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La peatonalización del centro arrancará en Chueca y Malasaña a principios de 2017
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el proceso será progresivo, con 2018 como límite

La peatonalización del centro arrancará en Chueca y Malasaña a principios de 2017

Las calles de La Palma, San Vicente Ferrer y Pez serán las primeras en peatonalizarse, como paso previo a la creación del área de prioridad residencial. En Chueca, se eliminarán aparcamientos

Foto: Madrid destinará progresivamente más espacio al peatón en Gran Vía. (EFE)
Madrid destinará progresivamente más espacio al peatón en Gran Vía. (EFE)

El impulso a la peatonalización del centro de Madrid no tiene marcha atrás. Entre finales del próximo año y principios de 2018, está prevista la implantación definitiva del nuevo modelo de movilidad urbana por el que todo el centro de la capital se convertirá en una gran área de prioridad residencial (APR), incluidas grandes arterias como la Gran Vía, y ocupando un área equivalente a 435 estadios de fútbol. Las próximas paradas hacia esta transformación progresiva del modelo de ciudad serán Chueca y Malasaña (Justicia). A principios del próximo año, según han anunciado desde Ahora Madrid, se iniciará la remodelación de las calles de Chueca, nivelando a ras aceras y calzadas, colocando arbolado y mobiliario urbano y eliminando aparcamientos en superficie. Según el análisis de la plataforma municipalista, "facilitando la movilidad de los vecinos y usuarios del barrio".

En Malasaña, las calles de La Palma, San Vicente Ferrer y Pez comenzarán a ser áreas de prioridad peatonal a mediados de 2017, según afirma a este diario el concejal de centro Jorge Castaño. Tres viales que, como subrayan desde Ahora Madrid, no cumplen "los mínimos de accesibilidad" para los peatones, con un ancho de aceras insuficiente para un carrito de bebé o una silla de ruedas, a pesar de que en ellas están situados un centro de salud y una residencia de ancianos, además de centros escolares en calles adyacentes.

Estas actuaciones marcan solo el inicio de las restricciones al tráfico en todo el distrito centro, ante la pretensión de convertir la totalidad de los barrios de Universidad, Justicia y Chueca en las denominadas áreas de prioridad residencial, sumándose así a las ya implantadas en Ópera, Cortes, Embajadores y Letras. Por estas zonas solo está permitida la circulación a los residentes, taxis, motocicletas, vehículos no contaminantes o los destinados a servicios públicos y emergencias.

El Gobierno municipal pretende que el proceso de peatonalización del centro se instaure a lo largo del próximo año y de forma progresiva. Así, en la Gran Vía también está previsto ensanchar las aceras, limitando a entre dos y tres los carriles para el uso de vehículos privados de residentes y transporte público. Para este fin, están ya destinadas varias partidas en el proyecto de Presupuestos para 2017, que todavía no ha recibido el apoyo del PSOE para lograr su aprobación.

El Ayuntamiento de Madrid quiere seguir la estela de otras grandes ciudades europeas, incrementar el uso peatonal de la vía pública, además de la bicicleta y el transporte público. En esta línea, este mismo lunes se ha presentado una nueva iniciativa de movilidad no contaminante, a través de una flota de 500 coches eléctricos de cuatro plazas destinados al alquiler, permitiendo a los usuarios coger y dejar el vehículo en cualquier punto de la ciudad que se encuentre dentro de la zona de servicio, que se corresponderá al interior de la M-30. Estos vehículos pueden aparcar gratuitamente en las plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), acceder a las APR o circular por la ciudad en episodios de alta contaminación.

Otras medidas ya presupuestadas para el siguiente ejercicio son el inicio de la construcción de una serie de aparcamientos disuasorios, así como nuevos tramos de carriles bici, en detrimento del espacio destinado hasta ahora para los vehículos. Los aparcamientos disuasorios se situarán a las afueras de la ciudad, en el entorno de la M-40 y vías de acceso, conectándolos al trasporte público. La inversión, aprobada dentro del Programa de Aparcamientos Disuasorios Municipal (PAD), se acercará a los 140 millones de euros. En total, se construirá una docena de aparcamientos con el objetivo de evitar que los vehículos privados entren en la almendra central.

El descenso de los niveles de contaminación es uno de los principales objetivos que están detrás del nuevo modelo de reordenación urbana. Es por ello que el borrador del futuro plan de calidad del aire comprende, entre otras propuestas, una intervención en las calles de fácil penetración en la ciudad, reduciendo el espacio dedicado al automóvil a favor de los medios más sostenibles. Con ello, se persigue disuadir a los conductores del uso del viario central para atravesar la ciudad en viajes con origen y destino en la periferia, como es el caso de la Gran Vía, que se utiliza para atravesar la ciudad de este a oeste.

El impulso a la peatonalización del centro de Madrid no tiene marcha atrás. Entre finales del próximo año y principios de 2018, está prevista la implantación definitiva del nuevo modelo de movilidad urbana por el que todo el centro de la capital se convertirá en una gran área de prioridad residencial (APR), incluidas grandes arterias como la Gran Vía, y ocupando un área equivalente a 435 estadios de fútbol. Las próximas paradas hacia esta transformación progresiva del modelo de ciudad serán Chueca y Malasaña (Justicia). A principios del próximo año, según han anunciado desde Ahora Madrid, se iniciará la remodelación de las calles de Chueca, nivelando a ras aceras y calzadas, colocando arbolado y mobiliario urbano y eliminando aparcamientos en superficie. Según el análisis de la plataforma municipalista, "facilitando la movilidad de los vecinos y usuarios del barrio".

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