Cifuentes desempolva la Guerra Civil: 462 fortines se rehabilitarán para uso turístico
La comunidad trabaja en un ambicioso plan para catalogar, proteger, conservar y difundir las principales fortificaciones de Madrid. Ha constituido un comité de sabios
El Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes quiere iniciar un ambicioso plan para identificar, rehabilitar y promocionar turísticamente muchas de las fortificaciones de la Guerra Civil que aún se conservan en toda la Comunidad de Madrid, desde la sierra norte pasando por el frente de Brunete y el sureste de la región, como Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid. La Dirección General de Patrimonio Cultural ha localizado en un primer catálogo 462 bastiones en 68 municipios y ha creado una especie de 'comité de sabios' que asesore en esta ardua labor. El PSOE ha exigido más información del plan, que debe conjugar "patrimonio, memoria, reparación y justicia para que los trabajos de conservación sean coherentes". De momento, no hay dotación presupuestaria.
Todas las fortificaciones se encuentran actualmente protegidas (son bienes de interés patrimonial) desde el año 2013 gracias a la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que reguló que los ayuntamientos deben realizar un inventario de todos los bienes protegidos que están en sus respectivos términos municipales, un trabajo que la gran mayoría no ha empezado a hacer. Hasta la fecha, el Ejecutivo autonómico ha invertido 353.700 euros en varias actuaciones, como la rehabilitación del Frente del Agua, 27 fortines, búnkeres y nidos de ametralladora situados en Paredes de Buitrago, que cuenta ya con un centro de interpretación que visitan los escolares madrileños; y en el Blockhaus número 13, un gran refugio de hormigón que hoy sigue vigilando la carretera de Colmenar del Arroyo hacia Navalagamella, en el oeste de la región.
Desde la comunidad entienden que hay que hacer mucho más y ayudar a los ayuntamientos en esa labor de catalogación. Para ello se ha creado un comité de sabios, "una comisión técnica de asesoramiento" presidida por la directora general de Patrimonio Cultural (Paloma Sobrini) y formada por especialistas del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; el instituto de Historia y Cultura Militar del Ministerio de Defensa; la Real Academia de la Historia; la Universidad Complutense de Madrid, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas; el Ayuntamiento de Brunete; el Ayuntamiento de Morata de Tajuña; el Ayuntamiento de Puentes Viejas; la Asociación Grupo de Estudios del Frente de Madrid (Gefrema); la Asociación Colectivo Guadarrama; la Asociación Tajar; el Colegio Oficial de Directores y Licenciados en Filosofía y Letras, y el Colegio de Arqueólogos.
Un elenco variopinto que ha formado tres grupos de trabajo. Uno que identifique las grandes batallas y frentes que hubo en Madrid, otro que clasifique las diferentes tipologías de fortificación, y un tercero que seleccione las más importantes para su catalogación. El objetivo no es otro que documentar todos los fortines para su protección y conservación y posterior promoción turística. "Actualmente no existe un inventario serio, completo y, sobre todo, normalizado. Hay una necesidad de identificar la totalidad de las fortificaciones porque por sus características arquitectónicas son muy endebles. Y hay que catalogar perfectamente qué es una fortificación, qué parte de esas fortificaciones tiene que ser catalogada y conservada y, por tanto, 'a posteriori', puesta en valor", explica Jaime de los Santos, historiador y director de la Oficina de Cultura y Turismo.
De momento, el Ejecutivo autonómico ha identificado 462 fortificaciones en 68 municipios de la región, sobre todo en Somosierra, Brunete, la capital y el entorno del Jarama, los escenarios donde más enfrentamientos militares se produjeron. La capital lidera el listado con 47, mientras que en segundo lugar aparecen Rivas-Vaciamadrid y Arganda del Rey, con 36 cada localidad. Les siguen Aranjuez, Morata de Tajuña, Las Rozas, Valdemorillo, Quijorna, Guadarrama, Chinchón, Los Molinos, Navalagamella, Puentes Viejas, San Martín de la Vega... "El trabajo es ingente y en cualquier caso será incompleto, porque la metodología de trabajo es muy compleja", señala Antonio Morcillo, presidente de la asociación Gefrema. "Los grupos de trabajo llevamos sin reunirnos desde febrero, y espero que ahora se impulse de nuevo el proyecto. Pero no hay que olvidar que muchos ayuntamientos no tienen dinero para el trabajo de catalogación y cada vez se descubren más restos. Los trabajos llevarán años", sentencia Morcillo.
La comunidad comprende la dificultad porque, además, muchas de estas fortificaciones están en su mayor parte en terrenos rústicos de propiedad privada y hasta que no sean declarados bienes de interés cultural, si es que así lo merecen, no se podrá exigir a los dueños de estos terrenos que permitan la visita de los ciudadanos, como recoge la ley, en cuatro días al mes y de forma gratuita. También se busca el equilibrio territorial, porque aunque los puntos importantes son los que se concentran alrededor de la batallas de Brunete y Jarama, el proyecto busca que la red de fortines se extienda por toda la región.
El objetivo es la promoción, la difusión turística. La Dirección General de Patrimonio Cultural ya ha incluido en sus rutas patrimoniales los restos ya restaurados de la Guerra Civil que forman parte del Frente del Agua, en la sierra norte, un recorrido circular de nueve kilómetros, transitable a pie y en bicicleta, que recorre 27 fortificaciones. Una importante zona estratégica por la que lucharon republicanos y nacionales, entre Paredes de Buitrago y Prádena del Rincón, que incluye nidos de ametralladora, amplios refugios de tropas y puestos de mando, líneas de trincheras y fortines republicanos (ladrillo revocado y techado con hormigón) y bastiones del bando nacional (hormigonados al completo). Un ejemplo de lo que se quiere hacer en todo Madrid, una especie de 'paquete turístico' para disfrutar de una parte de nuestra historia.
Otro de los puntos a tener que en cuenta es que también hay que modificar la ley regional de patrimonio que ampara y protege estas fortificaciones, ya que el Tribunal Constitucional anuló en julio de 2014 ocho de sus artículos porque entendía que invadía competencias estatales. La Asamblea de Madrid espera debatir la nueva ley en el último semestre de 2017. Los socialistas presentaron una enmienda al anteproyecto elaborado por el Ejecutivo que pide diferenciar dentro del capítulo de restos materiales de la Guerra Civil las construcciones de los parajes donde tuvieron lugar confrontaciones armadas entre los bandos contendientes. Parajes que deberán ser también protegidos bajo el régimen del paisaje cultural.
El Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes quiere iniciar un ambicioso plan para identificar, rehabilitar y promocionar turísticamente muchas de las fortificaciones de la Guerra Civil que aún se conservan en toda la Comunidad de Madrid, desde la sierra norte pasando por el frente de Brunete y el sureste de la región, como Arganda del Rey y Rivas-Vaciamadrid. La Dirección General de Patrimonio Cultural ha localizado en un primer catálogo 462 bastiones en 68 municipios y ha creado una especie de 'comité de sabios' que asesore en esta ardua labor. El PSOE ha exigido más información del plan, que debe conjugar "patrimonio, memoria, reparación y justicia para que los trabajos de conservación sean coherentes". De momento, no hay dotación presupuestaria.