Cifuentes tumba el nuevo Eurovegas: costaba 340 millones públicos e incumple la ley
La Comunidad ha firmado esta tarde una orden para no tramitar el proyecto, ya que Cordish no iba a construir todos los servicios que conlleva un complejo de este tipo
El Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes ha decidido tumbar el nuevo Eurovegas que la compañía norteamericana Cordish pretendía construir en el municipio madrileño de Torres de la Alameda. La consejera de Economía, Empleo y Hacienda, Engracia Hidalgo, ha firmado esta misma tarde una orden para no tramitar el proyecto 'Live! Resorts Madrid' como Centro Integrado de Desarrollo (CID), un requisito imprescindible para que el gran centro de ocio viera la luz. La Comunidad de Madrid ha tomado esta decisión tras analizar la documentación presentada por Cordish y detectar que no cumplía los requisitos.
Varios informes técnicos elaborados por el Ejecutivo autonómico desaconsejan activar la figura del Centro Integrado de Desarrollo. Y es que el proyecto que presentó Cordish no incluía la totalidad de las instalaciones que por ley debe tener un CID. Además, el proyecto suponía un fuerte desembolso para las arcas públicas, ya que la Comunidad debía poner de su bolsillo 340 millones de euros para construir las infraestructuras de transporte necesarias para dar servicio al nuevo complejo. Cordish ha comprado 134 hectáreas en Torres de la Alameda, un pequeño municipio del Corredor del Henares sin grandes vías de comunicación.
La figura del Centro Integrado de Desarrollo fue creada a finales del año 2012 por el anterior Ejecutivo regional, presidido entonces por Ignacio González. La ley se cambió entonces para allanar el camino del proyecto estrella de la época, el Eurovegas en Alcorcón. Hoy un mal recuerdo. El CID, una figura excepcional, permite en cierta medida un auténtico monopolio para el beneficiario, ya que una vez que se autoriza un CID se prohíbe la instalación de nuevos casinos en la comunidad durante los siguientes diez años. El nuevo Ejecutivo autonómico recalca, no obstante, que para que un proyecto sea considerado CID, "debe tener un carácter multisectorial", es decir, que el complejo integre no solo servicios turísticos, empresariales, comerciales, de ocio, juego y espectáculos, sino también deportivos, sanitarios y culturales. Y sobre todo, que suponga "un impacto relevante, efectivo y duradero en el desarrollo económico, social y cultural de la comunidad de Madrid".
El problema es que la primera fase presentada por Cordish solo aseguraba la construcción de una especie de área central que comprende la construcción de un hotel con 500 habitaciones; una zona comercial; restaurantes, cafeterías y bares; un área de juego; un centro de convenciones, conferencias y reuniones; y un aparcamiento. "El promotor condicionaba la realización de las demás fases, donde se encuentran el resto de instalaciones que abarca el proyecto completo, a la evolución del número de visitantes. Y la ley exige que el proyecto, para ser tramitado como CID, cumpla una serie de requisitos de carácter multisectorial, como infraestructuras de índole cultural y deportiva permanentes, que no se reflejan en el área central", explican fuentes del Gobierno regional.
Carga para los presupuestos autonómicos
La Comunidad de Madrid ha realizado un análisis "profundo, serio y riguroso" del proyecto, tanto de su viabilidad económica y organizativa como de la técnica y ambiental, así como las implicaciones que conllevaba en materia de transporte, carreteras e infraestructuras. Este último punto también ha supuesto un serio obstáculo. La ubicación elegida por Cordish para construir el complejo (los terrenos de Torres de la Alameda) generaba una importante carga a los presupuestos autonómicos. La Comunidad tenía que acometer una inversión en infraestructuras viarias y ferroviarias que, en una primera estimación, podría alcanzar los 340 millones de euros. A esto había que sumar el coste de la nueva línea de autobuses para llegar al complejo y el refuerzo de los existentes, otros 3 millones de euros.
El punto débil es el transporte. Los terrenos están muy cerca del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas y a pocos kilómetros del centro de Madrid, pero las carreteras y los medios de transporte (autobuses) que hoy llegan a un municipio de apenas 8.000 habitantes son los que son. "Se proyecta construir un apeadero de tren que conectaría con Atocha en 10 minutos para lo cual se solicitará la colaboración de las autoridades competentes. Están previstas conexiones lanzadera con el aeropuerto, IFEMA, las estaciones de Atocha y Chamartín y con diversos puntos del centro de Madrid", rezaba el dosier que entregó Cordish.
