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De Botella a Carmena: Madrid tala en los dos últimos años 6.500 árboles “de riesgo”
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De Botella a Carmena: Madrid tala en los dos últimos años 6.500 árboles “de riesgo”

En los próximos días se publicará la licitación de un plan estratégico de zonas verdes, arbolado y biodiversidad con el objetivo de reducir y tener vigilados los árboles viejos

Foto: Un integrante del cuerpo de Bomberos junto al lugar en el que las ramas de un árbol han caído en las proximidades de la plaza de Cascorro de Madrid. (EFE)
Un integrante del cuerpo de Bomberos junto al lugar en el que las ramas de un árbol han caído en las proximidades de la plaza de Cascorro de Madrid. (EFE)

Evitar la caída de árboles en la vía pública, un fenómeno cada vez más frecuente durante los últimos años y que ya ha causado varias víctimas, se ha convertido en una de las prioridades del departamento de gestión del agua y zonas verdes del Ayuntamiento de Madrid que dirige Nuria Bautista. Las caídas no solo se concentran en invierno coincidiendo con los temporales, sino que en condiciones metereológicas normales también se producen. El último incidente se registró el pasado lunes en la plaza de Cristo Rey.

Las causas que están detrás de este fenómeno son múltiples, pero sobre todas ellas destaca el envejecimiento de los ejemplares, muchos de ellos clasificados como “decrépitos” y que, por tanto, son considerados como los de mayor riesgo. Entre el último año de mandato de Ana Botella y el primer semestre de Manuela Carmena al frente del Gobierno municipal se han talado 6.585 árboles clasificados como “de riesgo”. En total la ciudad cuenta con dos millones de árboles, de los que 300.000 se sitúan en las vías públicas, según la última actualización del inventario.

Las problemáticas que enumera la responsable de la dirección general de Gestión de Agua y Zonas Verdes para explicar esta situación tienen que ver con criterios de poda erróneos o directamente falta de poda, plagas, plantaciones en lugares poco idóneos por la falta de espacio o escasa variedad de especies. Sin embargo, hay causas más incontrolables que están provocando caídas de árboles sanos en esta época del año. Cuando se producen fuertes lluvias, que cargan de peso al árbol, y seguidamente suben las temperaturas, las ramas pueden colapsar y caer. Se trata de un fenómeno conocido y con numerosa literatura científica al respecto, pero los estudios no acaban de coincidir en las causas. El riesgo cero no existe.

En los próximos días se publicará la licitación de un plan estratégico de zonas verdes, arbolado y biodiversidad que también incluye nuevos criterios a medio y largo plazo. El objetivo es reducir el arbolado envejecido al 10% del total y tenerlos clasificados y vigilados. Un plan que se combina con actuaciones puntuales, en base a las incidencias que vayan presentándose y un plan de poda.

Desde que en 2014 saltaron las alarmas por las muertes producidas por caídas, se han talado 2.786 árboles catalogados como peligrosos, 1.075 como deficientes (árboles en regresión, con deficiencias vitales y de imposible recuperación) y 2.724 secos. De estos últimos, un elevado porcentaje son árboles plantados en las dos últimas campañas que por diversas circunstancias (veranos secos y falta de medios de las empresas contratadas para regar) no arraigaron, según un documento de la dirección general expuesto en comisión. En esta primera fase se ha acabado prácticamente con los árboles considerados decrépitos, por lo que en la siguiente el objetivo se centra en reducir al máximo la población más envejecida.

Desde que en 2014 saltaron las alarmas por las muertes producidas por caídas, se han talado un total de 2.786 árboles catalogados como peligrosos

No todos los árboles que se talan se reponen, principalmente porque muchos de ellos se encuentran plantados en aceras que no superan los 2,5 metros por debajo de los cual está prohibido según la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente Urbano o por encharcamientos recurrentes, aunque la nueva estrategia se base más en la calidad que en la cantidad. Es decir, del “grado de cobertura, que los árboles tengan espacio, que estén en un sitio adecuado y que vivan bien”, explica Nuria Bautista. Con todo, en la campaña 2014-2015 se repusieron 5.595 árboles y en la 2015-2016 más de 8.000, de las cuales 4.630 se realizaron en zonas viarias.

Los nuevos planes que se pondrán en marcha también tienen como objetivo aumentar la diversidad de la flora para que ninguna especie supere el 10% del total del arbolado. En la actualidad, los plátanos de sombra suponen el 45% del arbolado en vía pública. A pesar de su resistencia, la problemática que acarrean es que son una fuente de alergias. Por otro lado, la fata de diversidad genera el riesgo de que si se produce una plaga se contagien fácilmente. Esto es lo que ha pasado con la plaga de galeruca que ha atacado a los olmos que eran prácticamente la única especie en zonas como Moratalaz.

Más de 19.000 árboles en el Retiro

La masa arbórea del parque del Retiro está compuesta por 19.190 ejemplares de 163 especies diferentes, según un inventario realizado a lo largo de 2015. De este enorme conjunto, de edades y tamaños diversos, el 61 % corresponde a arbolado maduro, 32% a arbolado joven y 7% a flora envejecida. Un 5% se pueden considerarse singulares, tanto por su valor histórico como por su interés paisajístico.

El Plan es el resultado del trabajo realizado por el Grupo de Expertos científicos en la evaluación y gestión de masas forestales y arbolado urbano, que se formó en verano de 2014, tras la caída de dos ejemplares en el Retiro. En el mes de noviembre, el Grupo dio a conocer un Protocolo de Evaluación de Riesgo, con las directrices a seguir en el análisis y evaluación de cada una de las unidades arbóreas del parque, determinando el riesgo de colapso, rotura o caída tanto del árbol como de alguna de sus partes.

El Protocolo crea una ficha en la que se hace constar datos sobre la edad, el estado fitosanitario, los problemas mecánicos, el entorno y demás condiciones físicas del ejemplar. También incluye recomendaciones de actuaciones con los árboles que presentan algún tipo de riesgo para la ciudadanía que la Dirección General de Agua y Zonas Verdes ha llevado a cabo para evitar incidentes.

Evitar la caída de árboles en la vía pública, un fenómeno cada vez más frecuente durante los últimos años y que ya ha causado varias víctimas, se ha convertido en una de las prioridades del departamento de gestión del agua y zonas verdes del Ayuntamiento de Madrid que dirige Nuria Bautista. Las caídas no solo se concentran en invierno coincidiendo con los temporales, sino que en condiciones metereológicas normales también se producen. El último incidente se registró el pasado lunes en la plaza de Cristo Rey.

Ayuntamiento de Madrid Manuela Carmena
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