IU en la Asamblea de Madrid gastó 469.000€ más de lo que ingresó la pasada legislatura

Las cuentas no cuadraron la pasada legislatura para el grupo parlamentario de Izquierda Unida-Los Verdes en la Asamblea de Madrid, que contó con 13 diputados en la Cámara madrileña. La formación liderada por Gregorio Gordo gastó 469.000 euros más que lo que ingresó por las subvenciones públicas a las que tenía derecho como grupo parlamentario. Cuentas que no cuadraron y que no están nada claras. "El grupo no ha facilitado la relación de gastos que le fue requerida, por lo que el análisis se ha hecho exclusivamente a partir de los gastos reflejados en la cuenta de resultados", concluye en su último informe de fiscalización (referente a los años 2011, 2012 y 2013) la Cámara de Cuentas de Madrid, aprobado el 29 de diciembre de 2015. Izquierda Unida Comunidad de Madrid, que ha desaparecido esta legislatura de la Asamblea madrileña, debía el año pasado casi dos millones de euros al fisco, por eso en esos tres años analizados el grupo parlamentario fue la principal fuente de ingresos del partido, con 1,68 millones de euros.

Los grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid percibieron la legislatura pasada una subvención fija anual de 489.833 euros, idéntica para todos. Aparte, había una cuota variable según el número de diputados, de 17.810 euros por escaño. Así, a Izquierda Unida-Los Verdes le correspondió 415.164 euros en el año 2011, 721.359 euros en 2012 y 781.359 euros en 2013, en total 1,91 millones de euros. En ese mismo periodo, la formación gastó 822.038 euros en 2011, 752.629 euros en 2012 y 812.678 euros en 2013, lo que suma 2,38 millones. Es decir, en 2011 IU-Los Verdes gastó 406.874 euros más de lo que ingresó por subvenciones; en 2012 el desfase fue de 31.270 euros, y en 2013 de 31.319. La diferencia total con lo ingresado fue de 469.463 euros.

La Cámara de Cuentas revela que en el ejercicio 2011 el grupo parlamentario ingresó 342.313 euros más que lo que recibió como subvención política.

Además, el informe fiscalizador destaca una irregularidad: que en el ejercicio 2011 "los ingresos contabilizados por Izquierda Unida-Los Verdes ascienden a 757.479 euros, que no se corresponden con las transferencias realizadas por dicha Asamblea, 415.164 euros, por lo que existe una diferencia de 342.313 euros". El grupo parlamentario argumentó que su contabilidad de 2011 "estaba integrada en la contabilidad general del partido", desoyendo las recomendaciones que establecieron el Congreso y el Senado con el Tribunal de Cuentas, "una completa separación en la contabilidad y fiscalización de la financiación de la actividad ordinaria de los partidos políticos respecto de la financiación de los grupos parlamentarios". Es decir, que los grupos, sean municipales, autonómicos, provinciales o nacionales, tengan sus propias cuentas independientes de los partidos a los que pertenecen.

Gregorio Gordo explica a El Confidencial que no conoce al detalle las cuentas de ese periodo "porque han pasado muchos años, yo ya dejé de ser coordinador general en Madrid y fui expulsado de Izquierda Unida. Lo único que sé es que cumplíamos la ley a rajatabla y que el grupo parlamentario era el que pagaba al partido, no al revés".

El 22%, a pagar salarios

En el periodo analizado, Izquierda Unida-Los Verdes destinó el 22% de los gastos a pagar salarios y los impuestos que estos conllevan: 515.000 euros en estos tres años. Otros 1,87 millones de euros fueron destinados a "otros gastos de actividad". Poca información hay, ya que la Cámara de Cuentas denuncia que "el grupo no ha facilitado la relación de gastos que le fue requerida por esta Cámara, por lo que el análisis se ha hecho exclusivamente a partir de los gastos reflejados en la cuenta de resultados". Además, el "90% de los gastos de actividad se contabiliza como aportaciones IU-Madrid y el restante 10% como gastos exteriores".

Es decir, el grupo parlamentario destinó 1,68 millones de euros al partido. Las subvenciones que reciben los grupos parlamentarios deben ir destinadas, en teoría, a cubrir sus necesidades, sobre todo personal de apoyo, gastos de representación y "otros medios para que se organicen adecuadamente" (ya que el material de oficina, los suministros energéticos y de comunicaciones son financiados aparte por la Asamblea). No obstante, la Ley de Financiación de los Partidos Políticos permite que las subvenciones puedan pasar directamente a las formaciones.

Tras las últimas elecciones autonómicas de mayo de 2015, Izquierda Unida dejó de tener representación en la Asamblea de Madrid. Las deudas que acumulaba la formación en Madrid ya limitaron bastante sus actos en esa campaña electoral. En esos comicios Izquierda Unida Comunidad de Madrid arrastraba una deuda de 1,8 millones con Hacienda. Por eso gran parte de la subvención que recibía el grupo parlamentario iba destinada a la federación madrileña. De hecho, las deudas con el fisco provocaron el embargo de los cuatro inmuebles que la organización tenía en propiedad en la región y que Hacienda lograra, en enero de 2015, embargar íntegra la subvención correspondiente al primer semestre de 2015 que el grupo parlamentario iba a recibir de la Asamblea de Madrid. El año pasado la federación madrileña fue expulsada de la organización nacional.