La decisión de la Comunidad es definitiva y así se lo va a comunicar a los promotores. El nuevo Eurovegas no se tramitará como Centro Integrado de Desarrollo, con las ventajas fiscales y legislativas que ello conlleva. Y eso que el reclamo inicial era goloso: 56.400 nuevos empleos directos e indirectos en la zona y un impacto económico de entre 4.000 y 6.000 millones en los primeros cinco años. "En la documentación presentada no queda suficientemente acreditada la viabilidad económica y organizativa del proyecto, lo que impide valorar de forma suficiente el impacto relevante, efectivo y duradero de las actividades proyectadas en el desarrollo económico, social y cultural de región", concluyen desde la Comunidad.
Un proyecto faraónico
El proyecto iba a crear más de 56.000 empleos (entre directos e indirectos). Para la selección y preparación del personal el grupo Cordish se comprometió a crear una escuela de formación para preparar a los residentes de la zona para trabajar en el complejo. El recinto, una vez finalizada la construcción de sus tres áreas, iba a contar con 2.700 habitaciones de hoteles de cinco y cuatro estrellas, aunque la capacidad hotelera se podía aumentar hasta las 4.000 habitaciones.
Las estimaciones de Cordish eran muy ambiciosas: 676.764 nuevos turistas para la comunidad de Madrid atraídos por el proyecto en el primer año de operación. Turistas que generararían 2,3 millones de pernoctaciones adicionales, "cifra que irá creciendo cada año".
El centro del complejo está configurado a partir de una plaza central para espectáculos en directo y rodeada de cafés, restaurantes y terrazas. "Aspirando a ser un destino internacional gastronómico, en el corazón del distrito estará enclavado un gran mercado de alimentos y bebidas inspirado en los madrileños de San Miguel y San Antón". De la plaza nacería una gran avenida de restaurantes con todo tipo de especialidades, "desde la mediterránea y las distintas modalidades regionales españolas a la cocina francesa, el 'american BBQ', el sushi, los 'noodles', la comida mexicana, la modalidad teppanyaki en un local con mesas espectáculo, 'brasserie', bar de ostras, 'health food', vegetariano y un gran bufet. Tampoco faltarían las tabernas, las hamburgueserías, el snack bar, el 'steakhouse', la trattoria, el 'seafood', las especialidades de comida china, el Asian Fusion, la trattoria, los bares de tapas o los puestos de helados".
Todo el distrito estaría salpicado de bares y cafés, pubs y cervecerías. Según sus promotores, Live! Resorts Madrid está orientado al entretenimiento de las familias y los grupos de amigos. El complejo tendría un gran teatro, un circo y una zona destinada a conciertos, 16 salas de cines y un teatro IMAX. El complejo dispondría también de tres discotecas temáticas ('ultralounge', megaclub y 'dance club') y bolera. Un 10% de la superficie estaría destinada al área de juego, con mesas de juego, máquinas y zona de retransmisiones de competiciones deportivas con apuestas. También estaba previsto un salón reservado para el juego del mus.
Como novedad, habría un centro de torneos de videojuegos. También un área de trabajo, con tres centros de convenciones con capacidada para 14.000 personas. Live! Resorts Madrid contaría además con una piscina laguna y otra con olas, seis piscinas 'resort', 'beach club', salones de belleza y cinco áreas de spa y gimnasios. En la zona deportiva se construirían pistas de pádel, un circuito de senderismo y 'mountain-bike'. Por último, una gran zona comercial bordeada de calles peatonales que contaría con 400 tiendas.
El Gobierno regional que preside Cristina Cifuentes ha decidido tumbar el nuevo Eurovegas que la compañía norteamericana Cordish pretendía construir en el municipio madrileño de Torres de la Alameda. La consejera de Economía, Empleo y Hacienda, Engracia Hidalgo, ha firmado esta misma tarde una orden para no tramitar el proyecto 'Live! Resorts Madrid' como Centro Integrado de Desarrollo (CID), un requisito imprescindible para que el gran centro de ocio viera la luz. La Comunidad de Madrid ha tomado esta decisión tras analizar la documentación presentada por Cordish y detectar que no cumplía los requisitos.