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Una cámara vigilaba desde 2015 a la auxiliar de Alcalá por otra muerte sospechosa
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ACUSADA DE MATAR A UNA PACIENTE DE 86 AÑOS

Una cámara vigilaba desde 2015 a la auxiliar de Alcalá por otra muerte sospechosa

Compañeros y sindicatos están asombrados. La policía investiga otros casos en los que podría estar relacionada la auxiliar de enfermería acusada de matar a una octogenaria

Foto: Fachada del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. (EFE)
Fachada del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. (EFE)

El suceso llegó en pleno agosto y ha conmocionado Alcalá de Henares. Beatriz L. D., auxiliar de enfermería del Hospital Príncipe de Asturias de esta localidad madrileña, ingresó en prisión provisional y sin fianza después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá así lo decretara, tras llevar detenida seis días. Está acusada de haber matado presuntamente a una paciente de 86 años inyectándole una burbuja de aire en las venas y la Policía Nacional investiga ahora otro posible caso, el de una enferma fallecida en el mismo hospital hace dos años en circunstancias similares y en el que también intervino la auxiliar, de 37 años.

Según publica el diario 'El País' este viernes, el primer suceso hizo que el Juzgado de Instrucción número 4 de Alcalá permitiese a la policía instalar una cámara de videovigilancia en la unidad de Medicina Interna —en la que trabaja Beatriz L.D.— en el verano de 2015, un dispositivo sobre el que no se informó a los trabajadores para evitar que se frustrara la investigación.

Padres y amigos de la auxiliar del Hospital de Alcalá defienden su inocencia

Tras conocerse ahora las sospechas en torno a Beatriz, la sorpresa entre sus compañeros del hospital es mayúscula. Nadie puede creer que algo así haya sucedido. Tampoco las organizaciones sindicales se pronuncian de momento. "Mostramos nuestra repulsa y conmoción por lo ocurrido. Pero debemos esperar a que la investigación siga su curso y obtener más datos", insisten desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), asegurando desconocer el caso por completo. "No tenemos ningún dato de esta mujer, ni de su trayectoria", aseguran a este diario. Por otra parte, el juez ha decretado secreto de sumario y tanto el hospital como el Ejecutivo regional que dirige Cristina Cifuentes piden "prudencia" hasta que se esclarezcan por completo los hechos.

La auxiliar del hospital de Alcalá de Henares podría haber actuado en otras tres ocasiones

Beatriz L. D. —que reside en el mismo municipio, es soltera y tiene una hija de nueve años— se reincorporó a su puesto de trabajo el pasado mes de mayo tras una baja de año y medio por una lesión en un brazo que se habría hecho en un accidente laboral. La auxiliar llevaba 10 años trabajando en el Príncipe de Asturias de Alcalá y ocupaba una plaza de interina en el centro desde 2014. Precisamente, la investigación abierta por la que se instaló una cámara de videovigilancia hace aproximadamente dos años a raíz del fallecimiento de una enferma con la que Beatriz L. D. había trabajado, sufrió un parón por la falta de pruebas y esa baja laboral de largo tiempo.

Cifuentes anunció al respecto este jueves que la policía llevaba ya "unos meses" investigando el episodio ocurrido en el que podría estar involucrada la auxiliar y, de hecho, pidió a su Gobierno mantener una actitud "sigilosa" para poder avanzar en las pesquisas. Los agentes creen que podría haber utilizado el mismo 'modus operandi' —inyectar aire en las venas para provocar una embolia gaseosa— hasta en tres ocasiones.

La nueva indagación sobre el presunto asesinato de la paciente se inició el pasado jueves, cuando la octogenaria falleció, a pesar de que estaba a punto de recibir el alta médica. La repentina recaída que la hizo morir en apenas unos minutos alertó a los médicos, que después descrubrirían esa buburja de aire en el corazón, avisando a la policía de lo sucedido y sospechando que se trataba de un homicidio.

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Fachada del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares. (EFE)

La cuestión que más preocupa en el hospital y sindicatos es que los auxiliares de enfermería no tienen acceso a la medicación ni tienen competencias para poner ningún tratamiento a pacientes. De hecho, las principales funciones de este tipo de personal están relacionadas con la limpieza de los enfermos (desde hacer las camas hasta asearlos), distribuir las comidas en las habitaciones y mantener la limpieza de carros de curas, entre otras. No están autorizados, sin embargo, a suministrar ninguna mediación a enfermos.

Aun así, las organizaciones sindicales piden que se eviten situaciones de alarma porque, igual que apuntó Cifuentes al ser preguntada, "se trata de un hecho aislado" que no puede desatar miedo e intranquilidad entre pacientes. De hecho, en el sector sanitario no consideran, al menos por el momento, que sea necesario implantar mayores controles psicológicos al personal que trabaje en centros hospitalarios. La propia presidenta regional recordó que el sistema sanitario de la Comunidad de Madrid exige a todos los futuros empleados pasar "oposiciones, hacer entrevistas y superar pruebas psicotécnicas". Por eso, insistió, "aunque sea un tema grave, se trata de un solo caso".

El suceso llegó en pleno agosto y ha conmocionado Alcalá de Henares. Beatriz L. D., auxiliar de enfermería del Hospital Príncipe de Asturias de esta localidad madrileña, ingresó en prisión provisional y sin fianza después de que el Juzgado de Instrucción número 2 de Alcalá así lo decretara, tras llevar detenida seis días. Está acusada de haber matado presuntamente a una paciente de 86 años inyectándole una burbuja de aire en las venas y la Policía Nacional investiga ahora otro posible caso, el de una enferma fallecida en el mismo hospital hace dos años en circunstancias similares y en el que también intervino la auxiliar, de 37 años.

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