Las diferencias sobre el IBI entre Carmena y el PSOE amenazan los presupuestos

Las diferencias entre Ahora Madrid y PSOE sobre política fiscal amenazan con atragantar los presupuestos municipales del próximo año. El borrador elaborado por el departamento de Hacienda que dirige Carlos Sánchez Mato compensa la bajada del 7% en la mayoría de recibos del IBI mediante una subida del 10% a los grandes propietarios y con cambios en bonificaciones. Una fiscalidad progresiva a la que se han opuesto los socialistas, que en el último pleno consiguieron aprobar una enmienda con los votos a favor del PP y Ciudadanos, para bajar los impuestos a los grandes inmuebles comerciales de alto valor catastral, en lugar de subirla como proponía el Gobierno liderado por Manuela Carmena.

El concejal de Economía del grupo socialista, Ransés Pérez, defiende con firmeza la propuesta de su partido que, según explica, también pasa por establecer un “impuesto progresivo y proporcional”. El PSOE madrileño justifica la “coherencia” de la enmienda presentada en el último Pleno municipal, recordando que la única novedad apareció al fijar las cifras que el anterior portavoz de la formación, Antonio Miguel Carmona, ya avanzó el pasado 22 de julio. “Nuestra propuesta fiscal es progresiva. La gente con poquísimos recursos estará exenta de pagar el IBI, las rentas bajas se podrán beneficiar de una rebaja que alcanzará los 120 eros. Y como a las grandes superficies nos parece mucho un recorte del 7%, propusimos un 2%”, insiste.

Con la aprobación de la enmienda, el descenso en la recaudación municipal y por tanto el desfase en el borrador de los presupuestos del año 2016, se situaría en unos 66 millones de euros según Ahora Madrid, cifra que el PSOE-M rebaja hasta los 46 millones. El gobierno municipal tenía previsto subir el gasto en cerca de un 11%, incluyendo la recaudación derivada de un nuevo puesto a grandes generadores de residuos y modificando el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

Sin el apoyo del PSOE-M, Carmena deberá modificar su borrador presupuestario, cuyo principal escollo pasa por las modificaciones del IBI. Las próximas semanas serán cruciales para salvar los presupuestos de 2016, y servirán también para tomar el pulso al pacto con los socialistas que sostiene a Carmena en la Alcaldía. Desde Ahora Madrid confían en que se imponga la “voluntad política y la responsabilidad” para alcanzar un “acuerdo equilibrado” entre la recaudación y el gasto social “que beneficiará a la gran mayoría”. Todo ello teniendo en cuenta que la bajada de 66 millones de euros en la recaudación apenas supone un 1,35% de los 4.860 millones estimados para el presupuesto del próximo año. “Dentro de un reparto de miles de millones, no parece tan difícil de encajar ese desfase”, afirman fuentes socialistas municipales, mientras reconocen que el desencuentro con el equipo de Gobierno no es tanto “un problema de números” porque Madrid “es una máquina de generar dinero”, como una “diferencia de filosofía”.

De hecho, el PSOE-M asegura que su propuesta no pone en peligro el gasto social, y critica -en alusión a Ahora Madrid- que se pueda enjuiciar su propuesta poniendo el foco sólo en una parte, que podría ser la bajada de impuestos a las grandes superficies. “Al hacer unos presupuestos hay que tener una visión mucho más global porque las críticas pueden venir de ambos lados. Lo fundamental es encontrar un equilibrio”. Los socialistas reprochan a Ahora Madrid “un gesto exclusivamente ideológico” en el empeño por no aceptar la bajada del 2% a estos inmuebles. Consideran que en realidad la negativa pasa por que el equipo dirigido por Manuela Carmena imputa a las grandes empresas las consecuencias de la crisis económica. “Todo el mundo se ajusta el cinturón y las compañías del Ibex siguen dando beneficios. La corriente ideológica de Ahora Madrid rechaza dar esa imagen a sus bases”, explican desde el PSOE-M.

En todo caso, el área de Hacienda asume ya que, además de intensificar las reuniones con los socialistas, tendrán que “volver a hacer cálculos” de cara a desatascar la situación y poder aprobar los presupuestos el próximo mes de octubre. Su máxima sigue siendo “aprobar unos presupuestos en los que se apueste por la redistribución al tiempo que se asegure la recaudación necesaria para afrontar todas las partidas sociales”.

El concejal Sánchez Mato defiende, no obstante, que la subida del IBI es “asumible” para los grandes propietarios, además de necesaria para compensar la bajada en la recaudación municipal. Según sus cálculos, afectaría únicamente a 870 almacenes de los más de 51.000 que existen en Madrid (1,7%), a unos 2.600 comercios de los más de 97.000 (2,7%) y a menos de 1.000 de los 12.000 edificios industriales (8,3%).

La enmienda del PSOE estuvo respaldada por PP y Ciudadanos. El portavoz de Economía 'naranja', Miguel Ángel Redondo, también critica la postura de Ahora Madrid al considerar “esencial” mandar un mensaje de confianza a empresarios, emprendedores y grandes superficies. “La crisis también ha pasado por ellos y, sin embargo, generan puestos de trabajo y riqueza”. Además, sostiene que Ahora Madrid ha mencionado en más de una ocasión la posibilidad de subir el Impuesto de Actividad Económica (IAE) y el de Construcción y Obras (ICO), algo que sería “muy perjudicial” para pymes y pequeños empresarios, insisten desde el grupo liderado por Begoña Villacís que, aunque no pretenden “un tono catastrofista”, reconocen que estos mensajes “no son positivos para los inversores” de la capital.

Por otro lado, esta misma semana la Junta de Gobierno aprobó una amortización anticipada de la deuda, como gesto de buena voluntad con el resto de grupos de la oposición. Una decisión tomada por la anterior corporación, y que ahora asume Carmena a pesar de haber subrayado su intención de destinar los remanentes de tesorería a sufragar necesidades sociales, en lugar de a la deuda. El gobierno municipal asumió esta amortización al mismo tiempo que dijo ser consciente “del coste de oportunidad que supone esta decisión”, pues entiende que “es necesario afrontar otras necesidades más importantes para la ciudadanía y prioritarias en el futuro presupuestario del Ayuntamiento de Madrid”.