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Un constructor deja sin pisos y sin dinero a 28 familias en Pinto y se 'larga' con un millón
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no tenía avales para asegurar el dinero de los compradores

Un constructor deja sin pisos y sin dinero a 28 familias en Pinto y se 'larga' con un millón

Un juzgado de Madrid ha condenado a dos empresas de Santiago Lahoz Soto a devolver el dinero. El empresario ha cerrado las sociedades y se 'refugia' en Ciudad Real

Foto: Los pisos de Residencial Cristina Sur, en Pinto.
Los pisos de Residencial Cristina Sur, en Pinto.

Todo lo que comenzó como un sueño se ha convertido siete años después en pesadilla. César fue una de las 2.500 personas que a finales de noviembre de 2008 protagonizaron una mediática espera, con tienda de campaña y saco de dormir incluidos. Los informativos y los periódicos se hacían eco de las familias que llevaban días haciendo cola para apuntarse a los pisos que ofrecía José Moreno, más conocido como 'el pocero bueno' o el 'Robin Hood del ladrillo', el constructor de Fuenlabrada que quería levantar viviendas a precio de saldo. Fue todo un acontecimiento.

Telemadrid se hace eco de las colas para conseguir un piso de José Moreno.

"Estuve una semana durmiendo en la calle. Y conseguí entrar en la lista. Al final pagué con mi novia 1.000 euros para reservar una casa en Pinto, de donde era ella", explica César. Pero José Moreno no pudo llevar a cabo lo que había prometido, y en el año 2010 devolvió el dinero y pasó el testigo a un constructor de Tomelloso (Ciudad Real), Santiago Lahoz Soto, que con mucha labia y don de gentes atrapó con fuerza las ilusiones de muchas de estas familias. "Me apunté con él para tener un piso de tres habitaciones, dos plazas de garaje y trastero. Por 180.000 euros. Yo y mi pareja vivíamos con nuestros respectivos padres y tras el fracaso del 'pocero' vimos esto como una nueva oportunidad", señala César.

El empresario ha recurrido la sentencia y los afectados han impugnado este recurso y solicitan la ejecución forzosa o el embargo de sus empresas

César y su chica, Raquel, dieron una entrada de 18.000 euros y empezaron a pagar religiosamente sus mensualidades de 620 euros. Así hasta 42.600 euros. Tenían que abonar 34 cuotas mensuales y en el verano de 2013 tendrían su piso. El constructor lo había bautizado como Residencial Cristina Sur, en Pinto, municipio de 48.000 habitantes del sur de Madrid . "Pero empezaron los retrasos, misteriosos incendios y se incumplieron los plazos. No hubo pisos y reclamamos nuestro dinero". Comenzó entonces un viaje judicial que ha tenido su penúltima parada en el juzgado de primera instancia número 60 de Madrid.

El juez ha condenado a Cristina Sur Promociones y Prola SA (promotora y constructora de Santiago Lahoz) a devolver las cantidades que adelantaron 28 familias que como la de César llevaron al constructor ante los tribunales. La sentencia anula los contratos de compraventa por incumplimiento y obliga a estas dos sociedades a abonar 1.050.425 euros. El empresario ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid. "Hemos impugnado su recurso y vamos a pedir la ejecución provisional de la sentencia o que se embargue a las empresas para que paguen. Las dos sociedades han cerrado. Son las que están condenadas, pero su dueño sigue siendo solvente ya que tiene más firmas", señala Juan Luis Ontiveros, abogado de las familias. El registro mercantil revela que Lahoz Soto sigue manteniendo cargos en 18 empresas: inmobiliarias, hoteles y viñedos. "No pisa por Madrid, se refugia en Ciudad Real", señalan los afectados.

No había avales

La sentencia señala que la licencia de primera ocupación no fue otorgada hasta noviembre de 2014, un año y cuatro meses después de lo firmado por contrato. Que el constructor nunca tuvo avales para asegurar las cantidades adelantadas por los compradores, como marca la ley. Y que el incendio que se produjo, y que el constructor utilizó en el juicio para justificar el retraso en la entrega de las viviendas, "solo afectó a diez de las 348 casas que constituye la promoción. No resulta creíble que del incendio resultara el retraso", señala el juez.

Santiago Lahoz debería haber entregado las primeras viviendas en julio de 2013, algo que no hizo. Y algunas de las familias, cansadas de esperar tras empezar a pagar a principios de 2010, decidieron acudir a los tribunales. "Dejó de coger el teléfono y cerró las oficinas que tenía en Madrid. Estamos frustrados y cabreados", señala José Aragonés, otro de los afectados. "Yo ahora vivo de alquiler, me debe 39.000 euros. Hay muchas familias con hijos pequeños que están asfixiadas. No tienen piso, les deben dinero y tienen que hacer frente a los gastos de abogado y de una nueva vivienda. Muchos están de alquiler".

El constructor debe una media de 40.000 euros a cada familia. La promoción se terminó y hay gente viviendo, aquellos que no tuvieron problemas en esperar. Pero hay muchas casas vacías. "Ha vendido los mismos pisos dos veces. El que me tocó lo ha vuelto a vender. ¿Por qué no me devuelve entonces lo que yo pagué? Solo con la venta de ocho casas nos podría devolver el dinero a los 28 que denunciamos por incumplimiento de contrato", concluye César, que con 35 años también vive de alquiler tras ver frustrado su sueño. El Confidencial se ha puesto en contacto con Santiago Lahoz, que no ha querido hacer comentarios.

Todo lo que comenzó como un sueño se ha convertido siete años después en pesadilla. César fue una de las 2.500 personas que a finales de noviembre de 2008 protagonizaron una mediática espera, con tienda de campaña y saco de dormir incluidos. Los informativos y los periódicos se hacían eco de las familias que llevaban días haciendo cola para apuntarse a los pisos que ofrecía José Moreno, más conocido como 'el pocero bueno' o el 'Robin Hood del ladrillo', el constructor de Fuenlabrada que quería levantar viviendas a precio de saldo. Fue todo un acontecimiento.

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