El director de Justicia de Cifuentes dimitió "porque no hay dinero" para mejorarla

Ricardo Ruiz de la Serna dejó de ser director general de Justicia el pasado 30 de octubre a las 12:57 de la mañana, cuando oficializó su renuncia. Y lo hizo porque la consejería no tiene “una estrategia política ni de gestión” para mejorar la Justicia madrileña, según han explicado a El Confidencial fuentes de su entorno, rechazando así algunas acusaciones vertidas en las últimas horas sobre el supuesto malestar que había causado su gestión dentro del propio Gobierno regional en los 98 días que ha estado al frente de la dirección general. Este martes está previsto que el Ejecutivo formalice su marcha en la reunión del consejo. Desde la consejería aseguran que tomó decisiones en su día a día que no gustaron.

Las mismas fuentes destacan que Ruiz de la Serna se ha ido por coherencia. “Él no es político. Y después de lo que ha visto no quiere formar parte de la política”. Las mismas fuentes resumen en una frase los motivos de la renuncia: “La Justicia no es una prioridad para este Gobierno”. De la Serna cree “en la planificación, en la organización, no en la improvisación ni en la política de fotos, rechaza la política que solo apuesta por ir apagando incendios según van surgiendo”.

Ruiz de la Serna no había estado presente ya en la mesa sectorial con los sindicatos de Justicia (UGT, CC OO, CSIF y STAJ) que él mismo había convocado el pasado jueves, un día antes de su dimisión. “Se excusó porque le habían surgido otras dos reuniones. Y aunque hubiera podido ir, poco podía decir a los sindicatos porque poco se va a poder cumplir en 2016 con los presupuestos que se han diseñado. Hay necesidades objetivas que no se van a poder cubrir”. Las mismas fuentes destacan que el Gobierno de Cifuentes sí ha hecho un esfuerzo presupuestario en materia de justicia gratuita, “pero no se van a cubrir las necesidades en materia de personal y en el capítulo de infraestructuras”. En resumen, había graves discrepancias entre la Consejería de Justicia y el ya exdirector general. “No quería defender unos Presupuestos en los que no cree y unas líneas de actuación que están ausentes”.

El miércoles 28, De la Serna comunicó al viceconsejero de Justicia su intención de dimitir, y desde su entorno aseguran que nunca nadie se quejó de su gestión. Él puso en marcha el equipo de funcionarios que está reorganizando y archivando la ingente documentación que ha generado el fallido proyecto del Campus de la Justicia, una patata caliente en manos del Gobierno de Cifuentes, que actualmente está siendo auditado en la comisión de deuda puesta en marcha en la Asamblea de Madrid.

También ha sido polémica la visita que el jueves un grupo de diputados autonómicos, integrantes de esta comisión de deuda y acompañados de 16 periodistas, hizo a las únicas infraestructuras que están levantadas en el Campus de la Justicia: el edificio que debía albergar el Instituto de Medicina Legal y un túnel de comunicaciones. La visita estaba autorizada solo para los parlamentarios, no para los periodistas. Podemos, Ciudadanos y PSOE, los tres grupos de la oposición, mostraron además su indignación al encontrarse el rodaje de la película de Arturo Valls. Un rodaje que estaba autorizado, según un portavoz de la Consejería de Justicia.

“De la Serna se ofreció a acompañar a los diputados en su visita, pero desde Presidencia se le dijo que no era necesario. Y así se lo dijeron por escrito”, explican fuentes de su entorno. Ricardo de la Serna fue fichado personalmente por Cristina Cifuentes para formar parte de su Gobierno y dar así cierto perfil técnico al área de Justicia. Abogado con más de 15 años de experiencia profesional, se trataba de su primera aventura en política. Es especialista en Derecho Administrativo y Procesal Contencioso-Administrativo y ahora espera volver a la abogacía y a la docencia, ya que también ha trabajado como profesor colaborador en la Universidad CEU-San Pablo. También ha sido tertuliano en diferentes medios.