Cifuentes quita la tasa por renovar la tarjeta sanitaria: dejará de ingresar un millón al año
Esperanza Aguirre puso en 2012 una tasa de 10 euros que los madrileños tenían que pagar si perdían, se les dañaba o les robaban la tarjeta sanitaria. La comunidad la suprime desde el 1 de enero
Desde el 1 de enero de 2016, los madrileños que tengan que renovar su tarjeta sanitaria porque se la han robado, la han perdido o simplemente se les ha deteriorado no tendrán que pagar la tasa de 10,20 euros que hasta ahora cobraba el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) por volver a emitirla. El Gobierno de Cristina Cifuentes ha decidido eliminar una tasa que en el año 2012 implantó Esperanza Aguirre y que desde entonces ha afectado a unos 200.000 madrileños, que han tenido que pagar por volver a tener su tarjeta. La supresión de la tasa está incluida en el proyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, que complementa a los Presupuestos de 2016.
La Comunidad de Madrid explica en su página web el protocolo a seguir si un usuario madrileño de la Seguridad Social pierde, daña o le roban su tarjeta sanitaria. Se puede renovar por internet o acudiendo al centro de salud con el DNI o NIE (número de identificación fiscal) en vigor. También se puede solicitar una nueva por vía telemática si se dispone de DNI electrónico o certificado de firma digital. Desde junio del año 2012 había que rellenar además el documento de pago 030, cuya cuantía es de 10,20 euros, "en concepto de tasa de emisión por causa no imputable a la Administración".
Esperanza Aguirre creó esta tasa en un año en el que subió 29 tributos ya existentes e ideó otros 36
Desde el 1 de enero esta tasa se dejará de aplicar y, por tanto, de cobrar. La Comunidad de Madrid cree que no es lógico que los usuarios paguen por una tarjeta que es necesaria para recibir atención médica si han tenido la mala suerte de perderla o de que se la roben. La tasa fue creada por Esperanza Aguirre cuando el Gobierno regional que ella presidía subió 29 tributos ya existentes e ideó otros 36 para buscar nuevos ingresos en un año de difícil coyuntura económica. La Comunidad de Madrid justificó entonces que las arcas públicas desembolsaban 10,75 millones de euros en emitir nuevas tarjetas, pero se trataba de un dato general. Este coste era el gasto de producir todas las nuevas tarjetas que se emitían en un año, unas 1,2 millones de identificaciones. De ellas, solo el 10%, es decir, unas 120.000, eran tarjetas emitidas por extravío, rotura o robo.
Se implantó por la crisis
Desde junio de 2012, una media de 100.000 madrileños han pasado por caja cada año para renovar una tarjeta que perdieron o extraviaron, según un portavoz de la Consejería de Sanidad, lo que significa que el Ejecutivo de Cifuentes prefiere prescindir de una tasa que le garantiza unos ingresos anuales de un millón de euros.
La memoria económica que en 2012 justificó su implantación argumentaba: "Dado que la emisión que estas tarjetas se produce siempre con posterioridad a la emisión inicial, y el deterioro, robo y extravío se produce por causas ajenas a esta Administración, parece lógico que en el actual panorama económico se produzca una participación en el coste de la emisión de las mismas por parte del usuario". Un argumento que ahora no comparte el nuevo Ejecutivo.
Carmen Flores, presidenta del Defensor del Paciente, se congratula de esta decisión. “Era una de nuestras reivindicaciones. En la sanidad pública no debe haber copagos. Es lo justo. Otras comunidades como Baleares y Cataluña, que lo tienen, deberían imitar a Madrid. El consejero de Sanidad se comprometió a quitar esta tasa y lo ha cumplido”.
Desde el 1 de enero de 2016, los madrileños que tengan que renovar su tarjeta sanitaria porque se la han robado, la han perdido o simplemente se les ha deteriorado no tendrán que pagar la tasa de 10,20 euros que hasta ahora cobraba el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) por volver a emitirla. El Gobierno de Cristina Cifuentes ha decidido eliminar una tasa que en el año 2012 implantó Esperanza Aguirre y que desde entonces ha afectado a unos 200.000 madrileños, que han tenido que pagar por volver a tener su tarjeta. La supresión de la tasa está incluida en el proyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, que complementa a los Presupuestos de 2016.