Reunión entre el ayuntamiento y Wanda para intentar salvar la operación Plaza de España

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, se reunirá con el Grupo Wanda a lo largo de esta semana en mitad de la última crisis que la operación Plaza de España está sufriendo estos últimos días. Para el delegado del consistorio dirigido por Ahora Madrid, la supuesta marcha de la empresa propiedad de Wang Jianlin es todavía “un rumor”. Y como prefieren "no formar parte de esa rumorología”, apostilló Calvo al finalizar la Comisión de Urbanismo celebrada este miércoles, será en su inminente cita con representantes del gigante chino cuando espera resolver la situación y desbloquear una inversión que podría alcanzar los 700 millones de euros.

Calvo asegura haber mantenido conversaciones, eso sí, con arquitectos y abogados de la compañía asiática -con altos representantes no ha conseguido hablar- e insiste en que no le consta que el proyecto se haya retirado definitivamente. De hecho, los planes para el ayuntamiento siguen su curso. La Concejalía de Urbanismo ya ha tramitado el estudio de detalle, es decir, el documento que da viabilidad a la intervención de Wanda en la emblemática plaza madrileña. Y el consistorio espera ahora conocer si el promotor “no tiene objeciones al respecto y lo empezamos a tramitar”. En caso de que “quiera plantear cambios”, explicó el concejal, “deberá hablar con el ayuntamiento, evidentemente”.

Sin embargo, fue hace ya dos semanas cuando las alarmas saltaron en el seno del gigante chino. En un consejo de administración, el presidente del Grupo Wanda decidió dar un golpe en la mesa y abandonar la operación, cansado de las múltiples dificultades que el consistorio madrileño estaba poniendo al desarrollo del proyecto, según explicaron fuentes conocedoras de la situación a El Confidencial.

La negativa del actual equipo de Manuela Carmena -aunque también del anterior dirigido por Ana Botella- de aceptar la propuesta de Wanda de echar abajo la fachada principal y las dos laterales y levantarlas después, fue lo que agotó la paciencia de la compañía asiática. La Comisión Local de Patrimonio Histórico rechazó esta propuesta hace tres meses con el apoyo del consistorio de Ahora Madrid, que solicitó unos informes técnicos donde se avalaba la posibilidad de realizar la obra manteniendo la fachada, aunque reconocía que estos trabajos resultarían más caros que los planes previstos por Wanda.

Aunque la decisión de abandonar el proyecto es, en principio, firme -de hecho, su primera consecuencia se dejó ver la pasada semana en las oficinas de Wanda Madrid Development, al comunicar el final de sus contratos-, los movimientos empresariales y políticos para tratar de convencer a Jianlin de que replantee su postura y dé marcha atrás no han cesado, siendo conscientes las compañías españolas y los grupos políticos de la oposición del durísimo golpe que supondría para la capital española perder a uno de los inversores más potentes del mundo.

El plan del ayuntamiento: peatonalizar la plaza

La decisión de Wanda de poner en venta el Edificio España impactaba directamente en los planes que tiene el consistorio madrileño de remodelar la plaza con el objetivo de peatonalizarla. Esta modificación estuvo sobre la mesa del anterior Ejecutivo popular de Ana Botella, que intentó por todos los medios que fueran los propietarios de los inmuebles de la zona los que sufragaran en su totalidad la obra, como terminó ocurriendo de manera mayoritaria en Azca, por ejemplo, propuesta que los empresarios rechazaron.

Al final, se acordó un modelo de financiación público-privada, donde el ayuntamiento haría frente a una parte minoritaria. De hecho, las líneas maestras sobre las que se trabajaba, según fuentes conocedoras de la operación, pasaban por que el consistorio invirtiera unos 20 millones de euros, y los propietarios de los inmuebles otros 40 millones. Por tanto, el grueso de la financiación de la remodelación está actualmente en el aire, dada la retirada de Wanda. Los planes que tenía el grupo chino de construir un hotel de alto 'standing', viviendas de lujo y un centro comercial eran los principales motivos de que se decidiera impulsar la peatonalización de la zona, para evitar el colapso del tráfico y facilitar la construcción de un aparcamiento subterráneo.

En cuanto al actual consistorio, el concejal Calvo confirmó en la Comisión de Urbanismo los avances del área que dirige para poner en marcha en las próximas semanas el proceso de participación ciudadana para la remodelación de la plaza. Concretamente, será el día 28 de este mes cuando presente el calendario de ese proceso que quiere reunir “las distintas sensibilidades que confluyen en la construcción de la ciudad”. Primero, y en coordinación con la Concejalía de Participación, liderada por Pablo Soto, el consistorio lanzará una encuesta al conjunto de los madrileños para conocer las prioridades sociales.

Será en abril cuando se celebren varios debates con las conclusiones de la encuesta, y a mediados de ese mes el ayuntamiento lanzará por fin el concurso. En septiembre, la Concejalía de Urbanismo seleccionará dos proyectos finales y el ganador se elegirá a través de una consulta popular. Los grupos de la oposición, fundamentalmente el PSOE, criticaron duramente los procesos encabezados por el Gobierno de Ahora Madrid. Los socialistas echaron en cara al concejal “dar continuidad a un proyecto del PP” y no centrarse en convertir la plaza "en un espacio más agradable y utilizable”, que en opinión de su portavoz, Mercedes González, “es lo que quieren los madrileños”.