia llegó de sus propios compañeros
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él asegura que fue por "petición propia"

Así cayó el "soldado" y exconsejero Taboada: la sentencia llegó de sus propios compañeros

Altos cargos del Gobierno de Cifuentes presionaron para que se fuera porque sus lazos con Púnica dañaban seriamente al Ejecutivo. También influyó la queja de una compañera

Foto: El ya exconsejero Jaime González Taboada. ( EFE)
El ya exconsejero Jaime González Taboada. ( EFE)

"Fue a petición propia. En el congreso regional [celebrado en marzo de este año] yo le dije a la presidenta que consideraba, al llevar toda la vida en el partido y saber cómo funciona, que todo el Gobierno no podía estar en el partido porque al final las estructuras territoriales se debilitan, y que tendríamos que tener gente en el partido y gente en el Ejecutivo. Me pidió mi opinión, que cómo lo haría yo. Y dije que, si hacía falta dar un paso y estar en Génova para empezar a hacer el trabajo de cara a las próximas elecciones, que contará conmigo. Me contestó que no era el momento y que lo hablaríamos en su día, y ese día llegó".

Así justificó Jaime González Taboada el martes pasado su relevo al frente de la consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Dejaba así de ser el número tres del Ejecutivo de Cristina Cifuentes, uno de los consejeros más poderosos del Gobierno regional, aunque seguirá siendo coordinador general del PP de Madrid y diputado en la Asamblea de Madrid. Una decisión muy difícil para la presidenta, que lo ha pasado mal. Taboada es uno de sus más estrechos colaboradores y un buen amigo personal. Pero la verdad es que su ya exconsejero estaba sentenciado desde este verano.

Foto: Jaime González Taboada

Varios miembros del Gobierno de Cifuentes, de su núcleo duro, señalaron en julio a la presidenta que la situación era insostenible. La gota que colmó el vaso se produjo a principios de ese mes. Algunos medios de comunicación hicieron públicas las declaraciones judiciales de testigos del caso Púnica, funcionarios de la consejería, que acusaban a Taboada de obligarles a amañar contratos en la época de Esperanza Aguirre, cuando Taboada era director general de Administración Local. El problema es que esas informaciones de julio, y muchas otras, siempre salpican, y bastante, a la presidenta, ya que los medios lo titulan como "el consejero de Cifuentes" o "el número 3 de Cifuentes". Testigos que apuntaron que Taboada era "el hombre" de Francisco Granados en la empresa pública Arpegio, uno de los epicentros de la trama. "Su soldado", llegó a decir uno de ellos ante la Audiencia Nacional.

Los mensajes de que había que hacer algo llegaron así cada vez con más frecuencia al despacho de la presidenta, en la Casa de Correos. Altos cargos del Ejecutivo se mostraban cada vez más contundentes en 'petit comité': Taboada no podía seguir. Además, el calendario judicial corría en contra del calendario político. Son muchos los que temían que la Audiencia Nacional pudiera citar como investigado a Taboada, dentro del caso Púnica, justo al final de la legislatura, perjudicando gravemente al PP en una precampaña que todos saben que comenzará con varios meses de antelación a las elecciones autonómicas de 2019.

placeholder Cristina Cifuentes con Ángel Garrido (i) y Jaime González Taboada (d), cuando ganó las elecciones internas en el PP de Madrid. (EFE)
Cristina Cifuentes con Ángel Garrido (i) y Jaime González Taboada (d), cuando ganó las elecciones internas en el PP de Madrid. (EFE)

Pero Cifuentes dudaba. No era fácil buscar una salida para su consejero, que había jugado un papel fundamental en el gran triunfo que la presidenta consiguió a principios de año cuando ganó las elecciones internas y se hizo oficialmente con las riendas del PP de Madrid. Cifuentes ha mantenido además un duro discurso contra la corrupción, estableciendo un código ético que obliga a dimitir si un alto cargo o un diputado es imputado por corrupción. Y no es el caso de Taboada. Sobre él solo hay sospechas, acusaciones en sede judicial que aún no han sido demostradas... en definitiva, nada firme. Taboada siempre ha defendido su inocencia e incluso ha denunciado por injurias al empresario imputado en Púnica, David Marjaliza, que fue el primero en citar su nombre cuando declaró ante la Fiscalía Anticorrupción.

El fiel de la balanza de inclinó en contra de Taboada cuando un alto cargo del Ejecutivo regional relató internamente conductas inapropiadas del consejero sobre su persona, insinuaciones peligrosas. Un alto cargo que dejó la consejería y buscó acomodo en otro departamento del Gobierno. Nada que se pueda demostrar. Y es que Taboada, que lleva muchos años en el partido, ha dejado un buen número de enemigos dentro del PP de Madrid. Demasiados. También muchos amigos, que le califican de trabajador incansable, persona leal y honesta.

Foto: Jaime González Taboada. (EFE)

La verdad es que el principio del fin para Taboada comenzó en julio de 2015, nada más empezar la legislatura. El Español adelantaba la declaración de Marjaliza, que había acusado a Taboada de repartirse las obras del Plan Prisma (en plan de infraestructuras más importante de la Comunidad de Madrid) para amañar algunas de ellas. Desde entonces el calvario de Taboada no ha hecho más que acrecentarse. Más de 8.000 noticias en Google relacionan al ex consejero con el caso Púnica. En julio de este año hubo un punto de inflexión. El juez instructor del caso citó como investigados a todos los miembros de la mesa de contratación de Arpegio, incluido el número dos de Taboada, su viceconsejero. A todos menos a Taboada, que también formó parte de la mesa que adjudicaba las obras.

La Fiscalía Anticorrupción sabía que perdía esta parte del caso si se imputaba a Taboada, que está aforado al ser diputado autonómico. Demasiado pronto para el momento en el que está la investigación. La pieza de Arpegio pasaría entonces al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. "Por mucho que ahora lo queramos vestir de que se va para dedicarse de lleno al partido, la Púnica ha sido la gran losa que ha enterrado su puesto en el Gobierno", señalan fuentes del PP. "Si no existiera la Púnica, Taboada seguiría hoy compatibilizando su puesto de consejero con su cargo de coordinador general del PP de Madrid. Eso es una obviedad".

El empresario David Marjaliza, durante su comparecencia en la comisión de investigación de la corrupción de la Asamblea de Madrid. (EFE)"La situación de Taboada hacía daño al Gobierno. Además no tiene formación para ser consejero", señala esta vez una fuente del Ejecutivo. En la biografía que aparece en la web de la Asamblea, no actualizada, aparece que es gemólogo (experto en piedras preciosas). Con 22 años fue regidor de Berzosa de Lozoya (1991-1995). Luego lo fue de Estremera (1995-1999). Su carrera continuó en el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, donde fue teniente de alcalde (1999-2003). En 2003 pasó a la Comunidad de Madrid. Aguirre le fichó como Director General de Cooperación con la Administración Local, cargo que ocupó hasta 2015. Cifuentes le hizo consejero. En la web del Gobierno regional tampoco vienen datos sobre sus estudios.

El diario El País informó que la web del Parlamento regional publicó por error que Taboada era licenciado en derecho, cuando carece de estudios universitarios. A este mismo medio el político popular declaró en 1991 que comenzó a militar en el PP con 11 años, cuando la edad mínima para afiliarse a Nuevas Generaciones era de 16 años. Lo cierto es que Taboada, que estuvo doce años siendo director general de Administración Local, conoce a la perfección la política municipal y toda la estructura del PP a nivel territorial, sede por sede. "Durante este tiempo ha tejido una extensa red de contactos, alianzas, amistades y también enemistades", explican las mismas fuentes.

Informe Taboada

El propio sumario del caso Púnica incluye un documento titulado 'Informe Jaime González Taboada', presuntamente aportado por trabajadores de la dirección general de Administración Local que se hacen llamar grupo Pontejos. El mismo reza: "En agosto de 1996, siendo alcalde de Estremera, abandonó su cargo en la alcaldía del referido municipio y también la presidencia de la Mancomunidad Intermunicipal del Sudeste de la Comunidad de Madrid (Misecam) sin advertir a los ayuntamientos en ella incluidos. Este abandono de funciones que duró varias semanas le colocó en situación de paradero desconocido incluso para el entonces Director General de Administración Local. Al parecer estaba en Francia, siendo el motivo de su ausencia el eludir el Servicio Militar que le había tocado desempeñar en Cáceres".

Foto: Ignacio González.
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En ese informe se acusa a Taboada de cometer irregularidades en el primer Plan Prisma, en los años 2005 y 2006, y de presionar a funcionarios para poder cometer esas irregularidades. "La Dirección General parecía un coto privado suyo, donde él era el capataz, perdiéndose todo tipo de legalidad y decencia administrativa". Ese documento, que no aporta ninguna prueba, continúa: "Cuando un colaborador directo le manifiesta su preocupación ante sus manejos, le responde con toda tranquilidad que 'me he comprado un estupendo piso en la calle de Maudes y un magnífico chalet en Alcocebre. Ya me dirás como iba a pagar todo eso con un sueldo de director general'".

El nombre de Taboada también aparece colateralmente en el informe del caso Lezo. El expresidente madrileño Ignacio González le nombra en una conversación intervenida por la Guardia Civil. Esa grabación revela que González (actualmente en prisión) intentó presionar a varios miembros de la cúpula de la Consejería de Medio Ambiente para que ayudaran al empresario Joaquín Molpeceres, que tenía problemas de riego en el campo de golf que gestiona en Alcalá de Henares. Molpeceres aparece como donante en los papeles de Bárcenas y ha declarado como testigo en el caso Gürtel.

"Fue a petición propia. En el congreso regional [celebrado en marzo de este año] yo le dije a la presidenta que consideraba, al llevar toda la vida en el partido y saber cómo funciona, que todo el Gobierno no podía estar en el partido porque al final las estructuras territoriales se debilitan, y que tendríamos que tener gente en el partido y gente en el Ejecutivo. Me pidió mi opinión, que cómo lo haría yo. Y dije que, si hacía falta dar un paso y estar en Génova para empezar a hacer el trabajo de cara a las próximas elecciones, que contará conmigo. Me contestó que no era el momento y que lo hablaríamos en su día, y ese día llegó".

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